¡Un nuevo año! Si aprovechamos la oportunidad para revisar ciertas cosas, no nos pueden acusar de oportunistas ni de tontos; en todo caso, de oportunos. Es oportuno o procedente empezar el nuevo año con ciertos principios revisados:
La responsabilidad va primero y la libertad después. La libertad en su significado más amplio… Si quieres recoger o cosechar, primero has de sembrar. Sembrar, es decir, esforzarte…
La política y la religión, ¡mal tema de conversación! En ciertas reuniones es mejor evitar esos temas. Otro: hay que salir de la burbuja propia a buscar información, pues si solo tenemos en cuenta lo que dicen los nuestros, pensaremos que somos los mejores.
Y ahora con pareados, más principios revisados: Uno, el discurso contaminas si el tema no dominas.
Dos, aunque mucha sabiduría contienen los refranes, con ellos no hagas tus planes. Lo vemos a diario: cada refrán tiene su contrario.
- “A quien madruga Dios le ayuda”. Vale, pero, ¿y este? “No por mucho madrugar, amanece más temprano”.
- “Más vale malo conocido que bueno por conocer”. Pero, “quien no arriesga, no gana”.
- “Quien no habla no yerra”, toma, y “quien no llora no mama”.
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