El bruxismo es un trastorno dental caracterizado por el rechinamiento o apretamiento excesivo de los dientes. Se suele dar por la noche, aunque también hay casos en los que está presente durante todo el día. Las causas más habituales según subraya la doctora Irene Esteve, odontóloga y experta dentofacial, son: “el estrés, problemas de oclusión dental o factores genéticos. Sus síntomas incluyen dolor de cabeza, mandíbula y oídos, desgaste dental, sensibilidad y problemas para dormir”.
Las férulas de descarga y otras posibles soluciones
La doctora Esteve explica que “cada paciente requiere un tratamiento en función de la gravedad y el origen del problema. Normalmente la primera opción de tratamiento es la férula de descarga, que reposiciona la articulación temporomandibular y permite un estado de relajación de la musculatura” Otra opción, destaca, “es la terapia conductual y de manejo del estrés o incluso modificaciones en la dieta y el estilo de vida”. Por ejemplo; reducir el consumo de alcohol y cafeína ayuda a controlar el bruxismo. Según advierte la doctora, “los chicles deberían estar prohibidos en estos pacientes, ya que estimulan la musculatura perioral”.
En cuanto al uso de la toxina botulínica para tratar el bruxismo, es una opción menos común y se utiliza en casos específicos cuando otros tratamientos no son suficiente. “La aplicación de bótox se realiza mediante inyecciones en los músculos maseteros para reducir la fuerza de estos. El efecto físico es que los músculos se relajan y la capacidad de apretar los dientes se reduce”, apunta Irene Esteve. Los beneficios de la toxina botulínica, en este tratamiento, pueden durar entre tres y seis meses, después de los cuales es necesario repetir las inyecciones para mantener los resultados. Es muy importante, tal y como señala la experta, “que este procedimiento sea realizado por un profesional con experiencia en el uso de toxina botulínica para el bruxismo, ya que las inyecciones deben ser precisas y adecuadas para evitar efectos secundarios no deseados”.
¿Son recomendables los masajes bucales para el bruxismo?
Estos masajes son útiles para aliviar la tensión asociada al bruxismo, pero se consideran un tratamiento independiente, sino más bien un complemento. Estos masajes ayudan a reducir el estrés y la tensión en los músculos faciales y en la mandíbula. “Hay que hacerlos con suavidad y se pueden combinar con calor y estiramiento. Pero, no deben considerarse como una única solución para el bruxismo”, indica Irene Esteve.
La doctora destaca, asimismo, la importancia de “acudir a un profesional fisioterapeuta cuando aparece dolor o contractura, ya que los especialistas disponen de muy buenas técnicas para tratar estas patologías e incluso prevenirlas”.
El bruxismo no tiene cura definitiva y lo puede padecer cualquiera
En principio es complicado erradicarlo, al tratarse de un trastorno de origen multifactorial. Por ello, explica la doctora Irene Esteve, “hay que tratar las causas del problema y a menudo no se consiguen eliminar todas, pero sí tenemos medios para prevenir los daños y disminuir la patología”.
“Este trastorno puede afectar a una amplia variedad de individuos, sobre todo adultos jóvenes y de mediana edad. Aunque también encontramos más casos en niños y ancianos”, sostiene la experta.
Los factores de riesgo incluyen el estrés, la genética, la mala alineación dental y ciertos hábitos de estilo de vida. En última instancia, “el bruxismo puede desarrollarse en cualquier persona, independientemente de su edad, género o situación personal. Lo más importante es reconocer los síntomas y buscar atención médica y tratamiento adecuados si se sospecha de bruxismo”.
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