El día 11 de enero a las 21:00 h. hora española, gran cantidad de personas subieron a sus redes un videomontaje donde se pueden ver fotos del perro Symba, robado a su tenedora, Ani Dexter, hace seis años. En el emotivo videomontaje, además de las imágenes referidas del perro robado, aparecen caras conocidas del mundo del arte y la televisión, entonando una frase clave que es la misma que el hastag creado para el empeño: "Yo también quiero que Symba vuelva a casa". Aunque hayan pasado ya seis años desde el día en que alguien robó a Symba de su entorno, de su mejor amiga y madre humana Ani, ésta no se rinde y sigue buscándola. Este empeño para las redes que pretende hacerse viral (pensado y coordinado por una amiga de Ani especializada en organizar actos con personas conocidas), fue el resultado de la pugna contra el destino de Ani, en su búsqueda de su perro Symba.
Es un empeño cuyo objetivo es que el vídeo en cuestión ruede por el mundo y nadie quede sin conocer la historia, todo el mundo vea a Symba y sepa cómo es, y al final el perro robado aparezca. Cualquier persona puede grabarse a sí misma diciendo "Yo también quiero que Symba vuelva a casa" y subirlo a sus redes, acompañado del hashtag #yotambienquieroquesymbavuelvaacasa.
En el videomontaje que se puede hallar en redes, aparecen caras conocidas en el mundo del arte, la televisión, así como destacadas y destacados activistas por los derechos de los animales; nombres como Ricardo Castella (La Resistencia), Emma Ozores (actriz), Danny Boy Rivera (cómico), David San Martín (rescatista de gatos), Nerea Garmendia (actriz), Juan Jordán (cantante), Beatriz Rico (actriz), María Molero (periodista y reportera), Bianca Kovacs (cómica), Raúl Fervé (cómico), Aida Hurtado ( protectora luchando por los ppp), Eloi Yebra (actor y cantante), Cristina Llanos (refugio del Perla), Ángel Padilla (poeta de los animales), Kano Sunsay (cantante), Carmen Alcayde (presentadora), Luis Álvaro (cómico)... Y se siguen sumando...
Anexo: poema "Dime", de Ángel Padilla DIME En este mundo hay padres que abandonan a sus hijos, amigos de años que de pronto te dejan de hablar. Un perro jamás lo haría.
El hombre vende al hombre. Los soldados entran en las casas. La mujer y el hombre a lo largo de sus vidas mienten muchas veces. Un perro jamás lo hace.
Los amores se rompen, amores de años, decaen y mueren. El amor del perro subsiste a la muerte.
Dime si crees que como ama el perro hay algo superior aquí. Dime si su fidelidad es comparable a otra. Dime si pondrías la mano en el fuego por un amigo humano, en los momentos malos, en la ruina, la soledad, el caos, la muerte, hasta la tumba te sigue tu hermano perro. Tu hijo perro.
Tu padre perro.
Este mundo es un perro, que olvidó su corazón real.
Que no sabe jugar como el perro. Vivir el segundo como el perro. Sentir las cosas en su profundo sentido sagrado como el perro. Ya no sabemos qué somos.
Y mientras tanto las guerras, los atropellos, las cárceles llenas de culpables e inocentes.
Suenan las campanas de una vieja iglesia. Parece que aquí todo va a ser igual y nunca va a cambiar.
Y todo va a ir a peor. Los ojos de los que nos cruzamos por la calle lo atestiguan.
Mas no dicen lo mismo los ojos del perro. Allí debemos buscar, aprender, reeducarnos.
Dime si no tengo razón cuando digo que el perro que se ha ido de tu lado ha sido sólo por la muerte, que es la única capaz de vencerlos y que desde entonces jamás has dejado de sentirlo en tu pecho como una presencia más grande que el universo.
Eso es porque ni siquiera en la muerte se van, centinelas. Y rodean nuestro campo de amapolas lamiéndonos los ojos cuando lloramos.
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