Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Estado | GOBIERNO | Seguridad | Protección | libertad

Leviatán omnisciente

Seguridad versus libertad, esa es la cuestión
Juan Antonio Freije Gayo
viernes, 9 de febrero de 2024, 10:39 h (CET)

Ser omnisciente, bueno y todopoderoso han sido, y son, rasgos atribuidos a Dios, a pesar de la incompatibilidad entre los mismos una vez observado el mundo, pues, ante la existencia del Mal y del dolor, si Dios es bueno, solo cabe pensar que sea bueno y todopoderoso, pero no omnisciente, o tal vez omnisciente y todopoderoso, pero no bueno, o acaso omnisciente y bueno, pero no todopoderoso, por la imposibilidad de que reúna las tres idiosincrasias si aplicamos la mínima racionalidad en el análisis.


Sin embargo, se tiende a transferir, en nuestro tiempo, características tales al moderno Leviatán, o Estado, tal vez por aquello de que, como afirmaba Chesterton, cuando los humanos dejan de creer en Dios, empiezan a creer en cualquier cosa. Pero no es baladí el asunto del Leviatán, considerado por Hobbes como entidad terrorífica pero necesaria para una dosis razonable de paz y para proteger a cada individuo de los otros. Partía el filósofo del ya casi manido “homo homini lupus est” (el hombre es un lobo para el hombre) justificando  así el Estado absolutista; y escribió aquello de que «debemos concluir que el origen de todas las sociedades grandes y estables ha consistido no en una mutua buena voluntad de unos hombres para con otros, sino en el miedo mutuo de todos entre sí». Aunque se le ha atribuido, en parte, a su pensamiento una cierta ligazón con el liberalismo,  se relaciona más bien, algunos estudios así lo muestran, con el absolutismo, nutriendo por tanto la ideología sustentante de una serie de monarquías de los siglos XVII y XVIII.  A pesar de ello, su concepción coincide, y mucho, con la que, en nuestros días, y sobre todo en la Izquierda, aunque también en gran parte de la Derecha, resulta mayoritaria.


Y es que nos inclinamos, tal vez, por un Estado que, como se atribuye a Dios, sea omnisciente, bueno y todopoderoso. Es decir, un Estado que conozca lo que es bueno para nosotros y para nuestro entorno, protector de la sociedad y del planeta, salvaguardando a cada cual del resto y amparando a todos del mal y de la injusticia; de ahí su índole bondadosa. Y lo queremos, asimismo, cada vez más todopoderoso, capaz de ejercer su bondad aplicando las conclusiones de la omnisciencia que se le supone. Pero, claro, no es el Estado un todo que supere a la suma de sus partes; además, su funcionamiento e inclinaciones coinciden con las de los individuos concretos que lo gestionan.


¿Podemos suponer que, dichos individuos, en su omnisciencia política y general, tienen la magia para determinar nuestra vida? ¿Pueden acaso saber qué es lo correcto y saludable? ¿Predicen lo que nos conviene?  Solo hay, creo, dos opciones. O bien somos libres para decidir, aun a riesgo de equivocarnos y de elegir la posibilidad más dañina, o bien nos tornamos súbditos del Leviatán y acatamos de manera acrítica sus decisiones, en un tropismo colectivo orientado a la obediencia placentera. Se trata de optar, en última instancia, entre la seguridad del Zoo o la vida fuera de sus límites, con sus ventajas e inconvenientes. Seguridad versus libertad, esa es la cuestión.


Afirmó Dwight D. Eisenhower: “Si quieres seguridad total, ve a la cárcel. Te alimentan, te visten, te dan cuidados médicos. Lo único que falta es la libertad”. Igual eso es lo que queremos.

Noticias relacionadas

Hay pueblos que están condenados a vagar por el mundo sin un lugar donde poder asentarse. Son pueblos convertidos en nómadas porque así lo han decidido las grandes potencias colonialistas e imperialistas que dominan el mundo. Al recuerdo me vienen los kurdos, un pueblo de más de treinta millones de personas repartidas entre Turquía, Irán, Irak, y Siria, sin la posibilidad de tener un estado propio.

Vance es vicepresidente de EE UU. Nacido James Donald Bowman, usa el apellido de un marido de su madre que lo adoptó de niño. 40 años. Humilde. Doctor en Yale. Su discurso en la Conferencia de Seguridad en Múnich es noticia. La BBC publicaba ‘El vicepresidente de EE.UU. lanza en Múnich un duro ataque contra las democracias de Europa y genera indignación’. 

Desgraciadamente, en la actualidad hay montones y montones de individuos que lo aceptan todo, y muchos tienen el decoro de ocultarlo, pero hay otros que subestiman tanto a sus semejantes y que son tan necios que incluso se lo demuestran al mundo entero a través de los medios de comunicación.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto