La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha presentado en la LXXVI Reunión Anual el “Informe sobre la relación entre las enfermedades neurológicas y la salud cerebral”, un documento llevado a cabo con la colaboración de Angelini Pharma y que surge como respuesta al llamamiento iniciado en 2022 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) a impulsar acciones que ayuden a entender qué es la salud cerebral y la importancia de optimizarla.
“Hace algo menos de dos años la OMS hizo un llamamiento internacional para tratar de impulsar acciones específicas de salud pública y de investigación que traten de fomentar la salud del cerebro, no solo por los beneficios para la salud y el bienestar general de cada individuo, sino también por las trabas en el desarrollo y la productividad mundial que supone la enorme carga sociosanitaria de las enfermedades neurológicas”, comenta el Dr. Jesús Porta-Etessam, Presidente de la Sociedad Española de Neurología. “Por esa razón la SEN ha considerado fundamental realizar este informe para que, de manera científica, se analice la relación entre las enfermedades neurológicas y la salud cerebral. Un informe que no solo estudia su implicación directa, sino que plantea medidas y propuestas para fomentarla. Porque entendemos que la investigación es la mejor manera de promover la importancia de los factores y los cambios en el estilo de vida necesarios para disminuir el riesgo de padecer una enfermedad neurológica”.
Según estimaciones de la OMS, casi una de cada tres personas desarrollará una enfermedad neurológica en algún momento de su vida. Enfermedades neurológicas -como el ictus, las demencias, o las cefaleas- son la principal causa de discapacidad a nivel mundial. Además, las enfermedades neurológicas son la segunda causa de muerte en todo el mundo y son las responsables de 9 millones de muertes al año, con el añadido de que las estimaciones a futuro, por los cambios demográficos mundiales y el envejecimiento de la población, sugieren que estas cifras no harán más que aumentar. Las previsiones para 2065 indican que la longevidad en Europa se podrá ver incrementada en 10 años, y las enfermedades cerebrales mayormente ligadas al proceso del envejecimiento, como las neurodegenerativas, las vasculares cerebrales o la depresión de inicio tardío, entre otras, son las que mayor discapacidad generan en los mayores de 65 años.
“Claramente existe una relación entre la pérdida de salud cerebral y las enfermedades neurológicas. Además, en España, principalmente por el envejecimiento de nuestra población, la prevalencia de las enfermedades neurológicas es un 18% superior respecto a la media mundial, e irá en aumento. Por lo que se necesitan nuevas estrategias de tratamiento y rehabilitación de las enfermedades que afectan al sistema nervioso”, destaca la Dra. Mar Mendibe, Vicepresidenta de la SEN y coordinadora del informe. “Pero además también se necesitan estrategias eficaces de prevención, no solo porque muchas enfermedades neurológicas son prevenibles, como por ejemplo más del 80% de los casos de ictus, del 40% de los casos de demencia, o del 30% de los casos de epilepsia; sino porque una buena salud cerebral también puede influir en la manera en que los pacientes afrontan los daños causados por la enfermedad y porque una buena salud cerebral puede retrasar la aparición de síntomas y reducir la progresión de la discapacidad”.
Por esta razón, en el “Informe sobre la relación entre las enfermedades neurológicas y la salud cerebral”, además de explicar el impacto que tienen ciertos hábitos de vida en la salud cerebral, se analizan los mecanismos por los que las enfermedades neurológicas alteran la salud cerebral. Pero también hace un especial hincapié en las medidas de prevención de las principales enfermedades neurológicas y, además, incluye un capítulo para orientar sobre cómo debe ser un envejecimiento saludable.
“Desde la SEN nos gustaría recordar que los tres pilares fundamentales para mantener la salud cerebral son: conocer y tratar de alterar la exposición a factores de riesgo de las enfermedades cerebrales a lo largo de la vida; impulsar hábitos de vida saludables que promuevan mecanismos de reparación; e implementar intervenciones para mantener la conectividad funcional cerebral y promover la resiliencia contra las patologías relacionadas con la edad en etapas tempranas de la vida”, destaca la Dra. Mar Mendibe.
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