Joaquín Costa, Ingeniero en Telecomunicaciones de la Universitat Politècnica de València (UPV), lidera el Grupo CASFID, una empresa tecnológica pionera en la gestión de eventos en España, dejando una marca indeleble en el mercado de festivales de renombre gracias a sus pulseras inteligentes y servicios como la venta de entradas online a través de plataformas como Enterticket e IDASFEST.
La empresa, en pleno proceso de internacionalización, ha expandido su presencia a países como México; Portugal; Marruecos; Croacia; Holanda; Francia; Italia y Estados Unidos, con el compromiso con la innovación constante y la excelencia en la experiencia del usuario, permitiéndoles mantener una posición destacada en el mercado al ofrecer soluciones adaptadas a las necesidades cambiantes del mercado de eventos a nivel global.
¿Cómo contaría a alguien que no sea muy ducho en temas tecnológicos a qué se dedican en CASFID de manera que entienda la explicación sin sentirse abrumado por términos técnicos? Voy a responder como si la que me hubiera preguntado fuera mi propia abuela, y ella pudiera entenderme perfectamente. Nuestro objetivo principal es brindar un servicio tecnológico que mejore significativamente la experiencia de cualquier usuario que asista a un evento, ya sea deportivo o musical. Esto es lo que podríamos llamar la visión general.
¿Cómo lo logramos? Desde el momento en que alguien compra su entrada hasta que solicita el reembolso del dinero que le sobra en las pulseras de cashless, nos encargamos de ofrecer tecnología, mediante nuestro software, hardware y pulseras para proporcionar una experiencia de usuario de alta calidad. Queremos que el usuario disfrute al máximo y, por ejemplo, que pueda recuperar rápidamente el dinero no gastado. De esta manera, aumentamos las posibilidades de que quiera regresar en futuras ediciones del evento, ya que se divirtió mucho durante su estancia.
Desde su visión empresarial ¿cuál es la importancia de la internacionalización para CASFID y a qué desafíos os enfrentáis en vuestra expansión fuera de nuestras fronteras? Actualmente, contamos con un equipo de 87 personas. Sin embargo, cuando éramos alrededor de 25, reconozco que no estábamos preparados para dar el salto internacional. Aunque era un deseo que nos encantaría haber cumplido, todavía teníamos mucho por hacer a nivel interno: operativo, procesos, entre otros aspectos. Decidimos posponer esta expansión para más adelante y centrarnos en fortalecer nuestra presencia en el mercado español, dadas nuestras raíces valencianas.
Nuestra estrategia inicial era adquirir experiencia sólida, construir un portfolio de casos de éxito con los mejores festivales y eventos, antes de aventurarnos en mercados extranjeros. Queríamos convencer a un público internacional que, a diferencia del mercado español que puede conocernos por nuestras apariciones en prensa, nos evaluaría desde cero. Este enfoque ha sido fundamental para nuestro futuro y estamos dedicando considerables recursos, esfuerzos e inversiones a nuestra expansión internacional, sin descuidar nuestro mercado local, donde ya tenemos una presencia significativa.
Un indicador de nuestro éxito en el mercado español es que aproximadamente el 80% de los eventos y festivales que utilizan el sistema cashless trabajan con nosotros. Para ponerlo en perspectiva, estamos presentes en 457 eventos, mientras que nuestro competidor más cercano apenas alcanza los 30-40. Aunque seguimos creciendo este año, hemos alcanzado un punto en el que el crecimiento se está desacelerando.
Nuestras primeras incursiones en el mercado internacional fueron una lección de humildad. Estábamos acostumbrados a que en España se nos abrieran todas las puertas, pero en países como Holanda, nos dimos cuenta de que éramos desconocidos. Esta experiencia nos ha impulsado a trabajar aún más duro para establecernos en estos mercados competitivos.
En México, hemos encontrado que la transparencia en nuestras transacciones es clave para construir relaciones sólidas y entrar en el mercado. Aunque ha sido un camino difícil, nuestro servicio responde directamente a las necesidades del mercado y estamos comprometidos a continuar creciendo y estableciéndonos en nuevas fronteras. ¿De qué modo cree que ha contribuido al crecimiento y éxito empresarial de CASFID, la estrategia de diversificación en diferentes líneas de negocio? Al principio, mi socio Javi, ingeniero de caminos, y yo, teleco, concebimos la marca CASFID como el acrónimo de Control de Accesos y Servicios mediante Identificación por Radiofrecuencia. Sin embargo, optamos por quitar la "R" para simplificar su pronunciación. Siempre cuento la anécdota de nuestro primer cliente, un congreso en la Fundación Bancaja, con unas 500 personas, seguido por un festival de 10.000 personas que por desgracia cerró posteriormente.
Luego, nos involucramos en el festival Medusa en Cullera, y el cuarto cliente pretendíamos que fuese el Palacio de Congresos de Valencia. Recuerdo reunirme con el jefe de compras en una cafetería para presentarle nuestro dossier, esperando que nos solicitara un presupuesto y nos contratara. Sin embargo, sucedió lo contrario. Aunque habíamos tenido éxito en eventos anteriores, el hecho de asociarnos con un festival en aquel momento problemático hizo que descartara cualquier posibilidad de trabajar con nosotros.
Este incidente me llevó a reflexionar y, al regresar a la oficina, le comenté a Javi que teníamos un problema: necesitábamos una marca que pudiera adaptarse a diferentes contextos. Así que, de manera bastante pragmática, lanzamos una moneda al aire: cara para dos marcas, cruz para una sola. La moneda cayó cara, y así nacieron nuestras dos marcas principales.
Actualmente, además de nuestras verticales principales, como IDSPORTS para deportes y IDASFEST para festivales, tenemos IDCONGRESS para eventos corporativos y ferias, lo cual tiene mucho sentido. También contamos con Enterticket como plataforma de venta de entradas.
Joaquín Costa junto a su socio Javier Juanes (derecha)
Tengo entendido que, hace una década, coincidiendo con el día de San Valentín fundaron la empresa. Dicha coincidencia ¿podría considerarse como un "flechazo" empresarial? Aunque ya llevábamos trabajando juntos mi socio y yo algún tiempo, éramos autónomos los dos y hacíamos cosas, siempre recordaré el día que fuimos al notario a firmar para formalizar la sociedad, pero realmente la fecha inicial es meramente anecdótica y podríamos decir que fue pura casualidad. Solo caímos en la cuenta del día que se trataba cuando los abogados nos dijeron: "Tenéis que ir a firmar tal fecha", y creo que el día anterior pensamos: "Oye, mañana es San Valentín, qué bonito que sea nuestra fecha". Probablemente era el primer hueco que tenía disponible el notario.
Reconozco que, hasta el propio notario nos dijo: “Espero que esta coincidencia, os de suerte y que tengáis mucho amor. De hecho, hay gente que cuando monta la empresa, nos pide adrede esta fecha". Siempre digo que cuando emprendes, estás tan centrado en levantar algo, tu sueño, tu pasión, y obviamente la fecha era lo que menos nos importaba a los dos en esos momentos. Aunque es verdad que no lo olvidamos, tampoco nos ha dado por celebrar especialmente esta efeméride. A toro pasado, como se suele decir, esa fecha entre comillas nos ha dado suerte para llevar una década con la empresa, y sinceramente, espero y deseo que al menos estemos otros diez años más. En vuestra destacada trayectoria, habéis sido honrados con numerosos premios y reconocimientos. ¿Qué significado tienen para vosotros la obtención de estos galardones y cómo creéis que han influido en vuestro camino profesional y personal? Pues inicialmente, mucho. Te diría que en los primeros 3 o 5 años significa bastante, porque por suerte o por desgracia, más bien por desgracia, no tiene tantos clientes y cualquier aparición gratuita en los medios de comunicación, es bienvenida. Algunos premios incluso llevan cierta dotación económica que viene muy bien para pagar salarios, pagar facturas o hacer ciertas inversiones. Sobre todo, los premios son un refuerzo para la autoestima, porque muchas veces, los emprendedores nos autosaboteamos pensando que no somos capaces de hacer algo, o decimos que somos un desastre y, si de repente te dan un galardón, es una manera de reafirmante de que vas por el buen camino.
Como digo, tras los primeros años, los premios siguen siendo importantes, pero no tan relevantes. Para el equipo siempre es guay recibir un premio, pues se asocia con cierta notoriedad e imagen de marca y reconocimiento que ayuda a posicionarte en un mercado cada vez más exigente, además de suponer una inyección de moral.
Dicho lo cual, y a pesar de las bondades de los premios, no animo a la gente a que continuamente se esté presentando a un premio, porque a lo que realmente tiene que dedicar el tiempo es a vender, porque he conocido a muchas empresas o startups súper organizadas que no facturaban nada y acabaron cerrando y dices: “Pero cómo es posible hayan cerrado si tenían un CRM de la leche, un panel de ventas increíble, métrica, data con un análisis” y la respuesta es que alguien tiene que salir a la calle en busca de clientes que te compren ese producto en el que trabajáis.
Los premios, por supuesto que están bien, pero sin obsesionarte. Lo deseable es no perder el foco en lo que verdaderamente es importante para tu negocio. Teniendo en cuenta que en CASFID actualmente son casi noventa empleados ¿qué estrategias considera claves para la selección de personal? y, ¿cómo les afecta el grado de rotación a la eficiencia de las distintas divisiones? Muy buena pregunta. Para mí, una de las cosas más complejas de dirigir una compañía con 87 empleados son precisamente las personas. Detrás de cada una de ellas, hay una historia diferente, lo que representa un reto diario. Aunque contamos con un departamento de People compuesto por varias personas, cuya labor principal es trabajar para la felicidad de los trabajadores y atender sus necesidades dentro de nuestras posibilidades.
En cuanto al reclutamiento, fichar a personas cualificadas resulta tremendamente difícil. De los 87 empleados actuales, más de 50 son desarrolladores, y desde la pandemia, sus salarios se han disparado. Nos encontramos con personas junior pidiendo salarios estratosféricos. Reconozco que la compañía ha experimentado un crecimiento muy rápido, especialmente durante la época estival, lo que dificulta realizar una selección exhaustiva de candidatos debido a la presión por cumplir con los objetivos marcados y a posteriori, nos hemos dado cuenta de que aproximadamente el 30% de esos fichajes no eran las personas adecuadas. No porque fueran malas, sino porque no encajaban con nuestro modelo de negocio, visión o valores. Sin embargo, algunas de estas personas han tenido éxito en otras empresas, lo que demuestra su valía.
A pesar de seguir cometiendo errores en la selección de candidatos, gracias al trabajo del departamento de People, la tasa de error se ha reducido considerablemente. Actualmente, nos estamos enfocando más en realizar pruebas de nivel de idiomas debido a la importancia que tiene para nosotros la internacionalización.
En cuanto a la retención del personal, durante la pandemia, muchas empresas tecnológicas experimentaron una alta rotación de personal, y la nuestra no fue una excepción. Sin embargo, ahora contamos con una capacidad de retención bastante alta. No obstante, el verano sigue siendo una época de mucho trabajo, ya que nos jugamos gran parte del año en esos cuatro meses. Considerando la tendencia actual donde el bienestar emocional toma prioridad sobre el salario en la captación de talento, ¿podría detallar las medidas específicas que desde CASFID han adoptado para asegurar que sus empleados elijan permanecer comprometidos profesionalmente con la organización? Es innegable que con las nuevas generaciones ha habido un cambio significativo en la mentalidad laboral. Personalmente, me encanta explorar este tema con amigos, conocidos y otros profesionales del ámbito empresarial, ya que siempre aprendo algo nuevo y puedo aportar mi perspectiva.
Los jóvenes de hoy en día tienen una visión muy diferente respecto al trabajo en comparación con las generaciones anteriores. Antes, cambiar de empleo era visto como algo poco común, pero ahora, los jóvenes no tienen reparos en buscar nuevas oportunidades después de solo unos años en una empresa. Este cambio de mentalidad se refleja en su enfoque hacia el crecimiento profesional y salarial. Aunque entienden la importancia del dinero, valoran más la fluidez y la adaptabilidad a entornos cambiantes.
En nuestro caso, pequeños gestos pueden marcar una gran diferencia en el bienestar de los empleados. Por ejemplo, estamos dispuestos a satisfacer necesidades específicas, como comprar un tipo de leche especial para un empleado.
Otro punto importante, es el teletrabajo, que es algo que está últimamente muy en boga, y aunque personalmente soy de la opinión, de que muchas actividades importantes aún se realizan en la oficina, somos flexibles y permitimos que nuestros empleados trabajen desde casa varios días a la semana, aprovechando cuando vienen a la oficina para verse cara a cara, hablar con el de al lado, tomarse un café juntos o irse a almorzar, reforzando las relaciones personales que tanto me gustan, porque me gusta pensar, que la base de los negocios son las personas.
¿Qué importancia dais a la celebración y el reconocimiento del equipo especialmente en el contexto de CASFID, una vez logrados los objetivos previamente establecidos? Solemos hacer la típica cena o comida de Navidad que hace todo el mundo, y después, vamos a una discoteca o un pub donde se les paga unas primeras invitaciones y luego, la Dirección se suele marchar, porque siempre digo que es la fiesta de los trabajadores y no queremos que nuestra presencia les impida disfrutar.
