Aunque no es posible cerrar los poros completamente, sí se pueden tomar medidas para reducir su tamaño y mantener la piel bonita y saludable al mismo tiempo, como hacer una limpieza profunda, echar mano de buenas mascarillas (por ejemplo de arcilla o carbón activado) o probar con algunos tratamientos profesionales como el peeling químico, el láser o la microdermabrasión.
Los poros son pequeñas aberturas en la piel que permiten la transpiración y la secreción de sebo, un aceite natural que mantiene el cutis hidratado y protegido. Sin embargo, diversos factores como la genética, el envejecimiento, el daño solar y la acumulación de grasa y suciedad, pueden hacer que se vean más grandes y prominentes. Afortunadamente, haysoluciones para combatir este problema:
1/ Limpieza Profunda: Es un paso fundamentalen el cuidado de la piel, especialmente cuando se trata de reducir la apariencia de los poros. Pero para conseguir buenos resultados, hay que hacerlo de manera efectiva: “Debemos elegir un buen limpiador para nuestro tipo de piel, con ácido salicílico o peróxido de benzoilo si es muy grasa o tiene acné, o sin fragancia ni alcoholes irritantes si es sensible. En cuánto a la técnica, mejor el agua tibia antes de aplicarlo, siempre con movimientos circulares y suaves, cubriendo todas las áreas de la cara” – nos explica Esperanza Sáenz, responsable de imagen de NezeniCosmetics, que también recomienda herramientas de limpieza como cepillos faciales y esponjas de konjac, así como otros productos como los tónicos formulados con ingredientes astringentes que ayuden a minimizar la apariencia de los poros.
2/Exfoliación: Puede ser tu mejor aliado para reducir el tamaño de los poros. Al eliminar las células muertas de la epidermis, se previene la acumulación de residuos que pueden obstruir los poros y hacerlos más notorios: “Lo mejor es usar exfoliantes químicos que utilicen ácidos como los alfahidroxiácidos o betahidroxiácidos para disolver las células muertas. Son ideales para piele sensibles o con tendencia al acné. Además de los ácidos glicólico y láctico, recomiendo los exfoliantes físicos, ya que contienen microgránulos muy efectivos, en este caso mejor en pieles más resistentes” – aconseja Esperanza Sáenz.
3/ Hidratación: Es un aspecto vital en el cuidado de la piel, especialmente si buscas minimizar la apariencia de los poros, ya que una piel bien hidratada tiene una textura más suave y también una apariencia más lisa y uniforme, lo que ayuda a que los poros se vean menos.La hidratación permite igualmente que la barrera cutánea funcione bien, protegiendo la piel de irritantes y minimizando la producción excesiva de sebo, que puede contribuir a la obstrucción de los poros.
4/ Protección Solar: Gracias a los protectores solares, mantenemos los poros con un aspecto más fino y menos visible: “La exposición prolongada al sol puede dañar la piel y degradar el colágeno y la elastina, esenciales para una piel firme y poros más pequeños. Ese daño solar también hace que la capa externa, la epidermis, se engrose, y los poros se vean más grandes”.
5/ Mascarillas y tratamientos caseros:Incorporarlos en tu rutina facial puede ser una forma efectiva y natural de minimizar la apariencia de los poros, ya que estos tratamientos pueden ayudar a limpiar, exfoliar y nutrir la tez, contribuyendo a una textura cutánea más suave y refinada. Desde NezeniCosmetics recomiendan las mascarillas de arcilla y carbón activado, y también de yogur y miel, ácido cítrico o de avena, esta última por su efecto calmante: “La arcilla ayuda a absorber el exceso de grasa y a eliminar impurezas, el carbón activado extrae toxinas y suciedad, y el ácido cítrico, actúa como un exfoliante natural. La mascarilla de yogur y miel se aconseja porque tiene ácido láctico que ayuda con la exfoliación, y la miel por sus propiedades humectantes y antibacterianas.
6/ Tratamientos profesionales: Además de los cuidados en casa, hay algunos tratamientos profesionales que pueden ofrecer resultados más notables en la reducción de los poros, siempre realizados siempre por personal cualificados. Hablamos de la microdermabrasión (no invasiva y con resultados en pocas sesiones), el peeling químico ya sea superficial o más profundo, y las terapias con láser para reducir el tamaño de los poros y mejorar la textura dérmica.
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