Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Opinión
Etiquetas | Sensible | Educación | Violencia | Niños

Violencia en la red

La libertad de expresión tiene unos límites establecidos por el ordenamiento jurídico
José Manuel López García
martes, 11 de octubre de 2016, 00:15 h (CET)
En relación con Adríán el niño que ha sido objeto de comentarios inapropiados en las redes sociales por su afición a los toros parece que no hace falta ser antitaurino para darse cuenta de que no se debe desear la muerte de nadie. Se puede no estar de acuerdo con el toreo, pero eso no justifica de ninguna manera el que sea legítimo y razonable desear la muerte a este niño de ocho años al que le gusta el mundo de la tauromaquia. Me parece lógico que la familia de Adrián denuncie este tipo de actitudes.

La libertad de expresión tiene unos límites establecidos por el ordenamiento jurídico y los jueces correspondientes son los que determinan lo procedente, si se vulneran las leyes. Toda persona tiene unos derechos reconocidos y no puede ser que se falte al respeto debido que se merece todo individuo por el simple hecho de serlo. Se puede discrepar y criticar todo lo que se quiera, pero no se debe faltar al respeto de nadie.

Los principios éticos no justifican, en ningún caso, que se desee la muerte de ninguna persona. Los antitaurinos tienen todo el derecho del mundo de serlo. A los toros se los puede defender por los cauces legales, pero no es coherente pensar que la vida de un toro, con todo mi respeto por este bello animal, es igual o tiene el mismo valor que la de una persona.

El derecho a la vida de los seres humanos es inviolable y no admite excepciones. Y por el hecho de los toreros maten toros no es justificable que se deba desear la muerte también de ellos, ya que es un planteamiento absurdo. Respecto a Adrián lo que corresponde es apoyarlo al máximo y que se recupere lo antes posible de su cáncer.

Se debe respetar a todos, aunque no se esté de acuerdo. Y existen modos civilizados y educados de realizar comentarios sin necesidad de herir la sensibilidad de nadie y sin faltar a los demás con una actitud de desconsideración y desprecio.

Si se cometen delitos en las redes sociales son investigados por los cuerpos policiales. Aunque existen unidades especializadas en la vigilancia para evitar insultos, etc., no es una tarea fácil por la cantidad de usuarios de Internet y por el inmenso número de mensajes y comentarios que aparecen en las redes más utilizadas por los internautas.

Una gran parte de la responsabilidad reside, a mi juicio, en las propias redes sociales que deberían anular o bloquear, inmediatamente, los comentarios improcedentes y vejatorios. Mientras esto no se realice de forma más rápida y eficiente seguiremos asistiendo estupefactos a declaraciones de un tono y un contenido inadmisible.

Considero que Twitter tendría que mejorar mucho más su sistema de moderación o control de los tuits que se suben para evitar que se publiquen tuits vejatorios o insultantes que no respetan la ley y suprimirlos o bloquearlos de forma rápida.

La violencia escrita en las redes sociales es especialmente cruel para las víctimas de la misma, porque es pública y notoria. También la violencia verbal es muy negativa, pero lo es de otra forma, y tampoco debe quedar impune en la sociedad actual, ya que no se debe consentir.

Noticias relacionadas

Parece que algunos medios vienen a decir que no ha sentado bien por estas tierras que algunas multinacionales de la gran comunicación —modelos del gran capitalismo operante—, que se ventila en las redes sociales, no hagan caso a los jefes políticos de aquí y hayan decidido pasar de la censura, siguiendo la nueva tendencia política, con destino a ser exportada.

Se suele afirmar que la realidad supera a la ficción, aunque no queda claro a qué se refiere dicha aserción, pues la ficción suele inspirarse en la realidad, por aquello del Arte imitando a la Naturaleza. Lo que sí parece es que tendemos a preferir la ficción, cuyos contornos se nos ofrecen siempre definidos y cuyo desarrollo atesora una lógica interna expresada en forma de relato, de diálogo o de variadas formas audiovisuales.

González Amador está acusado de dos delitos de fraude fiscal y un tercero por falsedad documental y proponía asumir ocho meses de cárcel y pagar unos 525.000 euros para evitar ir a juicio, con lo que reconocía sus delitos y sería un "defraudador confeso" (D.C).

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2024 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto