Los ancianos, de 89 años, tenemos que dejar constancia de las experiencias que hemos vivido para que queden registradas en la historia. En la Iglesia Católica había asociaciones de hombres como la adoración nocturna, los cursillos de cristiandad, etc. También había asociaciones femeninas, como las hijas de María, las Marías de los Sagrarios y otras. Actuaban por separado.
Pero cuando se estableció la nueva iglesia, juntaron las asociaciones de ambos sexos y muchos hombres se marcharon. Claro, han hecho una iglesia nueva y todo lo antiguo había que eliminarlo. Todos vemos que esto no funciona y observamos cómo las mujeres, auspiciadas por la propia jerarquía eclesiástica, son las que organizan y mandan. Claro está que no son todas.
Vemos en el ámbito político la misma situación. Se está cumpliendo lo que ocurrió en el Paraíso Terrenal: pecó Eva e hizo pecar a Adán. Por tanto, mientras siga así, los hombres no volverán a los templos mundanizados y desacralizados. Y muchas jóvenes, contaminadas por este feminismo radical, no quieren hijos, quieren perros. Los hombres son unos machistas y hay que eliminarlos.
Conocí a una anciana, la cual no es que destacase por ser una piadosa y devota hermana, que decía ese refrán popular: "El hombre propone y Dios dispone". Pues ella añadía una frase que yo desconocía: "Y la mujer todo lo descompone".
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