El gorila oriental (Gorilla beringei), que habita en el centro de África y es el más grande primate viviente, es una de las miles de especies en peligro de extinción para las cuales los sitios de patrimonio mundial de la Unesco representan un refugio que permita su supervivencia. Imagen: Uicn
PARÍS – Los sitios del patrimonio mundial albergan más de 20 por ciento de la riqueza de especies cartografiadas pese a ocupar apenas el uno por ciento del territorio terrestre, según se indica en un censo de la Unesco y la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (Uicn) divulgado esta semana.
Al presentar el inventario, Audrey Azoulay, directora general de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) dijo que “este estudio demuestra la importancia de los sitios del patrimonio mundial para la protección de la biodiversidad”. “Estos 1157 sitios no sólo son excepcionales en términos históricos y culturales. También son esenciales para preservar la diversidad de la vida en la Tierra, mantener servicios ecosistémicos vitales y combatir el cambio climático”, agregó Azoulay.
El inventario realizado por la Unesco y la Uicn cartografió en los sitios de patrimonio mundial más de 75 000 especies de plantas, incluidos árboles, y más de 30.000 especies de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios.
Los sitios “constituyen notables observatorios naturales que permiten el avance del conocimiento científico, al concentrar en sí mismos más de la mitad de las especies de mamíferos, aves y corales duros del mundo”, según el informe.
También “son una fuente inagotable de inspiración para nuevas iniciativas de protección del medio ambiente”, agregó el reporte de la Unesco y la Uicn.
En América Latina y el Caribe, entre los sitios de patrimonio natural protegidos por la Unesco están por ejemplo la antigua ciudad maya y bosques tropicales de Calakmul, en el sudoriental estado de Campeche en México, o la barrera de arrecifes de Belice, desde 2009 considerada en peligro.
También la reserva de la cordillera Talamanca-La amistad, entre Costa Rica y Panamá, y el parque nacional de Darién ya célebre vía de tránsito para migrantes que van de América del Sur a Estados Unidos.
En Jamaica el parque nacional de Montañas Azules, y en Cuba los parques Alejandro de Humboldt y el Desembarco del Granma.
Brasil tiene ocho sitios de patrimonio natural o mixtos –natural y cultural-, entre ellos áreas protegidas en la zona de Iguazú (área de las cataratas), el Pantanal, la Mata atlántica, el Cerrado y la Amazonia central.
En Argentina se cubre entre otros a los parques nacionales Los Glaciares, Iguazú y la península de Valdés; en Bolivia al parque nacional Noel Kempff Mercado, en los llanos orientales, y en Colombia sus parques Los Katíos, en la región de Darién, y el santuario de flora y fauna de la isla Malpelo.
En Ecuador están en el patrimonio el parque nacional Sangay y las islas Galápagos; en Perú cuatro áreas, incluidos el santuario de Machu Picchu y el parque nacional Huascarán; en Suriname la reserva de Surinam central, y en Venezuela el parque nacional Canaima, en la sudoriental región de Guayana.
La Convención del Patrimonio Mundial, de 1972 y de la que hacen parte 193 países, otorga el más alto nivel de protección internacional a sitios como los mencionados, vitales para la conservación de biodiversidad. Se estima que en todo el mundo protegen a más de 20.000 especies en peligro de extinción, incluido un tercio de todos los elefantes, tigres y pandas, y al menos una décima parte de los ejemplares de grandes simios, leones y rinocerontes.
Para algunas especies más amenazadas, los sitios del patrimonio se han convertido en la “última línea de defensa”, pues son por ejemplo el hogar de las pocas decenas de rinocerontes de Java y los escasos cientos de gorilas de montaña.
La Unesco cita, como ejemplo de la cooperación que pauta la Convención, la protección hace un cuarto de siglo de los parques nacionales Kaziranga en India y Chitwan en Nepal, la cual dio como resultado más que duplicar el número de rinocerontes de un solo cuerno, que hoy ronda los 4000.
El reporte destaca que la diversidad de ecosistemas presentes en los sitios del patrimonio mundial ayuda a garantizar importantes servicios ambientales para las personas, incluida la protección de los recursos hídricos, así como la creación de empleos e ingresos a través de actividades sostenibles.
Apunta que, sin embargo, “existe una necesidad urgente de intensificar aún más las medidas de conservación”, pues cada vez que la temperatura media del planeta aumenta un grado centígrado el número de especies amenazadas por condiciones climáticas peligrosas corre el riesgo de duplicarse.
A-E/HM - Fuente: IPS
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