
La menopausia ya no es tabú. La llegada del climaterio ha dejado de ser un tema delicado para la mujer en particular y para la sociedad en general. Hace décadas se asociaba esta fase biológica de la vida con el fin de un rol, el de la maternidad, y con la pérdida de capacidad sexual. Hoy, el cambio de mentalidad, con el empoderamiento femenino, y los avances médicos, con la introducción de la terapia de reemplazo hormonal, la han normalizado. Pero, ¿Qué ocurre con el varón? ¿Asume de igual forma su declive sexual? ¿Está dispuesto a ponerse en manos de profesionales para continuar teniendo una vida de pareja plena y activa?
Para el doctor Alfonso Galán, médico especialista en antienvejecimiento de Neolife hay diferencias sustanciales en este sentido en cuanto a los sexos: “Los hombres tienden a buscar ayuda menos que las mujeres, lo cual es una lástima porque la pérdida de testosterona tiene un impacto profundo no solo en el deseo sexual, sino también en la salud general, en la masa ósea, tono muscular, distribución de grasa, estado de ánimo y estado cardiovascular. Además, la deficiencia de testosterona está asociada a un mayor riesgo de desarrollar cáncer de próstata agresivo”.
Desde Neolife consideran pues que este acercamiento a la mejora del sexo a partir de los 50 implica un fortalecimiento integral de la salud. Reponer los niveles de testosterona, DHEAS, DHEA y DHT, las hormonas sexuales masculinas, es, aclaran, seguro. Sus riesgos son mínimos y sus beneficios importantes, ya que “una vida sexual activa puede reducir la mortalidad por diferentes causas. Mejora la libido, la energía, la composición corporal y el ánimo, además de fortalecer las relaciones de pareja”.
Ellos se cuidan menos en general, también en lo que se refiere a su deseo y vigor sexual, a pesar de que, cuenta el doctor, y aunque los tabúes en relación a la andropausia son significativos, se ha comenzado a percibir un cambio. Cada vez más hombres buscan ayuda, reconoce, “aunque muchos prefieren un especialista masculino”.
El declive hormonal llega para todos, aunque existen diferencias entre hombre y mujer. En ellas sucede antes, suele ser más brusco y marcado, debido a la caída abrupta de estrógenos durante la menopausia, generalmente entre los 45 y 55 años. Esto puede causar pérdida de deseo sexual, molestias durante el coito y otros cambios físicos y emocionales. En ellos, el descenso progresivo de testosterona, que puede comenzar a los 40 años, les permite adaptarse mejor.
En cuanto a las satisfacción sexual, Alfonso Galán, no ve diferencias entre hombre y mujer. No hay límites en ambos casos a la hora de alcanzar el orgasmo. Sí, porque, a pesar de algunas creencias populares, el sexo se practica, y en plenitud, en los sesenta.
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