Las ordenanzas municipales regulan la gestión de residuos urbanos y la limpieza viaria, entendiendo por residuos urbanos los generados en domicilios particulares, comercios, oficinas y servicios, así como todos aquellos que no tengan calificación de peligrosos. Esta ordenanza regula, en el ámbito de las competencias de los ayuntamientos, todas aquellas actividades dirigidas a la recogida, almacenamiento y transporte, valoración, tratamiento y eliminación de residuos urbanos, así como la limpieza de los espacios públicos y privados, y el mantenimiento de solares, con el fin de conseguir las condiciones adecuadas de salubridad, bienestar ciudadano y pulcritud.
Las ciudades con considerable aumento de la población y un gran crecimiento urbanístico, necesitan medidas actualizadas de gestión y control para evitar, prevenir y minimizar su impacto en la salud pública. A pesar de que en muchos lugares ya se han ido renovando los contenedores, haciéndolos compatibles con criterios estéticos y funcionales, en algunas zonas, y donde sea viable, se deberían soterrar, dado que hacerlo supone una mejora de la calidad de vida de los vecinos, y les permite un uso más cómodo de los dispositivos de recogida de residuos.
Son muchos los puntos de recogida en los que los usuarios se ven obligados a depositar las bolsas de basura en la vía pública junto al contenedor, y cuando éste se llena, se ofrece una mala imagen y se convierte en un foco de insalubridad.
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