Cuando estudiaba bachillerato me enseñaron los aspectos básicos de la JUSTICIA en España: Sistema – Organigrama – Promociones – Independencia – Potestades – Vinculaciones – Contenidos de cada estructura – Tribunal Supremo – Tribunal Constitucional o de Garantías...
Hoy, senior, tengo claro, simplemente, dos cosas: ** La Independencia Judicial ** El Tribunal de Garantías o Constitucional
Se me olvidaba que existía un detalle en el que el profesor insistía: La infidelidad. Juez que no es fiel a su independencia jurídica o no es capaz de confirmar el “derecho” antes que el “arreglo”, se convierte en el cáncer de uno de los PILARES DE LA DEMOCRACIA CONSTITUCIONAL.
Roma, con su derecho, herencia aceptada y mejorada por las sociedades que la siguieron, no aceptaría la “connivencia interesada en el mundo judicial”. Hoy... ¿pueden decir lo mismo los políticos actuales? NO... Las puertas giratorias... se han convertido en una forma de “VENDETTA” o herramienta interesada de futuro.
Roma, no dialogaría... NO... Roma, haría rodar cabezas.
Nosotros, hoy, algunos, los que pueden, convierten las leyes en compadreo utilitario. Como muchas herencias, hemos permitido destruir lo construido con tal de conseguir un presente en palco, pero sin futuro.
Ahora, los sindicatos se dedicarán a jugar, buscando los millones de euros de los ERES, que desaparecieron, ellos no defendieron y la justicia se ha rendido. Pena, penita, pena... ¿dónde están los perjudicados? ¿CALLADOS?
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