Trabajadoras de la entidad de socorro a la población palestina (Unrwa) llegan para asistir a refugiados en una escuela en la Franja de Gaza. Agencias humanitarias, de las Naciones Unidas y no gubernamentales, reclaman que cesen las hostilidades y se les permita ingresar con ayuda al devastado territorio. Imagen: Unrwa
NUEVA YORK – Quince organizaciones humanitarias internacionales y agencias de las Naciones Unidas pidieron de nuevo a Israel que cese sus ataques en la Franja de Gaza y que permita el acceso de ayuda a ese territorio palestino, y a todas las partes contendientes que protejan a la población civil.
“Instamos una vez más a todas las partes que combaten en Gaza a que protejan a los civiles, y pedimos al Estado de Israel que cese sus ataques contra Gaza y contra los trabajadores humanitarios que intentan ayudar”, dice la declaración de las agencias.
En el norte de Gaza “la situación que se está desarrollando es apocalíptica. La zona lleva asediada casi un mes, sin recibir ayuda básica ni suministros vitales, mientras continúan los bombardeos y otros ataques”.
“Cientos de palestinos han muerto, la mayoría de ellos mujeres y niños, y miles han vuelto a verse obligados a desplazarse. Los hospitales han quedado prácticamente sin suministros y han sido objeto de ataques, matando a pacientes, destruyendo equipos vitales e interrumpiendo servicios vitales”, dice la declaración.
También se han producido enfrentamientos en el interior de los hospitales, y trabajadores sanitarios y pacientes han sido detenidos.
“Decenas de escuelas que servían de refugio fueron bombardeadas o evacuadas por la fuerza. Las tiendas de campaña que albergaban a familias desplazadas fueron bombardeadas y hubo personas quemadas vivas”, expuso la declaración.
El llamado está encabezado por la Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (Ocha) y el no gubernamental Consejo Internacional de Agencias Voluntarias (Icva en inglés).
El actual conflicto en Gaza se desarrolla desde que la milicia islamista Hamas atacó el 7 de octubre de 2023 el sur israelí, los que dejó 1200 personas muertas y 250 tomadas como rehenes. Israel respondió con una ofensiva militar a gran escala que ha causado 43 000 muertos y más de 100 000 heridos.
Además, la mayoría de las viviendas e instalaciones de servicios en Gaza -una franja junto al Mediterráneo, de 365 kilómetros cuadrados y 2,3 millones de habitantes- han quedado destruidas y su población está sumida en una crisis humanitaria que las agencias de la ONU consideran catastrófica.
La ONU encabeza la asistencia, que debe sortear los controles israelíes, sobre todo a través de la Unrwa, acrónimo inglés del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente.
Un nuevo obstáculo se ha sumado al aprobar el parlamento de Israel, el 28 de octubre, una ley que prohíbe a la Unrwa operar en territorio bajo control israelí y los contactos entre sus autoridades y los de esa agencia, lo que en la práctica cercena la posibilidad de llegar con auxilios a la Franja. Israel “debe cumplir las órdenes y determinaciones provisionales de la Corte Internacional de Justicia”, que procesa acusaciones genocidio sobre el Gobierno israelí y le ha ordenado permitir el acceso de ayuda y proteger a la población civil.
Por su parte “Hamás y otros grupos armados palestinos deben liberar a los rehenes de inmediato y sin condiciones, y deben respetar el derecho internacional humanitario”, indica la declaración de las agencias humanitarias.
El documento subraya que incluso ya antes de que las nuevas normas puedan entrar en vigor dentro de tres meses, “la ayuda humanitaria no puede satisfacer la magnitud de las necesidades debido a las limitaciones de acceso. No se dispone de los bienes básicos que salvan vidas”.
Los trabajadores humanitarios “no pueden realizar su trabajo con seguridad y las fuerzas israelíes y la inseguridad les impiden llegar a las personas necesitadas, y los equipos de rescate han sido atacados deliberadamente y frustrados en sus intentos de sacar a personas enterradas bajo los escombros de sus casas”.
“Las necesidades de las mujeres y las niñas son abrumadoras y aumentan cada día. Hemos perdido el contacto con quienes apoyamos y con quienes brindan servicios esenciales para salvar vidas en materia de salud sexual y reproductiva y en la lucha contra la violencia de género”, apuntó el texto. Por añadidura “el ganado también está muriendo, las tierras de cultivo han sido destruidas, los árboles han sido quemados hasta los cimientos, y la infraestructura de los sistemas agroalimentarios ha sido diezmada”.
«Toda la población palestina del norte de Gaza corre riesgo inminente de morir a causa de enfermedades, hambruna y violencia”, resume la declaración.
Aplicar las medidas dictadas por el parlamento israelí “diametralmente opuestas a la Carta de las Naciones Unidas, sería una catástrofe para la respuesta humanitaria en Gaza, con consecuencias nefastas para los derechos humanos de los millones de palestinos que dependen de la asistencia de la Unrwa”, reza la declaración.
“Seamos muy claros: no hay alternativa a la Unrwa”, se estampó en el texto.
La declaración concluye afirmando que “toda la región está al borde del abismo. Hace tiempo que se debería haber producido un cese inmediato de las hostilidades y un alto el fuego sostenido e incondicional. El flagrante desprecio por la humanidad básica y por las leyes de la guerra debe terminar”.
A-E/HM - Fuente: IPS
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