El 5 de octubre se celebra el Día Mundial de los Docentes, una fecha en la que organizaciones internacionales como la UNESCO y UNICEF destacan la labor de los educadores para la sociedad y reflexionan acerca de los retos en su actividad. En España, el profesorado de centros de enseñanzas de Régimen General no universitarias en el curso 2022-2023 se sitúa en 770.018 docentes. Se trata de una profesión que en España despierta más vocaciones en los estudiantes universitarios que en la media de los países europeos: el total de los titulados (grado, máster y doctorado) en educación supone el 20,1% en España y el 9,7% en la UE y es un ámbito eminentemente femenino: 72% mujeres en España y el 79,9% en la UE. Los estudiantes que tienen claro que su futuro pasa por formarse en Educación en la universidad pueden consultar el Ranking CYD , el ranking de universidades más completo en España, en el que pueden conocer la oferta de universidades y hacer su propia clasificación en función de diferentes criterios: desde el nivel de enseñanza y aprendizaje, de investigación o de internacionalización, entre otros. Y también conocer un aspecto que puede ser importante a la hora de decantarse por esta profesión: su empleabilidad. En la publicación “La empleabilidad de los jóvenes en España: ¿Cómo es la inserción de los graduados universitarios?” también se detalla cuál es la inserción laboral de las titulaciones vinculadas al ámbito de la Educación, con indicadores como la tasa de empleo, la contratación indefinida o el salario medio de los graduados a los 4 años de obtener la titulación.
¿Cómo es la inserción laboral de los graduados universitarios en Educación?
El análisis de la reciente publicación de la Fundación CYD permite conocer en qué situación se encontraban en 2020 los graduados en el ámbito de Educación del curso 2015-2016, es decir, a los 4 años de graduarse. El estudio incluye específicamente a los titulados de grados vinculados a la formación de docentes de enseñanza infantil, formación de docentes de Enseñanza Primaria y de otra formación de personal docente y ciencias de la educación.
Según este análisis de la Fundación CYD, el 75,63% de los graduados en el ámbito de la Educación está dado de alta en la Seguridad Social, la gran mayoría trabaja por cuenta ajena y sólo un 3,72% está afiliado en el régimen de autónomos. En cuanto a las condiciones laborales: el 58,18% tiene contrato temporal y el 41,82% indefinido, obteniendo la segunda cifra más alta en temporalidad de los 10 ámbitos analizados, tras Salud y servicios Sociales, que ocupa el primer lugar. Por subámbitos, se observa que en formación de docentes de enseñanza primaria la temporalidad llega al 61,11% y en formación de docentes de enseñanza infantil se queda en 58,72%, siendo superados por el subámbito de Medicina (97,43%) y Enfermería (74,15%). Si se analiza el tipo de jornada que recoge el contrato, se observa que los graduados en Educación presentan la mayor tasa de contratos a tiempo parcial: el 40,93% trabaja sólo una parte de la jornada. En cuanto a la categoría laboral: el 59,95% de los egresados en Educación están inscritos como titulados.
La publicación de la Fundación CYD también analiza las condiciones salariales y muestra que la base media de cotización anual de los egresados en Educación (trabajadores a tiempo completo) es de 26.948,46 €, una cifra inferior a la media que tiene en cuenta a los egresados de todos los ámbitos, que es de 28.081,65 €. Analizando en detalle los datos, se observa que un 43,44% de los egresados en Educación percibe más de treinta mil euros, el 21,91% entre veinticuatro y treinta mil euros, el 16,68% entre dieciocho y veinticuatro mil euros y un 17,77% entre doce y dieciocho mil euros. Si se profundiza en los subámbitos: los graduados vinculados a la formación de docentes de enseñanza primaria perciben una media de 28.809,05 €, los relacionados con la formación de docentes de enseñanza Infantil obtienen una cotización media de 25.013,33 € y los que se han graduado de otro tipo de formación de personal docente y ciencias de la educación obtienen una media de 24.062,93 € anuales.
Una formación que va más allá de las asignaturas y requiere mucha práctica
La universidad aporta una formación teórica y práctica a la que según Eduardo Baura García, director de los Grados de Educación de la Universidad CEU San Pablo, hay que añadir un aprendizaje constante a través de lecturas, conferencias y otros contenidos sobre educación y destaca la importancia de la experiencia: “Recomendamos completar y enriquecer la formación mediante actividades como las clases particulares, monitor de tiempo libre o el voluntariado con menores.
Mediante estas actividades, los alumnos de Educación adquieren experiencia trabajando con niños y además llevan a cabo una labor que repercute en el bien de la sociedad y en su formación humana.”. Para Carmen Sánchez Ovcharov, decana de la Facultad de Educación de la Universidad Camilo José Cela, la labor docente es dinámica y no debe cesar, especialmente en momentos históricos de inflexión como el actual, y aconseja a los estudiantes de Educación la experiencia docente: “Tenemos que formar para el mañana, no para el ayer. La formación y la experiencia tienen que ser lo más amplias posible: experiencias internacionales e interculturales, visitas a centros innovadores o formación en distintas formas de seguimiento del aprendizaje, etc. Pero sobre todo aconsejo ejercer la docencia; un docente se convierte en profesional de la educación cuando decide observar y aprender de sus estudiantes”.
La IA revoluciona las aulas: es necesario aprender para enseñar mejor
Las herramientas de inteligencia artificial han irrumpido de manera drástica y radical en las aulas provocando una auténtica revolución para la que la mayoría de los docentes no estaban preparados, según reconoce el director de los grados de Educación de la Universidad CEU San Pablo. Para que los docentes puedan dar respuesta, cree que es necesario disponer de más formación sobre en qué consiste la IA y sus usos educativos: “ Es tentador, pero a la vez poco inteligente, hacer como que no existe la IA y pretender mantenerla fuera de las aulas. La tarea, por tanto, consiste en formarse en las posibilidades que brinda para mejorar el aprendizaje de nuestros alumnos, que no debe dejar de ser el principio que guíe todas nuestras acciones como profesores”.
Para la decana de la Facultad de Educación de la Universidad Camilo José Cela es importante adoptar un rol activo y tomar las riendas de la transformación, siendo proactivos y creativos y repensando los contenidos y formas de evaluación: “Sabiendo lo que puede hacer ya una IA, lo que debemos hacer es un acompañamiento experto de nuestros estudiantes, hacia la consecución de aquellas habilidades, competencias, conocimiento y valores que los distingan significativamente de una IA. Esto es mucho más complicado que explicar el contenido de una lección”.
El reto de enseñar requiere pasión, excelencia y propósito, como destaca Carmen Sánchez Ovcharov y es una moneda de dos caras: “Una es enseñar y la otra es aprender; una no existe sin la otra. Fomentamos la pasión de aprender, para que nuestros estudiantes alcancen la excelencia en el enseñar”. Eduardo Baura García destaca la importancia de formar a los mejores profesores del futuro, con una formación que vaya más allá de lo académico y busque su crecimiento personal porque como destaca “los grandes profesores inspiran no solo por lo que saben, sino por su modo de ser y querer a sus alumnos”.
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