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El 2025 ha empezado fuerte. Apenas llevamos diez días hábiles de este mes de enero y las rebajas de invierno ya han llegado a las hipotecas. Algunos bancos ya han movido ficha para abaratar los tipos de interés de sus ofertas hipotecarias, sobre todo a en los préstamos a tipo de interés fijo o a tipo mixto, algo que “impulsará todavía más el mercado hipotecario a lo largo del año”.
El cambio de año no significa mucho para la evolución del ciclo económico. La tendencia de crecimiento mundial moderado, menor inflación y tipos de interés más bajos a partir de 2024 continuará en 2025. Esto permitirá a los bancos centrales seguir bajando los tipos de interés, a un ritmo que dependerá de los nuevos datos macroeconómicos.
El Banco Central Europeo (BCE) celebra mañana su última reunión del año y lo que está claro es que anunciará un nuevo recorte de los tipos de interés oficiales, el cuarto de 2024, pero es posible que no sea tan drástico como algunos sectores esperan.
El rally de fin de año está cobrando impulso y el DAX ha registrado sus mayores ganancias desde septiembre. Esta semana, el Banco Central Europeo (BCE) tiene la clave para determinar los próximos movimientos del mercado. Su decisión podría prolongar la subida o frenarla de golpe. Mientras el BCE prosigue su ciclo de bajada de tipos, la pregunta principal sigue siendo: ¿cuánto bajarán los tipos?
La política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) se encuentra en el centro del debate económico de la Eurozona, especialmente en un contexto de claros signos de debilidad en el crecimiento. El PMI manufacturero de noviembre marcó una contracción significativa al caer a 45,2 puntos, con tres de las cuatro principales economías de la región en terreno negativo.
Estamos en un momento en que la Bolsa española ha perdido la confianza debido a la nefasta gestión y peor gobierno del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Es verdad que no faltan escaramuzas e intentos de asomar la cabeza, pero el montante más fuerte no se hará realidad al menos hasta que se disuelva el actual Gobierno en España y que Trump tome posesión, así como empecemos a conocer sus prometidas políticas tras los tumbos y volantazos de Joe Biden en la política estadounidense.
Los que se plantean contratar financiar la compra de una vivienda se topan ahora con una situación inusualmente beneficiosa: el euríbor desciende mes tras mes, lo que resulta conveniente si se tiene un tipo variable ligado a este índice, y la banca española libra una guerra comercial que está abaratando sus ofertas hipotecarias a tipo fijo. Y eso, aunque es en esencia positivo, dificulta elegir si la hipoteca debe tener un interés fijo, variable o mixto.
La bajada de tipos de interés realizada en Europa tiene un claro beneficiado, en el ámbito de los mercados de activos: la renta fija y, más concretamente, la deuda pública en plazos cortos y medios. Lo esperable, a partir de aquí y en el caso de que continúe (como esperamos) este proceso de normalización monetaria, es una bajada paulatina de rentabilidades a lo largo de toda la curva de bonos, pero especialmente pronunciada en los tramos de cero a cinco años.
En un contexto marcado por la volatilidad y los cambios en las políticas monetarias globales, la renta fija se posiciona como un pilar fundamental en las estrategias de inversión. El cambio de ciclo y las nuevas perspectivas para este mercado han sido el eje central del ‘ASEAFI FIXED 2024’, un evento que reunió ayer en el Colegio de Ingenieros de Madrid, a destacados profesionales del asesoramiento financiero y de la gestión de activos.
Detectamos claras señales de dinamismo en el horizonte del sector del crowdfunding inmobiliario. Sin ir más lejos, la reciente decisión del Banco Central Europeo (BCE) de bajar los tipos de interés es una oportunidad tanto para ciudadanos como para empresas. Por parte del promotor que está buscando financiación para sus proyectos de vivienda, esta decisión del BCE supone un importante incentivo.
El mercado inmobiliario en España está experimentando una serie de cambios significativos, impulsados por factores como la bajada del tipo de interés, el aumento de la población, la evolución del empleo y la fluctuación de las hipotecas.
Excelente dato de IPC en España del mes de agosto que reduce en cinco décimas, hasta el 2.3%, el ya de por sí muy buen dato del mes de julio. También la inflación subyacente modera, en este caso una décima hasta el 2.7%, frente al informe anterior.
La volatilidad se ha disparado a medida que crecen las preocupaciones sobre la economía estadounidense y algunas de las principales empresas tecnológicas no logran cumplir con las expectativas. Gran parte de la fortaleza que ha mostrado el mercado durante este año se ha apoyado en la confianza de un “aterrizaje suave”, donde los bancos centrales serían capaces de estabilizar la inflación sin llevar a la economía a una fuerte contracción.
Se espera que la reunión de julio transcurra sin incidentes y que el Consejo de Gobierno mantenga sin cambios los tipos de interés oficiales en el 3,75% de la facilidad de depósito. Según la presidenta Lagarde, la solidez del mercado laboral permite al BCE tomarse tiempo para recabar nueva información. En consecuencia, el BCE no tiene prisa por recortar más los tipos.
La inflación anual en la zona euro se redujo en junio una décima respecto a mayo y se situó en el 2,5%, según el avance del IPC de la región publicado este martes por Eurostat. Se constata así el descenso previsto por los expertos en un indicador clave para la fijación de los tipos de interés por el Banco Central Europeo.
La evolución de los tipos de interés continúa provocando efectos significativos en la estructura de costes del tejido productivo, aunque en el último año se ha moderado su impacto. Según un estudio, el 67% de las empresas españolas confirma que los niveles de tipos están impactando en su capacidad para financiarse adecuadamente. Se trata de un porcentaje elevado, pero quince puntos por debajo de los valores de hace un año.
El Euríbor ya ha recogido claramente las expectativas del mercado de una bajada de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE) en junio, por lo que no debería tener un impacto significativo en la economía real, tanto en términos hipotecarios como financieros para el pequeño consumidor.
Según un informe, la producción mundial de alimentos y bebidas crecerá un 3,2% en 2024. En 2023, los consumidores en todo el mundo cambiaron sus hábitos para equilibrar el presupuesto familiar frente a la elevada inflación y el aumento de los tipos de interés. La mayoría de los indicadores sugieren que la desinflación de los próximos meses se traducirá en un descenso de los precios mundiales de los alimentos, aunque se mantendrán por encima de los niveles de 2019.
En el contexto actual, aunque las expectativas sobre el euríbor apuntan a cierta variabilidad durante mayo, no esperamos que esto se traduzca en aumentos significativos de los tipos de interés, especialmente en las hipotecas sujetas a revisión este mes.
Cada vez parece más claro que las buenas noticias para los hipotecados llegarán a partir de junio, ya que junto con los recortes de tipos del BCE se producirá una caída significativa del Euríbor. La cuestión clave ahora es el ritmo de los recortes más allá de junio, que a su vez dependerán de los próximos datos, sobre todo los de inflación.
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