Profesionales de la industria, expertos en empleo y género y emprendedores sociales se dieron cita el pasado 13 de diciembre para debatir sobre “Empleo y género: sostenibilidad social en turismo”, en el marco de la II Jornada Anual de la Cátedra de Turismo, Sostenibilidad e Innovación IQS-URL, organizada por el centro universitario con la colaboración del Ayuntamiento de Barcelona.
En un contexto de sostenibilidad social, el modelo turístico actual precisa una profunda transformación. Con este punto de partida, la segunda Jornada Anual de la Cátedra se convirtió en un espacio de encuentro para exponer, analizar y debatir abiertamente los grandes retos que afronta un sector marcado por la precarización y la baja calidad del empleo, por la dificultad para retener el talento y, en especial, por las desigualdades de género, protagonistas destacadas de esta jornada. El encuentro puso sobre la mesa una llamada unánime e inminente a pasar de las palabras a la acción y hacer efectiva la transformación del sector.
“Es importante que el tema de esta edición sea ‘Empleo y género: sostenibilidad social en turismo’ porque demuestra nuestro compromiso desde IQS, no solo en sostenibilidad y en turismo, sino también en cuestiones de género. Y no como ‘greenwashing’ o porque está de moda, sino porque es un tema que nos preocupa como institución, que nos debería preocupar como país y como sociedad, y que somos capaces de llevar a unas jornadas para otorgarle la dimensión que merece”, explicó a modo de bienvenida el Dr. Salvador Borrós, director general de IQS; acompañado en el acto inaugural por el Dr. Flavio Comim, decano de IQS School of Management, y la Dra. Gilda Hernández-Maskivker, directora de la Cátedra Turismo, Sostenibilidad e Innovación de IQS.
Cara y cruz de un sector en transformación
El sector turístico es uno de los principales empleadores del mundo: uno de cada diez empleos se asocia con la actividad turística, según la Organización Internacional del Trabajo de Naciones Unidas (OIT). Pero también un sector marcado por la precariedad laboral. Pero, ¿qué se entiende por precariedad? “A menudo se asocia erróneamente a temporalidad. Para mí, la precariedad es el resultado de un proceso histórico que tiene que ver con las políticas de flexibilidad laboral, que las empresas acaban utilizando para ajustar costos a sus necesidades, y las políticas públicas de carácter neoliberal. La suma se traduce en esta debilidad e inseguridad permanente de la clase trabajadora en el ámbito del turismo”, explicó Ernest Cañada, geógrafo del trabajo y experto en turismo en Alba Sud, durante su ponencia “Empleo turístico y precariedad”, basada en un estudio propio sobre las camareras de piso, uno de los colectivos más afectados.
A la precariedad, ya de por sí compleja, se unen otros retos. En España, el turismo es además un sector muy feminizado en el que las mujeres representan el 60% de la fuerza laboral, según la Organización Mundial del Turismo (OMT), si bien solo un 34% ocupan puestos de liderazgo. Ellas, además, se quedan en los puestos de trabajo más precarios y ganan en promedio un 20% menos que los hombres.
Frente a la percepción de las camareras de piso del estudio, que describen su trabajo como un “sometimiento”, existe una versión extendida de que “el turismo mejora la vida de las mujeres porque genera empleo y que, gracias a su flexibilidad, les permite obtener ingresos mientras pueden seguir con sus responsabilidades de cuidado”, explicó Cañada. Como punto de partida para revertir la situación, Cañada invita a una reflexión crítica y a preguntarse: “¿Realmente esto es así o más bien las empresas se benefician de desigualdades estructurales y las naturalizan?”.
En el encuentro quedó claro que la brecha de género en la industria turística es una realidad y acabar con ella, una prioridad. “El título inicial de mi ponencia era ‘Turismo y brecha de género: realidad y soluciones’, pero es tarde para quedarse solo en hablar: hoy quiero hacer una llamada urgente a la acción”, instó Mireia del Pozo, presidenta del Centro de Estudios de las Mujeres de Europa. La experta recordó que, el septiembre pasado, el titular en los medios de comunicación era que la ocupación en España había subido como nunca. “No nos quedemos solo en los datos positivos, aprendamos a analizar y cruzar todos los datos”, pidió Del Pozo.
En este sentido, del Pozo se centró en la situación de España a nivel de sesgos y en cómo los están aplicando las empresas en comunicación, recursos humanos, bienestar, cultura y sostenibilidad. “España suspende con una nota media de entre un 3 y un 3,5”, según los datos con los que se trabaja en la Agenda 2030 con la European Comission –afirmó-, lo que significa que España no sabe aprovechar lo que tiene ni a nivel legal, ni tecnológico, ni de talento...”. Por ello, insistió en la necesidad inminente de un cambio que pase por interiorizar la perspectiva de género.
Por obligación o por convicción
De pasar a la acción se habló también en las dos mesas redondas que complementaron esta jornada. “Precariedad”, “policrisis” y “cambio de paradigma” fueron las palabras clave para describir la situación actual en la que se encuentra el sector turístico, por parte de los participantes en la mesa redonda sobre empleo. Moderados por el Dr. Ricard Santomà, vicedecano de Turismo de IQS School of Management, intervinieron Héctor Suárez, coordinador de la Delegación del Baix Llobregat de la Fundación Formació i Treball; el Dr. Claudio Milano, profesor, consultor y Fellow Ramón y Cajal en la Universidad de Barcelona, y Xavier Martín, CEO de Turijobs. “El sector turístico debe cambiar, por convicción o por obligación. O eso, o no habrá profesionales que quieran trabajar en turismo”, zanjó Martín, fundador de la mayor plataforma de empleo del sector.
En cuestiones de género, el cambio pasa no solo por aplicar políticas y planes de igualdad, sino por dar visibilidad a las mujeres en el sector. Así se desprendió de la mesa redonda moderada por la Dra. Daniela Freund, coordinadora del Grado en Gestión Turística y Hotelera IQS, en la que participaron la Dra. Sara Berbel, consultora y ex-CEO del Ayuntamiento de Barcelona; Eva Vila-Massanas, cofundadora de WeEQUAL y Juno House, y Eva Ballarín, investigadora y divulgadora independiente. Berbel, que abrió la mesa de debate aportando datos sobre la invisibilidad de las mujeres como colectivo influyente en el ámbito económico, concluyó que la solución pasa por la redistribución económica, pero también por el reconocimiento. “Si a las medidas económicas no le sumamos reconocimiento, no sirve de nada”, confirmó Ballarín.
“Hay un grave problema de falta de concienciación de que la diversidad, de género o de cualquier tipo, aporta valor”, apuntó Vila. Desde su experiencia como asesora, afirmó que aún hoy la mayoría de las empresas abordan los planes de igualdad como una oportunidad para hacer ‘greenwashing’, pero no por convicción. “Menos hablar, y más acción”, pidió Ballarín, para acabar con la brecha de género.
La jornada concluyó con dos proyectos emprendedores, Vive4all, capitaneado por Montse Vivero, que aúna la preocupación de la empleabilidad de género con la accesibilidad como asignatura pendiente en turismo; y la Fundació Mescladís, presentada por su director, Martín Habiague, que recordó a los asistentes que “junto a las tres Rs de la Responsabilidad social, ambiental y económica; debemos añadir la responsabilidad emocional”. Una cuestión crucial para comprender el futuro de una industria que necesita seguir trabajando en ofrecer oportunidades y valorar su potencial de transformación.
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