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Hoy el “Hermana, yo sí te creo” ha enterrado para siempre la carrera política de Errejón. La revolución siempre termina devorando a sus hijos. Los monstruos que crea la revolución para atacar la libertad individual de otros, muchas veces se vuelven contra sus creadores e impulsores aniquilando su propia libertad individual. Y esto es lo que le ha sucedido hoy a una de las figuras políticas de izquierdas más relevantes del panorama político español de la última década. Me estoy refiriendo a Iñigo Errejón. Según se vislumbra de las consecuencias, a Errejón le han debido amenazar con una campaña pública de descrédito:”O dimites o esta persona que ha vertido en público esta acusación anónima, aparecerá en los medios de comunicación y pronunciará tu nombre explícitamente. Si no quieres que todo esto pase, vete de la política activa”. Este es el tipo de políticos que nos gobiernan: una oligarquía de despostas , de autócratas, de tiranos en potencia, que se matan entre ellos, que pisotean a la población, que destrozan sus propias vidas y de aquellos que les rodean, con el único propósito de estar en la cúspide del Estado y de mantenerse en ella. La política atrae a los peores y los vuelve todavía peores. Y por eso la forma de mejorar una sociedad, la forma de mejorar el día a día de las personas, pasa por reducir la política a su mínima expresión.
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