Ser artista es tan hermoso como duro, incluso para los que llegan al estrellato y al éxito. Han sido y son tantos los actores y actrices y cantantes y diferentes famosos los que tras ser reconocidos sufren de esa soledad.
Quién de nosotros no recordamos con nostalgia y cariño esas películas y series de los fines de semana, pero tarde o temprano la soledad les alcanza.
Son tantos los ejemplos que me gustaría centrarme en el último que nos ha dejado, el gran Arévalo, un referente dentro de la historia de España, una parte obligada del humor en este país.
Un gran hombre al que tuve la oportunidad de conocer por los años 90 y tratarlo, un ser excepcional, del que sólo puedo decir elogios, al menos en la parte que lo conocí. Un hombre que enviudo y que el amor de nuevo le sonrió con su última pareja, Malena Gracia, gran persona y artista también. El destino es caprichoso y al final dejaron su relación, aunque mantuvieron ese cariño y admiración el uno por el otro hasta el final de sus días. Tanto es así que ella le buscó algunas entrevistas para Arévalo en diferentes medios meses antes que nos dejara. De hecho, hasta yo mismo hable con él a finales de noviembre para dedicarle una entrevista sobre su carrera y la actualidad del mundo del espectáculo actual.
Fueron algunas las conversaciones las que tuvimos y especialmente muy agradables. En todo momento me recalcó la admiración y el cariño que sentía por Malena a la que siempre le estaría agradecido por su cariño, respeto y comprensión. Recuerdo sus cariñosas palabras en la última conversación telefónica: “Malena es ese ángel que apareció en mi vida y a la que sólo le puedo dar cariño, amistad, respeto y afecto. Ella es y será parte de mi familia siempre”.
Nos emplazamos a la entrevista para después de las fiestas navideñas y con gran pesar no se ha podido llevar a cabo.
Gracias por tu inmensa generosidad, aunque ahora no estés entre nosotros, siempre te llevaremos en el corazón con una maravillosa sonrisa y recordaremos lo grande que has sido. Un verdadero Maestro de la sonrisa.
Sólo me queda darle las gracias, allá donde esté, seguramente sacando sonrisas a los que ahí se encuentren como siempre hacía mientras estuvo aquí.
Un hombre millonario en el cariño de la gente pero que como todo artista al final llevo una vida muy normal y alejada de las grandes riquezas.
Ese es un mito que va unido al artista, que se cree que son realmente millonarios no sólo en afecto y cariño sino en dinero y propiedades.
La realidad es que muy pocos, contados con los dedos de las manos lo consiguen, aunque por su trabajo bien se lo merecerían, pues contribuyen a nuestra felicidad cotidiana, especialmente en los momentos más duros. No es tanto por su talento y su profesionalidad, que suele ser muy grande sino por la inestabilidad que la misma profesión, la de artista conlleva, pues son muchos los tiempos en los que no se trabaja y se tiene que mantener con lo que se ha ahorrado.
Más triste me parece que en esos tristes momentos de las despedidas siempre haya escenas tan poco edificantes como las que estamos viviendo con lo que está pasando con Malena. Quiero suponer que son algunos malentendidos los que llevan a esta situación de enfrentamientos. Bien puedo decir que las palabras que Malena, que como periodista me ha referido de Arévalo ha sido de discreción, de respeto y admiración por su figura, la de Arévalo y nada más lejos de lo que estoy asistiendo estupefacto.
De hecho, en alguna ocasión, algunas, siempre me comentó “mi segunda familia es la de Paco a la que quiero mucho, él para mi es, ha sido y será la persona más importante que he tenido en mi vida. Siempre estará en mi corazón y lo que esté en mi mano lo tendrá. Adoro sobre todo a su hija a la que considero como si fuese mía “
Un gran artista como Arévalo que tuvo lo que muchos españoles tienen, su vivienda pagada y el pasar de cada día, totalmente alejado de mayores riquezas, ganadas con su trabajo, su talento y su profesionalidad.
Este artículo quiere ser un homenaje a esos grandes Arévalo, Conchita Velasco, y tantos otros que fueron y serán millonarios en afecto y cariño y agradecerles los felices que nos hicieron con esos hermosos momentos que no olvidaremos.
Animo a todos y todas que quieren mostrar su talento y ofrecerlo generosamente a nosotros los espectadores que acudimos a verlos, a escuchar su música o a comprar sus libros y agradecerles esa entrega que hacen a diario y seguirán haciendo en futuras generaciones.
Amor puro y duro por el arte y lo único que los empuja es el aplauso del público y su cariño. Escuchar sus risas, sus aplausos y que los feliciten por que no han conseguido hacer vibrar la emoción. ¿Cómo puedo saberlo? Muy sencillo, pues soy uno de ellos, que escribe, ama la palabra y que lleva la actuación desde que a mis 18 años fui amateur, en un escenario teatral, y ahí sigo luchando por mi sueño a pesar que ya he pasado los 50.
Quizás para terminar debería emplear las palabras de Evaristo Ramos, vocalista de La Polla Records, que relativo a la vida del artista dijo: “¡Qué mierda!, son mis putos recuerdos que se perderán en el olvido tarde o temprano, una parte de mi vida que ya fue, una pequeña historia de un tiempo salvaje por el que pasé casi sin enterarme”.
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