En el marco de la celebración del 35º Aniversario de la caída del Muro de Berlín, la exposición El Muro de Berlín. Un Mundo Dividido conmemora hoy los 63 años de la construcción del Muro con unas tarifas reducidas durante todo el mes de agosto y hasta el 8 de septiembre.
Abierta al público hasta el 29 de septiembre en la Fundación Canal de Madrid, se trata de la única parada de la exhibición en nuestro país, antes de emprender una itinerancia alrededor del mundo, como su predecesora Auschwitz. No hace mucho. No muy lejos, también de la compañía española Musealia. Desde su apertura, casi 135.000 personas ya se han adentrado en esta exposición que, hasta el 8 de septiembre, cuenta con tarifas especiales desde 10 euros e incluso con packs familiares.
Una mirada al pasado, para entender mejor el presente
Gracias a un equipo de historiadores especializados en la historia del Muro y la Guerra Fría, la muestra traza la escalada del conflicto y la extiende hasta su caída en 1989, haciendo alusión al eco de una época que continúa configurando la realidad de nuestros días. En el caso concreto de la primera etapa de la construcción del Muro, la muestra cuenta con numerosos elementos que permiten reconstruir este momento histórico: desde el alambre de espino que se colocó la propia noche del 13 de agosto de 1961 hasta el proyecto final que ha llegado a nuestros días y que suponía todo un sistema complejo que contaba con varias etapas de obstáculos. Todo ello acompañado de numerosas imágenes que explican cómo era la vida de los ciudadanos que fueron condenados a vivir separados de sus familias, amigos y vecinos, bajo un régimen cuyo horizonte lo marcaba el Telón de Acero.
Una colección única que solo se mostrará en Madrid
Los más de 300 objetos originales que componen la muestra brindan al visitante la rara oportunidad de contemplar en conjunto estas colecciones de numerosos museos e instituciones de todo el mundo. El alambre de espino de la primera etapa de la división, herramientas de contrabando, los archivos secretos de la Stasi, el servicio de inteligencia de Alemania del Este, y hasta 20 metros del Muro componen este retrato único del Berlín de la Guerra Fría, que lo terminan de completar los testimonios inéditos y las historias personales de quienes lucharon, escaparon, doblegaron y superaron la vida en un mundo dividido.
Las tensiones de la Guerra Fría se ven reflejadas en el túnel de espionaje del Allied Museum en Berlín, gafas empleadas en detonaciones nucleares, un detector de radiación o pertenencias personales de las víctimas del Museo de la Paz de Hiroshima. Además, un martillo y un cincel usados para demoler el Muro el 9 de noviembre de 1989, entre otros objetos, representarán su caída y el ansiado final de la Guerra Fría.
Una experiencia para transformar conciencias
La visita, narrada por una audioguía individual, proporciona una comprensión tanto de la opresión experimentada durante los 28 años de existencia del Muro, como del cambio que representó su caída en la conciencia colectiva de Europa. Una transformación marcada por la reconciliación, la libertad y la unidad que se integró en el tejido social de Europa convirtiéndose en valores fundamentales que perduran en la sociedad actual.
Así, El Muro de Berlín. Un Mundo Dividido sirve como punto de partida para entender el contexto de nuestra historia actual y para reflexionar sobre las divisiones presentes en nuestra sociedad y en nosotros mismos.
Axel Klausmeier, director de la Fundación Muro de Berlín, colaborador principal de la exposición, reafirma su importancia: "Esperamos que El Muro de Berlín. Un Mundo Dividido sirva para recordar lo que ocurrió no hace tanto tiempo en Europa y para concienciar sobre el poder de los ciudadanos. Su valentía condujo a la Revolución Pacífica de 1989, que cambió el mundo para siempre”.
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