Algunos medios de comunicación no sé de dónde beben, ni lo que beben. Deberían cambiar de camello como María Jesús Montero. Abro la prensa de hoy y leo: «El Ministerio de Sanidad abre la puerta por primera vez en la historia a desmantelar MUFACE en septiembre de 2025…». El inicio del artículo informativo empieza en falso, y no será por la falta de hemerotecas. Casi todos medios de comunicación hablan de 1,5 millones de usuarios, pero ese no es el dato real. Los mutualistas son, más o menos esa cantidad, pero no así la suma de mutualistas y beneficiarios, que puede suponer alrededor de medio millón más. Bien es verdad que no conviene lanzar el dato global por la desestabilización que ello supondría para la sociedad y para la totalidad de usuarios actuales de la Seguridad Social. Pasar la línea es llegar al caos.
Esa afirmación inicial sobre la mutualidad no es correcta. Ya en el año 1994 y 1995 se lanzó el globo sonda sobre eliminar MUFACE, pero fue solo eso, un globo a ver quién lo pinchaba y si lo hacían muchos. Se estaban poniendo los pilares de la integración en la SS, pero el cálculo fue brutal y se comprobó que destrozaría la ya maltrecha por entonces Seguridad Social. Tuvo que ser una cabeza brillante quien se diera marcha atrás. Fue Alfredo Pérez Rubalcaba quien se encargó de dar marcha atrás. Por otra parte, el Gobierno había pretendido tapar la ingente corrupción socialista que empezaba a aflorar por esas fechas y que más tarde le reventó en los morros al Gobierno de Felipe González.
No hagan caso de toda la información fantasma que ahora recorre algunos medios de comunicación y que divulgan los mafiosos de la «Opinión Sincronizada». ¿Acaso no hay que tapar como sea la dejadez del Gobierno en la zona cero de Valencia? ¿Acaso no hay que tapar la extendida corrupción de Begoña “Pelela” Gómez? ¿Y qué me dice de las citas judiciales y de los nuevos presuntos delitos por los que debe responder la «catedrática» de la UCM? La disolución de MUFACE no está en manos del Ministerio de Sanidad, ni de su titular, Mónica García, que es quien se apropió indebidamente de 13.000€ en la Asamblea de Madrid durante la pandemia, lo ocultó y tuvo que devolverlo cuando el interventor lo detectó. En mi tierra lo llaman robo, sin más, y con esa fama se ha quedado en Madrid, más el desprestigio de haber protegido al agresor sexual, Íñigo Errejón. Y ahora, no sé si también estará despistada; ocupa un chalet en Cercedilla sin pagar impuestos y que está obligada a devolver las llaves porque es terreno dotacional para construir un hospital. Pero se niega y se resiste. ¡Hay que fastidiarse, qué tipo de «cencerros» ficha el mentiroso Sánchez!
Existe información suficiente para demostrar cómo se pretende colapsar la sanidad en todas las comunidades gobernadas por el Partido Popular que, dicho sea de paso, no van a asumir los costes. Particularmente se trata de dañar la organización sanitaria existente en Madrid, para así escarmentar a Díaz Ayuso, con quien nunca han podido los mafiosos de Moncloa. Enfrentarse de esa manera a una cabeza saneada como la de M.A.R. y a una estratega como la presidenta Díaz Ayuso es como enmarcar una locura o hacerse llamar «catedrática» con solo un simple bachillerato de dudosa adquisición y sin formación ni preparación universitaria. Es justamente lo que pretende el Gobierno: con ello puede decir después que la gestión de la «derechita cobarde» es inútil y negligente, algo así como lo que ahora se dice del Gobierno y del huido presidente tras su fuga de Paiporta, en un claro acto de cobardía e irresponsabilidad, tal y como le han recordado en Brasil algunos de los presidentes asistentes al G-20.
Lo siguiente es indagar por qué un cobarde y degenerado presidente se atreve a reprochar la actitud de los Reyes, que fueron quienes le salvaron del cadalso paiportino. La forma de andar del presidente, sin doblar las rodillas –en palabras de los expertos en lenguaje gestual—es que se defecó pernera abajo y su blanquecina cara lo delató. Aquella actitud ciudadana iba dirigida contra su dejadez de sátrapa y la desidia de su Gobierno dictatorial. Observen cómo hoy, en Chiva, la ciudadanía se ha dirigido a la Corona con respeto, dignidad y educación. ¿Quién era el destinatario de los silbidos en Paiporta?
A ver si se enteran Mónica García y el ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, que en MUFACE también se integra también toda la gestión del amplio Plan de Pensiones de la Administración General del Estado. El patrimonio sobrepasa con creces los 680 millones de euros. Si sumamos partícipes y usuarios la cifra se dispara, al pie de 700.000. Sin duda, estamos tal vez ante «el mayor plan de pensiones de empleo de Europa por número de partícipes». Por si acaso, en MUGEJU e ISFAS ya han acarreado munición y se han echado el fusil al hombro.
A Óscar López --fracasado exdirector general de Presidencia-- le ha caído el marrón de lanzar el globo sonda sobre MUFACE y el de hablar de la «inviabilidad» del sistema privado, algo que la ultraizquierda lleva entre ceja y ceja desde tiempo inmemorial. Y quienes le conocemos de su paso por Castilla y León, sabemos que es la incompetencia hecha persona y la verborrea vacía de un político faltón y mediocre. Siendo líder del PSOE en las Cortes de Castilla y León, cada vez que se enfrentaba dialécticamente a Juan Vicente Herrera acababa contra las tablas. No domina el debate sin insultos, acusaciones y exabruptos. Está pendiente de abrirse una investigación sobre su gestión como presidente y consejero de Paradores; gestión que sigue oliendo poco bien.
Y como ahora será Óscar López quien sustituya a Juan Lobato al frente del PSOE madrileño, el ministro volverá a ser el mono contra el que lanzar pelotazos. Ese era su sino con Juan Vicente Herrera al frente del Gobierno de Castilla y León.
En próxima ocasión demostraremos que el presunto globo sonda de MUFACE va dirigido particularmente contra la Sanidad madrileña y la ínclita presidenta, lo mismo que la dejadez del Gobierno con la zona cero iba dirigida a hacer fracasar a Mazón y la visita de los monarcas. Mónica García solo está en el ministerio para ladrar y poco más.
Es un hecho que la mala fe y las sucias estratagemas de Pedro Sánchez se le vuelven en contra, como la que surgirá antes de acabar esta misma semana. Doy fe.
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