Cuando en familia se reza, cuando se tiene claro qué televisión se ve o no se ve, o qué programas; el ejemplo de los padres y abuelos, el cuidado de los hermanos y, poniendo a Dios y a su Madre, no hay quien pueda con la Fe y con el Padre por excelencia, que es Dios. ¿Se bendice la mesa en tu casa? ¿Se reza el rosario sin obligar? ¿Hay una Biblia, un par de catecismos? ¿Nos unimos en la oración cuando hay problemas o sin problemas? ¿Se visitan a enfermos y pobres, se habla de la vida y de la muerte?
Pues eso, menos papá Estado, o que alguien haga algo, y empecemos por nosotros mismos. Lo malo es que nos quieren organizar también la conciencia, lo correcto, lo de moda y hurgar en el espacio sagrado de la conciencia. No te quejes, empieza en tu casa y por los más cercanos; y el mundo cambiará.
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