El próximo viernes 25 de octubre Filmin estrena “Shayda”, producida por Cate Blanchett y basada en la infancia de la directora y guionista de la película, la debutante Noora Niasari. "Shayda" recibió el Premio del Público en el Festival de Sundance y fue elegida por Australia para representar al país en los Óscar.
Shayda (Zar Amir-Ebrahimi), es una mujer iraní que vive en un centro de acogida para mujeres maltratadas, junto a su hija de seis años, Mona (Selina Zahednia). Mientras intenta aparentar una cierta normalidad para su hija, Shayda se enfrenta a un divorcio y a las visitas obligatorias de su exmarido con Mona. Zar Amir-Ebrahimi, que da vida al personaje central de la película, fue premiada en Cannes por su papel en “Holy Spider”.
La trama está inspirada en las experiencias personales de Noora Niasari, quien vivió con su madre en un refugio durante ocho meses cuando tenía tan solo cinco años. Niasari le pidió a su madre que escribiera sus memorias para ayudarle a rellenar huecos en sus recuerdos de infancia. "Cada noche, ella me las leía. A partir de ahí yo las iba traduciendo. Sus memorias tenían alrededor de 50.000 palabras que contaban 10 años de su vida, desde su matrimonio concertado en Irán a los 16 años hasta su independencia en Australia. Había como diez posibles películas en esas memorias, pero yo quería que Shayda se centrara en el refugio para mujeres. Para mí, es realmente una carta de amor a las madres y las hijas", cuenta Niasari. Aunque fue una experiencia terapéutica, también resultó emocionalmente demoledora para ella, llegando a adoptar dos identidades en set: "Una parte de mí era la directora tratando de liderar al equipo y al elenco y de ser fuerte al mismo tiempo, y la otra estaba siendo provocada y llevada de nuevo a mi yo de cinco años”.
“Shayda” es la primera parte de una trilogía sobre mujeres iraníes. La segunda película ya tiene título, “Raya”, mientras que la tercera está todavía en desarrollo. En esta película el foco está en la violencia doméstica. Niasari explica que le molestaba que muchas de las historias que tratan este tema concluyan cuando la mujer logra huir. "Mucha gente no sabe que el riesgo de violencia por parte de la pareja aumenta una vez que la mujer se va”, afirma, y es eso lo que decide retratar en “Shayda”. A su vez le preocupaba caer en la victimización de la protagonista. Es una historia muy dura pero con momentos tiernos, divertidos y felices.
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