MVGM, compañía referente europea en Property Management, ha publicado el informe correspondiente al cuarto trimestre de 2023, en el que se recogen datos y tendencias de sus activos inmobiliarios.
La dificultad de acceso a la financiación, tanto por su mayor coste como por el aumento en los requisitos de solvencia, y los tipos de interés altos, son algunos de los indicadores que han marcado el ritmo del mercado residencial durante 2023 y que han derivado en una caída significativa de las ventas de viviendas de tipo medio o asequible. Esta tendencia se diferencia de los inmuebles prime o de lujo, que sí han seguido con buenas cifras de transacciones y alta presión de comprador extranjero.
Subida de precios del 8,8% en España
Tal y como refleja MVGM en su informe, a pesar de la reducción en las transacciones, los precios de venta han continuado creciendo durante todo el año, alcanzando una subida del 8,8% en España, con incrementos en Madrid cercanos al 10% y en Barcelona al 5%. Especialmente la obra nueva ha registrado una fuerte subida de precio, alcanzando un 15% en algunos mercados.
“Las subidas de precios de venta vienen motivadas por un descenso en el stock de vivienda en venta, además de un menor número de proyectos en construcción, lo que provoca un desfase entre las necesidades de vivienda y la nueva construcción, sobre todo en las grandes ciudades”, apunta Faustino García, portavoz del área residencial de MVGM Iberia.
Marcado cambio de tendencia hacia el alquiler
Ante la dificultad de compra, gran parte de la demanda se ha desplazado al alquiler, en ocasiones única posibilidad habitacional. Así, a fecha diciembre de 2023 y comparado con el mismo periodo de 2022, se han podido ver incrementos anuales de rentas del 19,9% en Madrid y 13,3% en Barcelona.
“La oferta de vivienda en alquiler es ineficiente y, además, las medidas legales adoptadas por el Gobierno han trasladado la oferta del alquiler permanente al alquiler de temporada, en diversas fórmulas: coliving, flex living, vacacional, turístico, etc., dificultando aún más el acceso a la vivienda estable a las personas y familias más desfavorecidas”, añade García.
Los fondos inmobiliarios ralentizan su interés en los grandes proyectos Built to Rent de alquiler tradicional
Los inversores institucionales siguen muy interesados en el living, pero la indefinición legal impide calcular unos flujos de caja con ciertas garantías, por lo que están dejando en standby el llamado producto “affordable” o asequible, más regulado y ajustado en rentabilidades, y están desviando inversiones hacia los productos alternativos antes comentados. Los proyectos de mayor tamaño se están realizando bajo la fórmula del flex living, que permite además implantaciones en suelos terciarios. Una regulación que limita las rentas, establece actualizaciones por debajo de IPC y sobre protege al okupa y al inquilino moroso provoca una huida de los inversores generadores de producto.
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