«Ministro: Felicidades por su discurso. Pero lo que a mí me interesaría saber hoy es si García Margallo va a formar parte del próximo gobierno de Rajoy»
«No lo sé, Soraya dice que no»
Fue al final. Tras una intervención del Ministro de Asuntos Exteriores en un almuerzo del Club Siglo XXI, una felicitación afable y una pregunta simple fruto de la curiosidad del día y de las conversación de un grupo de periodistas sobre las “entretelas” de la formación del próximo gobierno.
La respuesta, sencilla («No lo sé, Soraya dice que no») resumía la situación política actual, daba muestra de cómo han sido, y son, las relaciones entre los miembros del Gobierno, ponía al descubierto toda una suerte de intenciones e intuiciones; y dejaba abierta la posibilidad y/o disponibilidad de García Margallo para formar parte del posible nuevo Gobierno de Rajoy.
El acto lo abrió Francisco Segrelles, que presentó a García Margallo como uno de los principales ministros del Gobierno de Rajoy, “un político de raza al que da gusto escuchar” y al que, dijo, “va a preguntar Gloria Lomana”. El tema elegido para la ocasión, vaya usted a saber por qué, a priori parecía interesante: “Los Populismos”. Un tema, “que esta de moda”, dijo el orador antes de desarrollar un asunto árido, que, brillante, convirtió en ameno.
“Los grandes hechos, según Carlos Marx, aparecen dos veces”, dijo al principio, para, a continuación, recordar el pasado próximo a la Primera Guerra Mundial y acercarlo a una actualidad en la que ya se habían difundido como noticia los hechos contra Felipe González de la mañana.
Se le había dado un tiempo de 25 minutos, demasiado poco para asunto y orador. Pero, con no mucho más, a Margallo le bastó. Con locuacidad y calidad de verbo: “Ahora (los populismos) son consecuencia de lo que había... En la guerra (14 a 18) la revolución bolchevique... Tratado de Versalles... Como consecuencia, populismos de izquierda y de derecha..., que bajan cuando la economía se asienta...Los movimientos globalizados de entonces y ahora son idénticos...Los países emergentes (ahora) cobran más importancia que nunca en la historia... Los populismos se extienden como una mancha de aceite”
Después, como Ministro de Asuntos Exteriores, la Unión Europea y sus retos (Crisis demográfica, Competitividad. Debilidad en las instituciones, Consolidación Fiscal...) El Brexit. Relaciones entre el Reino Unido y España.
Y Gibraltar, que sirvió de colofón a su discurso dando noticia y titular: “Hemos lanzado una propuesta sobre Gibraltar que habrá que ver después de marzo, cuando en Gibraltar se empiecen a dar cuenta (de lo que hay)”
A continuación, Gloria Lomana se aplicó en la tarea de hacer peguntas. Al principio, hizo las suyas, intentando lo que parecía una entrevista. “Pero Margallo es mucho Margallo y Gloria no tiene su día”, dijo alguien para resumir unos momentos en los que el orador fue soltando sus mensajes al margen de Lomana. Siguió con el cuestionario de la prensa: Más Gibraltar. Mosul. Elecciones USA. Refugiados. Alto el fuego en Colombia. Donald Trump y Hillary Clinton. Políticas de Tsipras en Grecia. Próximo Gobierno corto. Comité Federal del PSOE...
Y dos temas finales, acaso buscando titulares. O algo más:
Si PSOE, Podemos y Ciudadanos provocan un bloqueo, habrá Elecciones Generales el día 3 de Mayo.
El Problema de Cataluña no se juega en casa. Cataluña será Estado si lo aprueba la ONU sin ningún veto. Es inimaginable. Si (Cataluña) pretende convertirse en Estado independiente no reconocido, no es Estado. Porque “Si las campanas no suenan por tres razones, y no hay campanas: no suenan; y sobran las otras dos razones”. No hay campanas y no hay Estado “...hemos de hacer que se cumpla la Ley”
Eso es lo que hasta el momento daba de sí lo dicho por Gª Margallo. Al margen quedaban los comentarios y la realidad avistada por la prensa: Una situación política, para el PP, Rajoy y Gª Margallo, similar a la del verano de 2011, cuando se esperaba la victoria del PP y Rajoy debía formar el gobierno de la X Legislatura, con los aciertos que hubo; y los errores, especialmente los errores. Éxitos y errores arrastrados hasta ahora, a las puertas de una XII Legislatura, tras una XI en blanco y con un Gobierno en Funciones.
Fue en ese momento cuando Lomana, espesa, trajo a colación lo que llamó una leyenda urbana sobre un barco, el “Kikiriki” de García Margallo.
“De niño me decían gallo-Margallo. Por eso le puse Kikiriki de nombre. Y a ese barco le hice campeón de España” - aclaró.
Tras acabar, el ministro, cercano, aceptó conversación.
Con la explicación sobre el nombre del barco y el “Kikiriki” en los oídos, como forma onomatopéyica del canto del gallo, el «No lo sé, Soraya dice que no» apareció como algo jugoso para los que saborean noticias:
A la vez, para paladeo, surgieron: Los equilibrios y ensambles de los egos de quienes pueden ser hechos “ministros principales”. Las aspiraciones de muchos. La soledad del futuro presidente del Gobierno tratando de formar nuevo equipo. Los proyectos hasta ahora ocultos. Y un futuro posible nacional, que, con la leyenda urbana que recordó Lomana y las explicaciones del Ministro de Asuntos Exteriores, se quedó en el aire, listo para ser difundido, entendido y meditado:
Un lema, que flota, preocupa y llama la atención, como el Kikiriki de un gallo que es distinto, y más importante, que el nombre de un barco que fue del Ministro de Asuntos Exteriores.
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