Llevo tiempo observando la presencia del entrenador de fútbol del Real Madrid en sus partidos por la televisión, masticando basura. No digo basura porque sea, sino por la insensatez que lo hace el masticar cuando les habla a sus subordinados e incluso a los árbitros. Al cuarto árbitro, le sacude con un salivazo de muy señor mío, cuando le habla dándole en toda su cara con el flujo de baba cuando se le acerca masticando la basura que lleva en la boca. También tenemos a algunos de sus ayudantes que hacen lo mimo, al igual que, algunos jugadores de campo.
Que el entrenador la mastique y la paladee me da lo mismo, ya que, cada cual tiene sus preferencias. ¿Que por qué digo esto? Pues muy sencillo. Yo he visto en los salesianos morir a un chico jugando al fútbol, este era portero y fue por un encerramiento, de un caramelo pegado en su garganta. Todo fue después de un balonazo en su cuerpo.
Que la liga no haya dicho nada en lo que vemos en los campos de fútbol con esta inmundicia me parece de una dejadez tremenda. Lo vemos siempre que hay futbol. O es que los equipos tienen patente de corso o la liga tiene los ojos cerrados. O no ven los partidos, donde las oleadas de flujos salivares van camino de las personas colindantes cuando se acercan para dialogar.
He decidido revelar esto, porque he visto, esta guarrada con la ceguera de la administración futbolera. Lo mismo que no se puede jugar con escayola en cualquier parte del cuerpo, o con sangre, esta estampa que vemos, además de evitar males mayores, se evitarían ver las oleadas de espumarajos dar en las caras que, podrían ser infecciosos, ¿O no? La inoperancia con la espera de cobrar todos los meses en estas instituciones la nómina sin hacer nada, esto que, vemos en cada momento en la tele o en directo seguiremos plácidamente y con recelo echando la cara a otro lado para no ver la tele con estas porquerías masticadas y espumarajos por la boca, masticando estas basuras.
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