La volatilidad se ha disparado a medida que crecen las preocupaciones sobre la economía estadounidense y algunas de las principales empresas tecnológicas no logran cumplir con las expectativas. Gran parte de la fortaleza que ha mostrado el mercado durante este año se ha apoyado en la confianza de un “aterrizaje suave”, donde los bancos centrales serían capaces de estabilizar la inflación sin llevar a la economía a una fuerte contracción.
Los datos publicados ayer en Estados Unidos, con las peticiones post subsidio por desempleo en máximos de casi un año y la producción industrial entrando en contradicción, llevaron a los inversores a pensar que la Reserva Federal podría haber esperado mucho para recortar los tipos y que la economía se podría enfrentar a un “aterrizaje forzoso”, que supone un proceso de desaceleración o recesión después de un periodo de rápido crecimiento.
En este tipo de movimientos también conviene prestar atención al contexto. Las principales bolsas mundiales han subido más de un 25% desde los mínimos del pasado mes de octubre. A pesar del enfriamiento económico, los conflictos geopolíticos y los altos tipos de interés, los inversores se han apoyado en la solidez en el mercado laboral, la confianza de los consumidores y la irrupción de la Inteligencia Artificial.
Por este motivo, una corrección entre el 5% al 15% no debería suponer una gran preocupación para los inversores, ya que muchos se verán incitados a recoger beneficios ante las recientes subidas y el temor a un enfriamiento económico. El inicio progresivo de los recortes en los tipos de interés debería ayudar a impulsar la economía durante los próximos meses.
Una caída de la actividad económica también podría ayudar a estabilizar los precios de manera definitiva, lo que podría ayudar a clarificar la hoja de ruta de los bancos respecto a los recortes en los tipos de interés. Por este motivo consideramos que las caídas de doble dígito en las compañías de gran capitalización pueden ofrecer una oportunidad de compra para los inversores de cara a final de año.
Un claro ejemplo de la situación que puede vivir el mercado durante las próximas sesiones es el de Japón, que se ha desplomado un 6% ante las preocupaciones sobre la economía estadounidense, las expectativas de un mayor ajuste monetario por parte del Banco de Japón y la fortaleza del yen. Este mercado también se encuentra en máximos históricos después de acumular una subida vertical sin correcciones destacadas.
Las perspectivas de los principales gigantes tecnológicos también serán determinantes, ya que, a pesar de los buenos resultados, los inversores han descontado tasas de crecimiento muy altas para los próximos trimestres. El sector bancario también podría sufrir turbulencias como estamos viendo durante las últimas sesiones, ya que se trata del más vulnerable a la incertidumbre. A pesar de que los márgenes de intereses se mantendrán altos, la preocupación se centra en una posible caída de la demanda de crédito y aumento en las provisiones.
Aun así, esperamos que las caídas, aunque puedan ser rápidas y pronunciadas, tengan un recorrido limitado en las bolsas. Por último, cabe destacar como el oro puede volver a ganar protagonismo entre los inversores. Por un lado, se puede beneficiar de un periodo de volatilidad e incertidumbre y por el otro será el gran beneficiado de los recortes en los tipos de interés y la debilidad del dólar. ------------------
Comentario económico de Joaquín Robles, analista de mercados
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