Dato de carácter mixto, el que hemos tenido en la inflación en España. En la parte negativa estaría el incremento de tres décimas frente al dato anterior, hasta el 3,6%. En la parte positiva, sin embargo, destacar que el mercado interpretaba que la lectura del IPC adelantado de mayo alcanzaría en 3,7%, por lo tanto ha sido algo mejor de lo esperado por el mercado. La razón de esta subida hay que buscarla sobre todo en el incremento de los carburantes y del precio de la electricidad.
La inflación subyacente, por su parte, también ha subido una décima, pero con un 3% se coloca exactamente lo que estimaba el mercado que sería el dato final. Con estos datos, y con lo publicado ayer en Alemania, entendemos que el Banco Central Europeo (BCE) no va a tener problemas en bajar tipos un cuarto de punto en la próxima reunión del 6 de junio.
Si esperamos que, dado que los niveles en los que nos estamos moviendo son claramente por encima de los objetivos de la Autoridad Monetaria Europea, la política del BCE sea más 'data dependent', más pendiente de los datos de inflación, más pendiente de los datos de crecimiento y también de los salarios de cara a las próximas reuniones del Banco Central Europeo. Esto implica, por lo tanto, una cierta rebaja de las expectativas sobre las bajadas de tipos para los próximos meses, en el sentido de que estas no sean tan progresivas.
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