El XXXIV Congreso de SEMES para profesionales sanitarios en el campo de las Urgencias y las Emergencias llega a su fin. Tras tres días repletos de actividades (más de 200) y la confirmación de que la especialidad de Urgencias y Emergencias es una realidad, los 3.500 participantes terminan su formación en lo que se consolida como uno de los espacios de referencia a nivel nacional para el aprendizaje en el campo de la salud.
De esta forma, los participantes en este Congreso han podido aprender sobre la gran epidemia en la que se ha convertido el suicidio. Fueron 4.227 personas las que murieron por este motivo en 2.022, cifra que aumenta cada año y que lo coloca como la primera causa de muerte externa. En Andalucía, 830 personas fueron las que perdieron la vida suicidándose, con una tasa por encima de la media española. Pedro Martín-Barrajón, del grupo de SEMES Salud Mental, psicólogo y coordinador de la organización Psicólogos Princesa, nos alerta sobre los mitos que aún persisten y que son peligrosos: “seguimos pensando que la persona que intenta suicidarse lo hace para llamar la atención, incluso dentro del campo sanitario”. Y es que, según explica Martín-Barrajón, un estudio con 2400 profesionales de emergencia reveló que el 42% de los urgenciólogos encuestados aún creen en ese falso argumento de que “el que se quiere suicidar de verdad, lo hace”. El experto nos explica que realmente esto no es así: “Subestimamos el riesgo de suicidio e ignoramos que están pidiendo ayuda. A veces también pensamos que si preguntamos a un paciente si está pensando en el suicidio, le estamos induciendo la idea. Y esto no funciona así”. El psicólogo añade que una persona que ha intentado suicidarse y acude a urgencias le está dando al personal sanitario una última oportunidad para que le ayude. “El principal trabajo del médico de Urgencias consiste, entonces, en detectar y en ayudar a la persona que está en una crisis”.
Preguntado por los motivos, el experto nos explica que las causas son muchas: “no es lo mismo en una persona adulta que en un adolescente. A veces tienen que ver los motivos económicos, los problemas de salud mental… pero lo cierto es que no debemos confundir ‘la gota que colma el vaso’ con los motivos que hay de fondo, que es dónde debemos llegar”. Explica también Pedro Martín-Barrajón que el servicio telefónico creado recientemente del 024 “puede mejorar considerablemente” y apuesta porque la atención al pensamiento suicida se integre en el servicio del 112, para agilizar la ayuda y facilitar al paciente su atención. En relación con los suicidios en adolescentes, Raquel Rodríguez ha explicado en el XXXIV Congreso de #SEMES24 las causas de su aumento: “los trastornos alimentarios y la depresión son muy frecuentes, pero también la presión académica y el ciber acoso al que, desgraciadamente, se ven sometidos los jóvenes en demasiadas ocasiones”. De esta manera, Rodríguez pone el foco en el problema, sin perder de vista las propuestas para dar la vuelta a esta situación. En este sentido, desde el espacio del Congreso, la experta ha hecho hincapié en abordar esta situación de forma integral, empezando por el centro sanitario, y en no minimizar los problemas de los adolescentes.
Sustancias tóxicas y drogas como uso recreativo
En otro orden de cosas, Guillermo Burrillo nos cuenta cómo están avanzando los estudios que permiten el uso de derivados de sustancias prohibidas, como el LSD, para tratar las depresiones y el alcoholismo, “valorando sus riesgos y entendiendo que son derivados y no drogas tal y como las conocemos”. Burrillo ha sido el encargado, además, de contar los nuevos descubrimientos en torno al consumo de cannabis: “cada vez hay más evidencia científica de los efectos perjudiciales del cannabis por su consumo recreativo”. De esta forma Burrillo señala que, tras la legalización del mismo en algunos países, se han vislumbrado patologías cardiovasculares, además de los ya conocidos casos psiquiátricos. “Los médicos debemos decir la verdad, no debemos mentir a la población. Si se quiere proponer su legalización, hay que contar sus efectos negativos, para que decidamos con toda la información por delante”.
La ciencia del comportamiento
¿Qué pasa cuando un paciente acude a urgencias y se muestra visiblemente enfadado? José Manuel García ha sido el encargado de formar en este Congreso de #SEMES24 al personal sanitario de urgencias en un asunto tan delicado como éste. Frente a la preocupación habitual que existe por las agresiones a médicos y enfermeras en hospitales, García nos propone aprender unos cuantos trucos para leer el lenguaje corporal del paciente. “De esta forma podremos estar preparados y tratar de evitar la agresión”. García ha contado al auditorio en qué deben fijarse para valorar un aumento de la agresividad, como la forma en la que se aprieta la mandíbula o si el paciente separa las piernas y los brazos para ocupar más espacio y propone, primero, intentar cambiar el foco de atención y, luego, si esto no funciona, estar alerta para llamar al personal de seguridad.
En relación también con la lectura corporal del paciente, García nos explica que en algunos casos el paciente oculta el problema real tras una enfermedad y es posible que se vaya a casa sin que nos demos cuenta. “Por ejemplo, si un paciente está en hipoglucemia y tras recibir glucosa no mejora, debemos valorar el intento de suicidio por la administración de insulina de forma masiva”. Estos conocimientos sobre el lenguaje corporal ayudan al personal sanitario a atender mejor al paciente, pero también se pueden aplicar en sus propios equipos profesionales: “Es importante que analicemos el lenguaje corporal de nuestros compañeros. En ocasiones, nuestro compañero sanitario puede no encontrarse bien por algún motivo (cansancio o problemas personales) y hay que saber leer su cuerpo para evitar que puedan cometer un error”.
En otro orden de cosas este Congreso ha servido, una vez más, para impulsar la formación de los reporteros de guerra en cuestiones sanitarias y de seguridad. Raúl Artíguez se encarga de formar a los periodistas que trabajan en zonas hostiles con un curso teórico y práctico en el que enseña cosas como balística o medidas básicas sanitarias que todo el mundo que se encuentre en un conflicto armado debe conocer: “Educamos a los reporteros para que conozcan el territorio al que se enfrentan. No es igual el armamento que se utiliza en Ucrania que en una guerrilla en México.
También es importante que sepan cómo controlar una hemorragia para atender a un compañero o a ellos mismos, ya que ésta es la diferencia entre la vida y la muerte”. Artíguez se encarga de formar a estos profesionales durante todo el año, garantizando la seguridad de quienes se juegan la vida para contarnos lo que sucede en el mundo.
Colaboración de SEMES y adELA
Por último, en este Congreso hemos tenido la oportunidad de acercarnos más a la Esclerosis Lateral Amiotrófica gracias a la asociación adELA y a Rachel, una persona que lo padece y que lucha día tras día por dignificar su situación. “Es muy importante que el personal sanitario conozca bien cómo atender a estos enfermos cuando visitan las urgencias – nos cuentan desde la asociación– ya que habitualmente la ELA es una enfermedad que se trata mucho en el hogar y el personal sanitario no acostumbra a tratarlos”. Así, SEMES y adELA han elaborado un manual de Buenas Prácticas que pronto se va a comenzar a distribuir en las urgencias de todo el país. En este manual se proponen cosas que, si bien parecen muy sencillas, marcan la diferencia a la hora de atender a un paciente con ELA. Cuestiones como dejar pasar a su acompañante y permitirles que se comuniquen con sus propias herramientas son algunos puntos fundamentales en los que inciden. “El paciente con ELA tiene sus capacidades cognitivas intactas, por lo que ayudarles a que comuniquen personalmente su problema médico o dolencia es importantísimo”, destacan desde adELA.
|