Estoy arrepintiéndome de VOTAR, arrepintiéndome de LEER PÁGINAS DE OPINIÓN política en la prensa, arrepintiéndome de acudir a manifestaciones MANIPULADAS, arrepintiéndome de VER NOTICIARIOS DE TELEVISIÓN y, mucho más, TERTULIAS GENERALISTAS con tertulianos MEDIOCRES.
Si la historia repitiera el pasaje de Moisés “cargando” con el pueblo hebreo, HOY, a aquel Moisés le llamaríamos HÉRCULES y nuestro admirado y mitológico HERCULES aplastaría la CONSTITUCIÓN, convertiría en becerros a todos los Diputados, Senadores y resto de calaña política y a lo que llamamos “pueblos”, que somos nosotros, nos daría una patada en el culo para que del golpe ABRIÉRAMOS LOS OJOS.
Estamos en el siglo XXI, contemplando un campeonato de esquí alpino, en el que las vallas son colocados por los conocidos “putineros”, es decir, por los que actúan igual que PUTIN: desde abajo, abrigado, alguien contempla los patinazos, se ríe del esfuerzo inútil y se cachondea de la confianza en el sistema, porque “los putineros” ya han colocado las vallas que les harán creer y les harán ver BECERROS DE ORO, para despistar y que , SIN SALIR, será proclamado ganador PEDRO SÁNCHEZ, el ESQUILMADOR.
Existe un cansancio generalizado de origen conocido pero de consecuencias no dimensionadas. El “desprecio utilitario” de la Constitución..., la “absolución” por mis santos..., la “condonación” para demostrar que tengo poder..., las “devoluciones” para que entiendan lo que es “la convivencia sanchista”..., el desprecio al protocolo oficial para hacer ver quien “manda a aquí”..., el juego se prohibirá porque los políticos ya ganan lo que quieren “sin jugar”..., se votará, para disimular, que los jueces sean “comisionables y revisables”, nueva mercancía vendida y comprada por Pedro Sánchez...
El poder decían nuestros abuelos “corrompe”. Hoy, 2023-2024, produce pobreza..., desesperación..., suicidios..., hambre..., vacíos...; todo, menos “comprensión del pueblo llano”..., la mentira, ahora, no es no decir la verdad sino es una nueva fórmula de engañar, derivada de los estudiosos, como Pedro Sánchez y sus adláteres y de la Inteligencia Artificial...
Se decía que “un buen gobernante es aquel que se rodea de personas más inteligentes que él”... hoy no se dice así, sino: “un buen gobernante es aquel que sabe comprar bien con dinero ajeno, que sabe ensalzar las falsedades, hipnotizando la realidad...”
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