Hace años se consideró que el encierro de los enfermos mentales dificultaba su mejora.
Ahora se considera que aunque la atención sanitaria mejore, si no se interviene en su entorno, el enfermo mejorará poco.
La primera consideración , ocasionó el cierre de muchos manicomios. ¿La segunda?… Si se interviniera más habría menos indigentes en las calles de las grandes ciudades.
Y dicho esto, añado una tercera consideración: Las clases bajas son más vulnerables, las mujeres también y también los jóvenes.. En general, más por las circunstancias, que por la biología. Por ello, la intervención social en estos ámbitos ha de ser más intensa: Más ayudas para los pobres, más igualdad para las mujeres y más oportunidades para entrar en el mercado laboral, para los jóvenes.
En la sociedad capitalista los pobres lo tienen peor, primero, para estudiar y después para trabajar. En la sociedad machista las mujeres lo tienen peor, primero, porque la sociedad les presiona para ser cuidadoras y no dirigentes y después por razones biológicas y por la violencia que padecen. En una sociedad con mucho paro, los jóvenes lo tienen peor, primero, porque de ellos se espera mucho y no siempre pueden cumplir, y después por los cambios biológicos que experimentan.
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