Las asociaciones Galgos del Sur, SOS Perrera Córdoba, Gpar Rute, Segunda Oportunidad Santaella, Dejan Huella y La Rambla es su Voz se han hecho cargo de 10 perros de rehala decomisados por el SEPRONA tras una investigación judicial a un cazador en un pueblo de Córdoba.
Los animales, encontrados en condiciones que las asociaciones han calificado de "dantescas", presentaban signos de enfermedad y desnutrición avanzada y convivían con cadáveres en diferentes estados de descomposición.
Se trata de la segunda vez en la que la asociación Galgos de Sur acude a la llamada por un decomiso a un rehalero en menos de dos meses: la última fue a comienzos del mes de julio y supuso la retirada de 32 perros, también de una rehala, en condiciones similares. Los animales fueron repartidos entre protectoras de diferentes puntos de la geografía nacional, y a día de hoy se encuentran en fase de recuperación.
Desde las protectoras de animales que han participado en el decomiso, que recogen anualmente una media de de 600 perros de caza, critican la salida de los perros de razas utilizadas para cazar de la Ley de Protección Animal, que entrará en vigor en un mes. "Mientras que las protectoras recogen animales moribundos, nuestros legisladores sucumben al poder de un lobby maltratador para permanecer en sus sillones sin tener la decencia de bajarse al fango y conocer, de primera mano, la inmundicia y el trato cruel que se les da a los perros de rehala", apuntan.
La rehala y la montería fueron declaradas Bien de Interés de Cultural en Andalucía desde el verano de 2020, y desde 2022 en Extremadura; decisión muy criticada por los rescatistas, que aseguran que contribuye a la "condena" de estos animales a vivir encadenados y morir en circunstancias como las que han rodeado a los protagonistas de este último decomiso.
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