El 23 de enero de 2025, en el marco de Fitur, se escribirá una página memorable para Cabeza la Vaca. Este pequeño municipio extremeño recibirá el distintivo de Pueblo Mágico de Extremadura, un galardón que trasciende el simple reconocimiento turístico para convertirse en un homenaje a su identidad y a la implicación de sus habitantes. No se trata solo de un premio, sino de la consagración de un esfuerzo colectivo por destacar lo extraordinario de un lugar que ha sabido preservar su esencia mientras mira hacia el futuro.
La organización de Pueblos Mágicos de España, con esta iniciativa, busca algo más que nombres en una lista: busca destacar aquellos rincones donde la autenticidad, el patrimonio y el compromiso comunitario se entrelazan. En el caso de Cabeza la Vaca, la elección parece inevitable. Desde sus castañares centenarios hasta sus tradiciones vivas, pasando por la hospitalidad de su gente, este pueblo encarna a la perfección aquello que merece ser llamado mágico.
Luis David Zapata, alcalde de Cabeza la Vaca, se muestra exultante. No es para menos. Este premio, subraya, pertenece a toda la comunidad. Ha sido un reconocimiento ganado voto a voto, no solo por los méritos del municipio, sino por la capacidad de movilización de sus habitantes, que llevaron la candidatura como bandera, logrando que su pueblo brillara con luz propia entre más de 200.000 sufragios. "Es un premio para todos", recalca Zapata, recordando que la implicación de los vecinos ha sido el alma de esta conquista.
El reconocimiento no llega solo, sino en un momento en que Cabeza la Vaca aspira también a que su Feria de la Castaña sea declarada Fiesta de Interés Turístico Regional. "Estamos convencidos de que lo merecemos", afirma el alcalde con una determinación que refleja el mismo espíritu que los ha llevado a recibir este galardón. Porque este pueblo, que mira con orgullo a su pasado, sabe que su futuro pasa por un desarrollo turístico que respete y potencie su rica herencia cultural y natural.
El premio no solo destaca a Cabeza la Vaca, sino también a la comarca de Tentudía, con Segura de León logrando su propio reconocimiento por promover el turismo gastronómico mediante catas de productos locales. Son logros que demuestran que el esfuerzo compartido en territorios rurales tiene un impacto tangible en su proyección y desarrollo.
La distinción de Pueblo Mágico es, en última instancia, una puerta abierta. Un sello de calidad que promete poner a Cabeza la Vaca en el mapa, atrayendo visitantes que busquen la autenticidad en un mundo saturado de artificios. También es un recordatorio que la magia de un lugar no está solo en sus paisajes o en su historia, sino en la gente que, día a día, construyen su presente; y en la gente que construyó por siglos este presente que disfrutamos ahora. Cabeza la Vaca es mágica, sus habitantes tienen una sensibilidad especial, entre ellos son una piña, de ello da fe su Cronista Oficial.
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