No se trata de una mujer cualquiera. Me estoy refiriendo a una señora que tiene diez años más que yo y que nos da sopas con honda con su rapidez mental y en su manera de ser. Su curriculum es determinante. Licenciada en Filosofía y Letras, profesora de instituto, actriz de primera fila. Cine, teatro y televisión la han mantenido durante años en el cenit de las artes escénicas. Pero sobre todo, lo que me admira y me invita a reconocerla en esta semblanza, es su saber estar. La otra noche apareció por un programa televisivo (la resistencia) en el que el presentador maneja a su antojo al presentado. Desde que apareció por el set, se hizo la dueña y señora del mismo, con una categoría y una gracia que me sorprendieron extraordinariamente. Desde ese momento, manejó la entrevista por los derroteros que le convenían, demostrando lo cerca que está de la gente joven y de su manera de relacionarse. Por otra parte no tuvo inconveniente en manifestar las carencias propias de su edad. Habló sin problema de sus prótesis auditivas y de su lucha con las nuevas tecnologías. María Galiana es en sí una buena noticia. Yo, que personalmente quiero ser como ella cuando sea mayor, me sentí muy estimulado con su discurso. No entró en política ni en cotilleos. Solo se manifestó como una persona que está en el mundo actual, inteligente y con carisma, digna representante del “genio y figura”. A Broncano le dejó tiritando en varias ocasiones, aunque le lisonjeó calificándole (en un lenguaje muy actual) como el p… amo. Una vez más ha demostrado que tiene bien ganados todos sus premios como actriz y como persona: premios Goya e Iris, la medalla de Andalucía, el nombramiento como Hija Predilecta de Andalucía y la denominación con su nombre del colegio donde estuvo impartiendo clases. Me quedo con una frase que me encantó. “Me da rabia encontrarme con mis antiguos alumnos… porque están hechos todos unos viejos”. Eso es demostrar que la edad se lleva en la cabeza. Yo tampoco comprendo como un montón de vejestorios que andan por ahí son más jóvenes de edad que yo. María Galiana nos dio el otro día una lección de saber estar. Por cierto, iba muy bien vestida y muy guapa. Nada que ver con la abuela de “Cuéntame”.
|