También, cada cierto tiempo tenemos como los English breakfast, en los que solo se habla en inglés durante esos 45-60 minutos, sobre temas variopintos que eligen los participantes, por ejemplo, La isla de las tentaciones.
Otras acciones que solemos hacer, no tanto de celebración, sino como eventos para hacer team o unión, es hacer alguna actividad como karting o rafting. Además, nos gusta pasar algún fin de semana en una casa rural, trabajando con calma y con tranquilidad, temas de cohesión de equipos, de mejora de liderazgo, pero también asuntos del día a día.
Tampoco nos olvidamos del cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad. Por ejemplo, con la parte de ticketing, cuantificamos cuántas entradas hemos vendido, de estas estimamos cuántas se han podido imprimir en papel. Eso lo traducimos al número de árboles necesarios para producir esa cantidad de papel y vamos un día a una montañita aquí al lado de Torrent, donde hay un cartel que pone "El bosque Enterticket" y plantamos árboles. De paso, vemos cómo están los árboles plantados el año anterior. En esta actividad participa todo el equipo, e incluso invitamos a alguno de nuestros clientes.
A nosotros nos gustan mucho este tipo de acciones y no necesariamente tenemos que ganar un premio para hacer una fiesta. Sin ir más lejos, si nos apetece celebrar Halloween, nos disfrazamos todos, hacemos una comida típica de dicha celebración y estamos todos juntos, haciendo piña, como se suele decir, con compañeros de otros departamentos, lo que de otra manera sería más complicado.
Desde su experiencia y su propia visión de liderazgo ¿cómo describirías el estilo de liderazgo que encuentra más efectivo y de qué manera ha contribuido al éxito de los equipos o proyectos que ha liderado? Al principio, no veía el momento de dejar de trabajar. Me daban las diez de la noche y todavía estaba con el portátil, y hasta las once no cenaba. Me di cuenta de los beneficios de desconectar mentalmente: leyendo un libro, escuchando música, hablando con tu pareja, con tus compañeros de piso, o viendo la tele, antes de irte a dormir. Y si tienes cosas urgentes pendientes, te levantas pronto para hacerlas.
Desde que empecé a cambiar estos hábitos, me causa felicidad. Duermo bastante bien, estoy más tranquilo y sin tanto cansancio. ¿Cómo he podido hacerlo? Delegando más, incluso tareas y a veces, clientes muy importantes. Porque determinadas personas veo que me demandan más actividades, pero muchas veces les digo: “Cuidado, que el que mucho abarca, poco aprieta. Te doy todo lo que tú quieras, pero sin dejar atrás tus responsabilidades actuales”.
Otra de las cosas que ha mejorado en el día a día, es que antes, mi despacho, que siempre está abierto, era como la consulta del psicólogo. Todo el mundo venía a contarme sus problemas, a quejarse, a llorar... Y al final, tantas interrupciones me impedían hacer mi trabajo, porque solo estaba escuchando a la gente. Hasta que cambié la táctica y propuse que todo aquel que viniese a mi despacho a quejarse de algún tema, me presentase también una posible solución que al final pudiese ser positiva para la compañía. Será mejor o peor, pero sobre esa solución propuesta, empezamos a trabajar, hasta dar con una solución mucho mejor.
Te quieres creer que desde que adopté esta postura, el 80% de la gente ha decidido ya no venir a llorar, porque es más fácil solo llorar, y no pensar en nada más. Esta ha sido una manera de educar del equipo, de que todos seamos responsables de la mejora.
No me considero un líder estricto, de hecho, ni me gusta, ni nunca ha ido conmigo. Creo más en un liderazgo responsable. Es decir, confío en el equipo, y que entre todos mejoraremos y creceremos. A mí no me sale ser duro, y tanto Javi como yo, somos muy de dejar hacer y, cada cierto tiempo, realizar un seguimiento de cómo vamos.
En su momento, el grupo musical Golpes Bajos cantaba aquello de que no eran buenos tiempos para la lírica, ¿En el caso del emprendimiento, percibe un ambiente optimista o, por el contrario, no son tiempos propicios para el desarrollo empresarial por cuenta propia? El emprendimiento está genial porque al final, conoces a mucha gente, sales de tu zona de confort cada día haciendo cosas diferentes, y eso te ayuda no solo en tu faceta profesional, sino también en tu vida personal. Y si al final cierras la compañía, no pasa nada. De hecho, uno de los puntos que los reclutadores valoran es si has emprendido, lo ven como algo muy positivo.
