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La digitalización de las monedas en todo el mundo ha tomado forma rápidamente en los últimos años. Hoy en día, países como China están interesados en hacer que el yuan digital sea global pronto. La principal preocupación es qué sucedería con el dólar si el yuan digital finalmente se globaliza. La conclusión es que la moneda digital es una ola que llegó para quedarse. Por lo tanto, la introducción de aún más monedas es inevitable.
Al acabar la II Guerra Mundial, Estados Unidos tenía un PIB que representaba la mitad del mundial, nueve veces mayor que el del Reino Unido que le seguía en magnitud, y disponía del 80 % del oro existente en el mundo. En esas condiciones y cuando los demás países occidentales estaban prácticamente destruidos y sin liquidez, no le supuso ningún problema imponer al dólar como moneda de reserva internacional en la Conferencia de Bretton Woods de 1944.
La volatilidad se ha disparado a medida que crecen las preocupaciones sobre la economía estadounidense y algunas de las principales empresas tecnológicas no logran cumplir con las expectativas. Gran parte de la fortaleza que ha mostrado el mercado durante este año se ha apoyado en la confianza de un “aterrizaje suave”, donde los bancos centrales serían capaces de estabilizar la inflación sin llevar a la economía a una fuerte contracción.
El mercado de divisas se está dando cuenta de un mayor riesgo político en Europa, del proteccionismo estadounidense y europeo, y de la divergencia en las políticas de los bancos centrales. Hay que prepararse para cambios tectónicos y esperar lo mejor.
En la segunda mitad del año, seguiremos vigilando la relación euro/dólar. En las últimas jornadas el euro ha perdido terreno y se halla batallando por la zona de los 1,07 dólares, pero habrá que tener en cuenta el principal factor: la relación entre los tipos de interés entre EEUU y Europa, que dependen de la inflación y de su capacidad para degradar el crecimiento y la actividad económica.
El IPC estadounidense de abril fue un poco más suave de lo esperado, y los inversores lo celebraron en todo el mundo, llevando a las bolsas a nuevos máximos históricos y vendiendo activos refugio como el dólar, que cayó frente a todas las divisas del G10 salvo el franco suizo.
En diálogo con Infobae desde Estados Unidos, el profesor Hanke afirmó que el Banco Central ya tiene las reservas suficientes para llevar adelante este cambio monetario y que esperar otras condiciones previas es una “tontería”. La entrevista se tomo por el destacado periodista Martín Kanenguiser.
Con un mercado laboral estadounidense sorprendentemente saludable y un crecimiento económico sólido, el riesgo de un retorno de la inflación está infravalorado y en aumento. Los factores que contribuyen a esta opinión son el rendimiento de los bonos a 10 años, el aplazamiento de los recortes de tipos por parte de la Reserva Federal y el hecho de que el dólar estadounidense sea la divisa más rentable del año.
La divisa había estado fluctuando a lo largo de la semana, pero las perspectivas de que los tipos de interés alcancen un máximo inferior al 4% sin que haya señales claras de que la inflación subyacente tiende a la baja pesaron sobre la divisa, y el resto de divisas del G10 le siguieron a la baja frente al dólar.
Los mercados emergentes (ME) han sido durante años el eterno rezagado de los mercados bursátiles mundiales. Gran parte de este retraso se ha debido al creciente tamaño de China y a su bajo rendimiento (véase el gráfico). China, con una enorme ponderación del 30% en los índices de los mercados emergentes, se ha visto perjudicada por la ralentización del crecimiento de su PIB y las medidas drásticas adoptadas en sus sectores inmobiliario y tecnológico.
El yuan digital se encuentra en las primeras etapas de desarrollo. Actualmente, el mercado interno está utilizando principalmente esta moneda digital. Sin embargo, el gobierno tiene la intención de convertir el yuan digital en una moneda internacional, esto ya está sucediendo ya que muchas transacciones internacionales utilizan el yuan digital.
La introducción del yuan digital podría amenazar el dominio financiero de Estados Unidos, ya que es la moneda digital del banco central de China (CBDC) que ahora se usa ampliamente en China. A medida que China continúa impulsando el yuan digital a nivel nacional, también está apuntando al sistema financiero internacional.
El dólar estadounidense ha protagonizado un pequeño repunte en las últimas seis semanas, catalizado por la demanda de refugio seguro en torno al drama del techo de deuda estadounidense y ampliado por las perspectivas de una Fed menos pesimista, con una inflación pegajosa y la subida del miércoles del Banco de Inglaterra. La sorpresa de la inflación en Europa y la recesión técnica frenaron las perspectivas del BCE.
Hemos visto como Bitcoin ha logrado alcanzar valores inesperados y astronómicos, donde nadie imaginó que pudiera tocar los 60.000 dólares por unidad, cambiando por completo la historia de la criptomoneda más utilizada en el mundo.
El dólar fuerte debilita al resto del mundo -debilita más o menos- en la medida en que la economía de cada país dependa -más o menos- de lo que compre y venda en dólares. El dólar fuerte es un estilete que sangra a mucha gente -por supuesto de África, Asia e Iberoamérica, pero también de Europa- porque para los países en desarrollo supone un aumento del yugo de la deuda, una mayor devaluación de su moneda y una subida impuesta de los intereses en sus países.
La subida de tipos de interés en Estados Unidos va seguida de una apreciación de su moneda que está reforzando la inflación en el resto del mundo y provocando graves problemas, sobre todo, a las economías ya de por sí más frágiles del planeta.
El 6 de octubre del 2022, la periodista Bárbara Distéfano publicó una entrevista con el destacado Profesor Steve Hanke, de la Johns Hopkins University en Baltimore, Maryland. El economista y exconsejero de Ronald Reagan compartió con el Diario CriptoNoticias algunas observaciones en relación con elimpacto del dólar en la economía y su fuerza frente al euro y la libra.
A nadie escapa que la ferviente propuesta de dolarizar la economía argentina gana adeptos. Las adhesiones se producen en un contexto de acelerada despolitización delágora de la politica. Emergen nuevamente los amigos de la tecnocracia; misma que décadas anteriores resultó de un clima de guerra fría ante la irrupción de nuevas recetas inspiradas en el consenso de Washington.
USA y su hipotética ayuda a países en pos de su liberación, se ha visto en todos los conflictos donde aparece. Ahora a través de su brazo armado la OTAN en Europa, «ayudan» a Ucrania, acción realmente dolosa para su población, en víctimas y por la diáspora desembocada por la guerra. Para los europeos también lo es, aunque solo sea en lo económico.
Esta semana el dólar americano ha continuado con su tendencia bajista, depreciándose levemente frente a todas las divisas del G10 -a excepción del dólar australiano-. Sin embargo, los movimientos han sido moderados, y la mayor parte tuvieron lugar en los mercados emergentes.
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