Más de 1.300 líderes globales, incluyendo ministros de ciencia, secretarios de estado, premios Nobel, directivos de empresas tecnológicas y farmacéuticas, y embajadores de cerca de 100 países, se han reunido en Barcelona para la Cumbre Mundial de la Diplomacia Científica.
Coorganizada por SciTech DiploHub, el Hub de Diplomacia Científica y Tecnológica, junto con la UNESCO, varias agencias de las Naciones Unidas, la Unión Europea, y con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona, esta cumbre ha contado con la participación de 47 academias científicas, más de 50 universidades, y 20 empresas líderes en tecnología y ciencias de la vida.
Del 5 al 10 de julio, los asistentes han explorado el potencial de la ciencia y la tecnología como herramientas para la cooperación internacional y para enfrentar los retos globales con más de 15 plenarias de alto nivel, 21 eventos paralelos y cerca de una treintena de visitas a organizaciones de investigación y diplomáticas en Barcelona, así como un programa paralelo de formación ejecutiva en diplomacia científica que ha tenido lugar en el Instituto Barcelona de Estudios Internacionales (IBEI). Las tres sedes oficiales de la Cumbre han sido el Campus Ciutadella de la Universitat Pompeu Fabra, el Palacio de Pedralbes, y las instalaciones de Barcelona Activa, junto con otras instituciones de la ciudad que han acogido visitas y eventos paralelos.
EL IMPACTO DE LA CIENCIA GLOBAL PARA EL FUTURO DE LA HUMANIDAD
La Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, ha destacado la importancia de la ciencia para el bienestar humano global: «La ciencia hoy es omnipresente y ubicua, desde lo que comemos hasta los teléfonos en nuestros bolsillos. Es un motor de desarrollo, necesario en todo lugar y momento, y todo el mundo tiene derecho a beneficiarse de ella. Por esta razón hablamos de diplomacia científica: la ciencia no entiende de fronteras y es una herramienta de entendimiento y colaboración global». Azoulay ha aprovechado su intervención para recordar que la ciudad condal también será sede del Foro Mundial contra el Racismo y las Discriminaciones en diciembre, reafirmando su compromiso con los desafíos globales, y ha anunciado que Barcelona será la sede de la Cumbre Mundial de la Diplomacia Científica hasta 2028.
En su intervención, la Embajadora de Pakistán ante la Unión Europea, Amna Baloch, ha destacado cómo la diplomacia científica está «reconfigurando el papel de la acción exterior de los estados, enfatizando el rol de la colaboración con nuevos actores como los centros de investigación, las universidades o el sector privado, en ámbitos como la movilidad del talento, la sostenibilidad o las mejoras en los sistemas de salud».
Por su parte, la Princesa de Jordania, Sumaya bint Hassan, Presidenta de la Real Sociedad de Ciencia de Jordania y de la Universidad Tecnológica Princess Sumaya (PSUT), así como Enviada Especial de la UNESCO para la Ciencia para la Paz, ha señalado que «la ciencia puede jugar un papel clave como espacio de cooperación e intercambio intercultural, incluso en situaciones de conflicto o tensiones internacionales y con países que representan sistemas políticos y de valores diferentes. La diplomacia científica y tecnológica nos está permitiendo tener esta semana en Barcelona conversaciones que de otro modo no tendrían lugar».
Otro caso paradigmático del papel de la diplomacia científica es la Organización Europea de Investigación Nuclear (CERN). Esta organización intergubernamental, establecida en la frontera francosuiza en 1954, reúne a una treintena de Estados miembros y alrededor de 17.000 científicos y técnicos de más de 110 nacionalidades. En palabras de Archana Sharma, Directora de Relaciones Internacionales e Investigadora Principal del CERN, «la diplomacia científica actúa en la interfaz entre la ciencia, la política y la diplomacia para tomar decisiones basadas en la evidencia, superando los intereses puramente nacionales. Barcelona, como la primera ciudad del mundo con una estrategia de diplomacia científica, nos está enseñando el camino a muchas ciudades globales, como es el caso de Ginebra que está intentando replicar el modelo de Barcelona».
NUEVOS CENTROS DE DIPLOMACIA CIENTÍFICA EN ÁFRICA Y ORIENTE MEDIO
Uno de los principales anuncios ha sido el lanzamiento este mismo año 2024 del nuevo Centro de Diplomacia Científica para África, con sede en Kigali (Ruanda). Un proyecto pionero que ha sido posible gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Barcelona con SciTech DiploHub, la Red de Academias Científicas de África (NASAC) y la Asociación de Universidades Africanas.
Además, SciTech DiploHub ha anunciado el futuro Centro de Diplomacia Científica para el Mediterráneo y Oriente Medio, en colaboración con una decena de entidades de la región y que se prevé inaugurar en 2025. Para Zehra Sayers, expresidenta del Comité Asesor del sincrotrón SESAME en Oriente Medio, «la ciencia y la tecnología pueden facilitar el libre intercambio de ideas más allá de nuestras culturas, lenguas y religiones. Para hacer frente a muchos de los grandes desafíos globales que compartimos, la ciencia nos proporciona un lenguaje universal y una excelente excusa para trabajar juntos. La implantación de SciTech DiploHub en la región es una excelente noticia». SESAME es considerado un hito de la diplomacia científica y la ciencia para la paz: el proyecto reúne a países como Israel, Irán, Turquía o Palestina en una multitud de colaboraciones científicas y programas de intercambio de talento investigador, y será uno de los principales socios en este nuevo proyecto.
LIDERAZGO FEMENINO EN CIENCIA Y DIPLOMACIA
Este evento internacional no solo ha puesto de relieve la importancia de la ciencia en la diplomacia global, sino también el liderazgo femenino en este campo. Un 61% de los ponentes han sido mujeres, cifra que alcanza el 73% en los Plenarios de Alto Nivel. «Queremos destacar el papel de las mujeres en posiciones de liderazgo en ciencia, tecnología y diplomacia», han declarado Alexis Roig, Director Ejecutivo de SciTech DiploHub y Enviado Internacional para la Ciencia y Tecnología de Barcelona.
«Que Barcelona sea la ciudad donde donde se debaten las implicaciones sociales, éticas y diplomáticas de la gestión y gobernanza de la ciencia y las nuevas tecnologías sitúan nuestro ecosistema de investigación e innovación en primera línea. No es casualidad que esta semana todo el mundo se refiriera a Barcelona y esta cumbre como el 'Davos' de la ciencia y tecnología», ha añadido Roig, en referencia al encuentro empresarial anual que organiza el Foro Económico Mundial cada año en la ciudad alpina.
Además, la cumbre ha abordado temas críticos como el cambio climático, la salud global, la transición energética y la inteligencia artificial. Este evento ha posicionado a España, y especialmente el área de Barcelona, como el epicentro mundial de la diplomacia científica y tecnológica, un lugar donde se forjan alianzas internacionales para el futuro.
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