En mi opinión, siempre es un buen momento para emprender, pero no lo hagas porque esté de moda. Tienes que encontrar una necesidad en el mercado que no esté resuelta. ¿Abriría, por ejemplo, mañana una frutería? Con todo el respeto por las fruterías, ¿o un bar? Son sectores que no conozco, y requeriría por mi parte hacer un estudio de mercado en esa zona, cerciorándome de si hay una demanda real de ese servicio que no esté siendo satisfecha.
Emprender no es algo que se pueda hacer sin cabeza y, sobre todo, nunca debería ser una huida hacia adelante. Si estás quemado con tu actual empleo, busca otra cosa, porque lo cierto es que un trabajador que entienda el negocio al que se dedica y posea ciertas competencias financieras, añade mucho valor, y casi cualquier empresa estará interesada en contratarlo. La solución no es montar un bar.
Considero que siempre es un buen momento para emprender, siempre y cuando seas capaz de detectar una necesidad no resuelta, tener mucha paciencia para llegar al resultado deseado y tolerancia a la frustración, porque hay muchos emprendedores a los que les ha ido bien una vez, dos veces y a la tercera vez han fracasado. No hay ningún problema, no pasa absolutamente nada, porque a veces salen bien las cosas y otras no tanto.
Puntualizaría que, si tu modelo de negocio necesita rondas de financiación, quizás ahora no sea el mejor momento, o al menos, es peor momento que unos años atrás, cuando fluía mucho más fácil el dinero debido al tema de la prima de riesgo y los intereses que eran diferentes, y cualquier persona conseguía financiación más o menos alta. Ahora mismo, el dinero está mucho más caro y solo consiguen financiación aquellos que ofrezcan productos o servicios realmente buenos y diferenciales. De esta manera se está produciendo una selección de los mejores, con lo que se garantiza que la tasa de supervivencia será aún mayor.
En las distancias cortas
Como aficionado al baloncesto, donde la estrategia y el trabajo en equipo son fundamentales para alcanzar el éxito en la cancha, ¿qué principios aplicas en el mundo de los negocios y el emprendimiento para superar obstáculos y alcanzar tus metas? La práctica del baloncesto ofrece valiosas enseñanzas. La primera lección es que debemos permanecer en el juego hasta que termine por completo, a menos que la derrota sea abrumadora. Cuando negociamos con un cliente dubitativo, no damos por perdida la gestión del evento hasta que esté a punto de comenzar. En ocasiones, hemos peleado y ganado a ese cliente. La máxima que aplico es: “Si estás en el juego, quédate hasta el final; si no te interesa, sigue adelante y deja de marear la perdiz”.
Otra lección importante la resumiría en esta frase: “No estés en la pista pensando otra cosa que no sea el baloncesto”, que se puede resumir en concentrarse en el presente. Me gusta mucho el trabajo en equipo, y siempre les digo a la gente, que varias cabezas piensan mejor que una sola y fomento sesiones de brainstorming de 15-30 minutos, sin distracciones de móviles o correos electrónicos. Cuando era pequeño, mi padre me dio un valioso consejo de baloncesto, que aplico en la vida y en los negocios: “Si te tiras al suelo, el partido no se detiene. Así que, a menos que estés gravemente herido, sigue defendiendo porque todos tenemos algo que aportar”.
A menudo, tal y como sugieren las matemáticas, la línea recta no es el camino más rápido para llegar del punto A al punto B y necesitamos realizar algunos “pases'”, mediante clientes satisfechos para que se conviertan en prescriptores ante otros posibles potenciales clientes a los que nos interese prestar nuestros servicios.
Estas son algunas lecciones del deporte de las que hago uso en mi trabajo. También me gusta el eslogan de Adidas, Imposible is nothing. Que viene a decir que, con esfuerzo, nada es imposible y si no alcanzas tu objetivo, al menos estarás más cerca que al principio. ¿Qué te llevó en un principio a estudiar telecomunicaciones para posteriormente decidirte por el emprendimiento? ¿Hubo alguna influencia específica en dichas elecciones? Pues la verdad es que no tenía referentes cercanos para decidirme a estudiar Telecomunicaciones, ya que mi padre es ingeniero químico y mi madre es psicóloga. En realidad, me interesaba mucho la aeronáutica, pero cuando comencé la universidad en Valencia, esta carrera no estaba disponible; la incorporaron dos años después. La opción pasaba por trasladarme a Madrid o Barcelona, algo a lo que mis padres no accedieron. Por lo tanto, decidí descartarla y optar por la ingeniería de telecomunicaciones, ya que me atraía mucho la física, así como los temas relacionados con la radiofrecuencia, el funcionamiento de las antenas y las redes.
