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Beethoven y la revolución de la Novena Sinfonía: un nuevo concepto del arte

Ya sordo al momento de componer esta obra, se encontraba en una etapa de su vida donde la búsqueda de la innovación era imperativa
Llucià Pou Sabaté
lunes, 17 de junio de 2024, 09:45 h (CET)

El año 2024 marca el 200 aniversario de la presentación de la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven, el 7 de mayo de 1824 en Viena. Fue una actuación esperada con ansias por parte del público, y tuvo un éxito rotundo. Beethoven llevaba tiempo germinando esta obra culmen. En el movimiento 3 quiso hablar del amor, y en el 4 recogió los movimientos anteriores con su gran aportación de ese himno de la alegría, con la idea de una fraternidad universal. Llevaba tiempo queriendo poner música a un poema de Schiller en el que se inspira la sinfonía, y ese fue el momento.


Esta obra maestra no solo revolucionó la música, sino también redefinió el concepto de arte. Hasta entonces, la armonía descubierta por los griegos había sido la expresión de un arte con equilibrio, un reflejo de un ideal clásico de belleza y perfección. Sin embargo, con artistas como Francisco de Goya en la pintura y Beethoven en la música, emerge una nueva concepción del arte, tal como lo insinuó Immanuel Kant: el arte como un ejercicio de llevar la creatividad al límite.


Beethoven y la innovación musical


Beethoven, ya sordo al momento de componer su Novena Sinfonía, se encontraba en una etapa de su vida donde la búsqueda de la innovación era imperativa. Esta sinfonía, especialmente su cuarto movimiento, donde introduce el "Himno a la Alegría" con coro y solistas, rompió con las convenciones musicales de su tiempo. La inclusión de voces en una sinfonía era algo inaudito y marcó un antes y un después en la música clásica.


La influencia de Kant y la filosofía del arte


Kant había propuesto (Crítica del juicio, 1790) que el arte debía provocar una experiencia sublime, una mezcla de placer y terror que empuja los límites de lo aceptable y comprensible. Beethoven, al igual que Goya, tomó este concepto y lo incorporó en su obra. La Novena Sinfonía no es simplemente una colección de movimientos armónicos; es una travesía emocional que lleva al oyente desde la desesperación hasta la exaltación.


Goya y la pintura del espectáculo


En paralelo a Beethoven, Francisco de Goya en la pintura estaba experimentando con estos mismos conceptos. Obras como "El 3 de mayo de 1808" y "Saturno devorando a su hijo" muestran un abandono del equilibrio clásico en favor de una representación cruda y emocionalmente intensa de la realidad. Estos trabajos, llenos de dramatismo y tensión, reflejan una visión del mundo donde la belleza surge del caos y la oscuridad.


El arte de llevar al límite


La Novena Sinfonía ejemplifica esta idea de llevar la creatividad al borde del esperpento. La estructura y la progresión de la sinfonía conducen al oyente a través de una serie de emociones contrastantes, creando una tensión casi insoportable. Sin embargo, justo en el momento en que esta tensión alcanza su punto máximo, Beethoven introduce un giro inesperado, llevando la música a una resolución sublime y transformadora.


La incomprensión y la sublimidad


Como lo muestra la película "Coping Beethoven", la incomprensión inicial de algunos contemporáneos de Beethoven refleja la audacia y la innovación radical de su obra. Esta incomprensión es una parte integral del proceso artístico descrito por Kant: el espectador o el oyente se siente desorientado y desafiado, solo para ser llevado a un estado de asombro sublime cuando el artista revela la culminación de su visión.


Conclusión


El 200 aniversario de la Novena Sinfonía de Beethoven nos invita a reflexionar sobre el impacto duradero de esta obra y su contribución a un nuevo concepto del arte. Al igual que Goya en la pintura, Beethoven en la música nos mostró que el arte verdadero no teme explorar los límites de la expresión humana. En su capacidad para llevarnos al borde del caos y luego transportarnos a la sublimidad, la Novena Sinfonía sigue siendo un testimonio de la creatividad audaz y la visión transformadora de su creador.

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