Hace unos días, concretamente, el 9 de este mismo mes de mes de octubre, me situaba este mismo periódico un escrito al director, titulado el Prometeo de turno. Me refería al insólito personaje, Don Álvaro García Ortiz, el fiscal general del Estado, el otrora y hasta que, a él, le dé la gana, seguirá en su cargo de comandante en plaza en este de los muchos apartados que tiene la ley en España. Entre unos y otros, nos están acorralando en una encerrona que, a mí, particularmente me sonroja y me corroe la monstruosidad que conlleva este cargo de fiscal general, en donde se le imputa una investigación por revelación de secretos.
La primera vez que le vi a este fiscal, me creía que la tele nos estaba haciendo una burla, una broma. Me llevé una sorpresa muy grande, cuando me enteré quién era este juez, nada más y nada menos que el Fiscal General del Estado del gobierno comunista social de España. Esto lo escribía en mi anterior publicación que, antes apuntaba.
Este ser, este cargante personaje, cada día que pasa, nos da a los españoles, no a todos, puesto que de todo lo hay en la viña del Señor. una pirueta que solo sus compañeros, por suerte, algunos están de acuerdo con este sin vivir, llamémosle así, de esta “grazia” que, rodea a este magnate de la fiscalía.
Esta mañana, con una lluvia de informaciones de todo tipo, hemos sabido que, en la Junta de Fiscales de Sala, aún quedan flecos por esclarecer. La decisión final la tendrá el Consejo Fiscal después de escuchar a los ponentes de ambos órganos, esta tarde. Como se puede ver, esto lo escribo antes de esta decisión final, de esta pantomima, mejor dicho, farfolla en sentido figurado, donde aún tienen muchas panojas que le cubren el cuerpo a este fiscal. Es como una cabeza de ajos, donde hay que quitar muchas hojas protectoras hasta llegar al diente. Todo esto le pasa a este organismo, donde posiblemente estos departamentos estarán lo mismo para creer que se imparte la ley. La decisión final la tendrá el Consejo Fiscal después de escuchar a los ponentes de ambos órganos.
Como esto de la ley, creo que es muy serio y grandilocuente a su vez, eso sí, un poco zafio por las barbaridades y necedades de este caso. Bien es verdad que cada uno nace con lo que tiene, pero visto en este caso, a este rústico ser, aunque, viéndole sus risitas, su vanidad y sus andares, solamente me resta comunicar que, cada persona nace con lo que tiene. La zumba de un fiscal es demasiado para una broma. Yo creía que la profesión de juez es una cosa muy seria. Todos somos iguales ante la ley, pero no ante los encargados de aplicarla. Esta frase no es mía, la fusilo como si lo fuese.
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