También me gusta mucho la informática, pero consideraba que Telecomunicaciones era algo más completo, ya que, en temas relacionados con los lenguajes de programación, se puede ser más autodidacta.
Al final, estudiar cualquier ingeniería e incluso arquitectura, es una buena opción y te prepara para la vida. Te forman para buscarte las “habichuelas” por ti mismo, te enseñan a preguntar, a trabajar en equipo y a gestionar la frustración. Por ejemplo, recuerdo que antes de llegar a la universidad, nunca había suspendido un examen y, en el primero que hice, saqué un 0,7 y estuve llorando un par de días. Solo era válido ponerse a estudiar para el siguiente examen, y si el resultado era óptimo, volver a motivarte, siempre desde el estoicismo. Ni cuando apruebas eres el mejor, ni cuando suspendes eres el peor. Adoptar ese término medio, ayuda mucho a entender que, en la vida real, no todo es color de rosa. Basándonos en el lema de la compañía para en la que en otra época prestó sus servicios, "te da alas" ¿qué le aporta energía y vitalidad? Lo que intento es hacer deporte casi todos los días, aunque solo sea durante 15-20 minutos, corriendo, en la bicicleta estática o nadando en la piscina. Me ayuda infinitamente; de hecho, mi pareja, familia y demás me dicen que, si no fuera por el deporte, me volvería loco, debido a la carga de trabajo que tenemos y las exigencias que conlleva la dirección. A pesar de eso, suelo tener una altísima tolerancia con muchos problemas, etc.
Cuando hago deporte, intento estar concentrado en él, ya sea enfocándome en la respiración, la brazada, el viraje o los estiramientos, mientras pienso en todos los consejos del entrenador que me ha dado, dejando momentáneamente a un lado los problemas del día a día, como responder a un correo electrónico de un cliente.
Además, practicar deporte ayuda a liberar endorfinas y aunque físicamente estás más cansado, mentalmente te sientes mejor, y lo que antes parecía un problema irresoluble debido a la saturación mental, al hacer deporte, logras verlo desde otra perspectiva y encontrar una solución satisfactoria. Me parece genial el deporte, pero también me encanta mi trabajo y me gustaría llevar a CASFID a lo más alto posible. La práctica deportiva me ayuda a evadirme y, sobre todo, a intentar crecer.
Disfruto mucho conociendo gente, ya que soy un enamorado de las personas y siempre se puede aprender algo de cada una de ellas. Si tuviera que destacar algo negativo de mi trabajo, sería que cada vez tengo menos tiempo para hablar tranquilamente con las personas, mientras compartimos un café, porque en mayor o menor medida, casi todo el mundo tiene algo interesante que aportar. Si de entretenimiento y cultura se trata, ¿podría darnos el nombre de un libro, una película y un grupo musical que en cierto modo le hayan atraído? Me encanta Open, la biografía de Andre Agassi. La considero la mejor biografía de un deportista que he leído nunca, y mira que he leído muchas. La encuentro brutalmente sincera.
En cuanto a emprendimiento, aparte del libro de Kiyosaki, Padre Rico, Padre Pobre, que te cambia un poco la mentalidad, me marcó mucho El Libro Negro del Emprendedor de Fernando Trías de Bes. La primera vez que lo leí, pensé: "ostras, es que todos los errores que plantea, los he cometido yo". Si hablamos de películas, me gustan mucho En Busca de la Felicidad y Gladiator, de la que van a sacar próximamente la esperada secuela, Gladiator 2.
Con respecto a la música, un grupo que me gusta mucho es Vetusta Morla, pero escucho prácticamente de todo, desde Aitana, Lola Índigo, Ana Mena hasta Bruce Springsteen, U2, o los Stones. También disfruto mucho escuchando, por ejemplo, a Ludovico Einaudi, sobre todo cuando necesito un momento de lectura tranquilo. Y no puedo dejar de mencionar las impresionantes interpretaciones al violín de otro virtuoso como Ara Malikian.
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