Abril es el mes en el que el Grupo Siglo XXI pone el foco en la importancia de la actividad deportiva para el fomento de una vida saludable, una cuestión que nos habla de la necesidad, hoy más que nunca, de cuidar de nuestro cuerpo y nuestra mente. En este sentido, los gimnasios se han convertido en espacios vitales para lograr esta misión. No son solo recintos llenos de pesas y máquinas; representan un eje fundamental en la promoción de la salud, la prevención de enfermedades y la creación de comunidades enfocadas en el bienestar.
En este contexto, la relevancia de fomentar prácticas saludables cobra una dimensión crucial ante el aumento de estilos de vida sedentarios, impulsados por la revolución tecnológica y los cambios en los patrones laborales. Datos recientes destacan una tendencia alarmante: un creciente porcentaje de la población mundial pasa la mayor parte de su jornada inmerso en actividades que requieren poco o ningún esfuerzo físico, contribuyendo a una pandemia silenciosa de enfermedades relacionadas con el sedentarismo. Según informes de la Organización Mundial de la Salud, más de un cuarto de la población global no cumple con las recomendaciones mínimas de actividad física, un factor que incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y diversos tipos de cáncer. Ante este escenario, los gimnasios constituyen no solo espacios para el ejercicio, sino bastiones de educación y motivación hacia un cambio de vida integral, apuntalando la lucha contra esta tendencia perjudicial para la salud colectiva.
La evidencia científica no deja lugar a dudas sobre los beneficios del ejercicio regular. Según Alberto García, gerente de FNEID (Federación Nacional de Empresarios de Instalaciones Deportivas), "es importante destacar el papel de los gimnasios en la prevención y el manejo de diversas enfermedades crónicas, como la obesidad, la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. El ejercicio regular puede reducir significativamente el riesgo de desarrollar estas condiciones y mejorar la calidad de vida de quienes ya las padecen".
Además, los gimnasios ofrecen más que un espacio para ejercitarse; promueven un sentido de comunidad: "Los gimnasios desempeñan un papel fundamental en la promoción de la actividad física y proporcionan un ambiente social que fomenta la participación regular en actividades físicas. La comunidad y el apoyo entre los miembros pueden inspirar a las personas a mantenerse comprometidas con sus objetivos de salud a largo plazo", enfatiza García.
La salud mental también se ve beneficiada por la actividad física regular. "Los gimnasios también desempeñan un papel clave en la promoción de la salud mental al proporcionar un medio para reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y aumentar la autoestima. La actividad física regular ha demostrado ser un componente crucial en el manejo de trastornos como la ansiedad y la depresión", agrega García.
Sin embargo, a pesar de estos beneficios, una parte significativa de la población española permanece inactiva. "No podemos subestimar el impacto económico y de salud pública de la inactividad física en nuestra sociedad a través de gastos sanitarios. El 42,7% de los españoles no hayan practicado deporte según la Encuesta de Hábitos Deportivos del Ministerio de Cultura y Deporte, siendo aún más pronunciado en las mujeres con un 48,2%", señala el gerente de FNEID. Esta inactividad contribuye a la prevalencia de enfermedades crónicas y al aumento de los costes de atención médica.
A nivel global, la inactividad física es un importante factor de riesgo de mortalidad, "contribuyendo al 6% de las muertes y siendo responsable del 21-25% de los casos de cáncer de mama y colon, el 27% de la diabetes y el 30% de las cardiopatías isquémicas, según la Organización Mundial de la Salud. Esta inactividad tiene un costo significativo para la sociedad, con estimaciones que oscilan entre 150 y 300 euros por ciudadano al año", comparte García.
La obesidad infantil es otro desafío considerable. "Diferentes estudios señalan que el 44.5% de los niños españoles entre 6 y 9 años sufren de exceso de peso, con un 18.3% de obesidad y un 26.2% de sobrepeso. Esta preocupante tendencia pone de relieve la importancia de fomentar la actividad física desde una edad temprana para prevenir problemas de salud a largo plazo".
Ante este panorama, García hace un llamamiento a la acción: “Es esencial la colaboración de las instituciones públicas para fomentar la actividad física. En lugar de desincentivar la actividad física con un IVA del 21%, las autoridades deberían promover y fomentar estas prácticas, dada la evidencia de los beneficios para la salud y el bienestar. Una de las luchas históricas es la de aplicar un IVA acorde con la naturaleza de los servicios deportivos como promotores de la salud, así como a considerar deducciones en el IRPF para quienes invierten en su bienestar a través del deporte, lo que fomentaría la actividad física”.
Sin lugar a dudas, los gimnasios juegan un rol insustituible en el tejido social y sanitario de nuestra sociedad. No solo ofrecen una infraestructura para el ejercicio físico, sino que también actúan como centros de salud preventiva, bienestar emocional y cohesión social. En este contexto, es imperativo un cambio de paradigma que posicione la actividad física no como un lujo, sino como una necesidad básica, apoyada por políticas públicas que alienten a la ciudadanía a llevar una vida más activa y saludable.
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