¿Por qué, especialmente su parabrisas, se cubre de hielo antes que los objetos circundantes? Desde Carglass® España nos dan respuesta a estas preguntas, y nos ofrecen unos consejos para retirar el hielo del parabrisas del modo más eficaz. Nos recuerdan que jamás se debe emprender la marcha con una capa de hielo que dificulte nuestra visión.
1. ¿Por qué algunas noches hiela, y otras no? Las heladas invernales se producen por una combinación de diversos factores, el primero de ellos, la temperatura y humedad del aire. El concepto clave a entender es el “punto de rocío”, que es la temperatura a la cual se debe enfriar el aire para que el vapor de agua que contiene se condense en rocío o escarcha. El aire que nos rodea siempre tiene vapor de agua, en mayor o menor medida; es sólo una cuestión de cuánto se enfría para alcanzar ese punto de saturación. Cuando más vapor contiene el aire, menos enfriamiento necesitará para llegar al punto de rocío; en el lado inverso, en lugares con aire seco hará falta más frío para que se produzcan heladas.
Otro factor a tener en cuenta es la presencia o ausencia de nubes. En las noches despejadas la probabilidad de que hiele es mucho mayor, porque la superficie terrestre irradia su calor hacia un cielo más frío. Cuando está nublado, la superficie irradia menos calor, ya que el cielo es menos frío. Además, las nubes refractan, o absorben y vuelven a irradiar la energía calorífica que reciben de la superficie.
El viento también influye en la presencia de heladas. Al producir movimientos de aire circundante sobre los objetos a diferentes temperaturas, dificulta que se genere la escarcha sobre ellos.
2. ¿Por qué en unas zonas hiela más que en otras? Además de la temperatura, y la mayor o menos presencia de humedad y viento; hay otros factores que influyen para que se produzcan heladas. Por ejemplo, es mucho más probable que se produzca escarcha en una zona plana que en una en pendiente, ya que esta última propicia los movimientos e intercambios de aire a diferentes temperaturas.
Otros factores interesantes son la altura, y también la altitud. A nivel del suelo la humedad relativa aumenta más a medida que baja la temperatura y se necesita menos vapor para saturar el aire. En cuanto a la altitud, las ciudades situadas a una mayor altitud sobre el nivel del mar tienden a tener una presión atmosférica más baja. Como el incremento de la presión barométrica aumenta el punto de rocío, es mucho más probable que, a igualdad de condiciones, hiele más en una ciudad como Badajoz (a 186 metros sobre el nivel del mar) que en Madrid (a 655 metros). Por último, en una zona cubierta o rodeada de árboles es menos probable que se concentre la escarcha que a cielo descubierto.
¿Por qué se hielan antes los coches que el suelo? A medida que bajan las temperaturas, el metal y el vidrio de un automóvil irradian más calor y se enfrían más rápidamente que la tierra o el asfalto. Por este motivo la humedad se concentra más sobre ellos y el hielo cristaliza más rápido.
¿Y por qué se hielan antes el techo y el parabrisas que el resto del coche? Por dos motivos: su orientación hacia el cielo y su inclinación. El techo y el parabrisas de un automóvil tienen un área grande orientada hacia el cielo y puede perder mucho calor a través de la radiación, mientras que las ventanillas y los laterales de la carrocería miran principalmente hacia los lados, con un entorno tan frío como el cielo. Además, la posición más horizontal de ambos elementos favorece la concentración de la humedad y de la escarcha, las ventanillas y los laterales del coche tienen una exposición muy pequeña a la humedad que cae del cielo. En términos generales, sobre un parabrisas cae alrededor de 25 veces más humedad que sobre las ventanillas laterales.
Por otro lado, el parabrisas tiende a congelarse antes que el techo porque se enfría antes. La razón es que el techo recibe calor del resto de la carrocería por la elevada conductividad térmica del metal, mientras que el parabrisas está aislado de los marcos metálicos de la carrocería y tiene menos capacidad de recibir calor del resto del coche por la menor conductividad térmica del cristal.
Cómo retirar el hielo del parabrisas Descongelar el parabrisas con agua muy caliente, o con el aire de la calefacción a temperatura elevada, puede dañar el cristal seriamente por el cambio brusco de temperatura, provocando su rotura. Y este efecto se intensifica notablemente si el parabrisas tiene un impacto. En los experimentos realizados con una temperatura externa de -10ºC, el 81% por ciento de los parabrisas con un impacto se rompió en menos de cinco minutos tras encender la calefacción. A -5º, esa tasa es del 70% e incluso a 0 ° C sigue siendo muy alta: un 59%. Esas mismas pruebas se realizaron con parabrisas reparados con la tecnología desarrollada por Carglass y ninguno se rompió.
No es recomendable accionar los limpiaparabrisas cuando el cristal está helado, pues se daña la superficie de las escobillas, que dejarán marcas en el cristal cuando llueva.
Si no queremos quitar el hielo por las mañanas, lo más sencillo es proteger el parabrisas con un simple cartón sujeto con los limpiaparabrisas, que podemos guardar en el maletero.
La mejor forma de quitar el hielo es emplear una rasqueta de plástico, que actúa con eficacia y no daña la superficie del cristal. Cuestan muy poco y llevar una en la guantera nos facilitará la vida cada mañana de invierno. Otro método es o rociar el cristal con alcohol, que derrite el hielo con rapidez.
Carglass recomienda aplicar en el parabrisas un tratamiento específico repelente de líquido e insectos, que además de mejorar sustancialmente la visibilidad diurna y nocturna en situaciones de lluvia, evita la congelación de las lunas en condiciones no muy extremas y facilita la retirada del hielo.
La frase del día "Los consumidores son gente razonable. Escogen coches franceses porque estiman que es una compra razonable; otros prefieren a los japoneses por su fiabilidad, a los suecos por su robustez, a los alemanes por su calidad de fabricación, a los coreanos por su relación calidad-precio... Sin embargo la clientela de los ingleses y los italianos no busca excusas. Esa gente no consume, se da el capricho, sólo la pasión guía su elección".
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