Todo el torneo han ido demostrando un nivel muy, muy alto, y en la final, más todavía. Su racha, cortada hace unos torneos, vuelve a iniciarse y lo hace por la puerta grande, tras una reinvención de su estilo, un reseteo necesario, un paso atrás para dar dos o más hacia delante.
Maxi Arce y Franco Dal Bianco han hecho de Puebla uno de sus lugares predilectos, una nueva conquista, tras arrasar de principio a fin y, en la final, ofrecer un monólogo absoluto. Ni opción casi a sacar la pala del paletero dieron a Juani De Pascual y Gonzalo G. Alfonso, quienes casi sudaron más en el calentamiento previo que en lo que al partido se refiere.
El despliegue de los líderes de la clasificación fue sublime, acumulando uno tras otro un buen puñado de breaks que les dieron una ventaja enorme y, a su vez, que sepultaron todas las posibilidades de que Alfonso y De Pascual respondieran. El público veía como Maxi y Franco manejaban la bola, el tiempo del partido y la táctica a su antojo, cómo volaban en la pista y cómo estaban en todos los lados, atacando con insistencia y acierto, desplegando una de sus mejores versiones del año.
Obtuvieron su venganza tras caer ante estos mismos rivales en Paraguay, y lo hicieron apabullando totalmente (6-2 y 6-1) en un partido que no tuvo apenas historia, pues fue visto y no visto; no llegó siquiera a la hora de juego pues hubo muchísima diferencia de rendimiento entre las dos parejas presentes.
El Simsa Puebla Open permitía que los nº1 se coronaran por novena vez este año y que amplíen su margen en la tabla. Quedan dos torneos y son, sin duda, los grandes rivales a batir.
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