![](/multimedia/images/img_c_67a5e5487ea27.jpg) Un paso crucial en la defensa del sector agrícola en España
El granizo es uno de los mayores enemigos de la agricultura. En cuestión de minutos, una tormenta puede destruir cosechas enteras, provocando pérdidas millonarias no solo en la producción, sino también en el tejido laboral y económico de las comarcas afectadas. En este contexto, surge la Asociación Nacional de Sistemas Antigranizo SPAG (ANSAS), una entidad que representa a más de 10.000 agricultores y empresas agrícolas, en un sector vital de la economía española. Su principal misión: proteger los intereses de los agricultores frente a la desinformación y las barreras injustificadas impuestas contra los sistemas antigranizo SPAG.
Una problemática que va más allá de las cosechas
La problemática del granizo no se limita a la pérdida de producción. Este fenómeno climático afecta gravemente a la economía local y al empleo agrícola, generando un impacto en cadena que repercute en el encarecimiento de los seguros agrarios, la reducción del poder adquisitivo de los trabajadores del campo y, en última instancia, la sostenibilidad de las explotaciones agrícolas.
En un momento en el que la eficiencia y la optimización de recursos son claves para la supervivencia del sector, los sistemas antigranizo SPAG han demostrado ser una solución eficaz para mitigar los efectos devastadores del granizo, minimizando el impacto sobre la producción sin la necesidad de recurrir a inversiones desproporcionadas.
Un sistema avalado por la ciencia, pero obstaculizado en España
A pesar de que estos sistemas están ampliamente implementados en otros países con excelentes resultados, en España su adopción ha enfrentado una barrera artificial compuesta por desinformación, presión social y trabas burocráticas sin fundamento científico. Así lo afirma Cristina Collado, responsable de comunicación de ANSAS, quien denuncia que “los sistemas de protección contra el granizo SPAG son una solución eficiente, pero en España enfrentamos un ruido social alimentado por intereses ocultos y falta de información veraz”.
El uso de ondas de choque para la dispersión del granizo es una tecnología que ha sido avalada por múltiples informes oficiales que certifican que no afecta a las precipitaciones ni a la distribución de la lluvia, además de no generar ningún impacto negativo en el medio ambiente. Sin embargo, tal como destaca Collado, “hay ciertos sectores que continúan criminalizando a los agricultores y empresas que utilizan estos sistemas, condicionando las decisiones de la administración y obstaculizando su implementación”.
El papel de ANSAS: representación, información y transparencia
La creación de ANSAS responde a la necesidad de dotar al sector de una representación jurídica unificada, con el objetivo de crear un canal de comunicación directo con las administraciones y organismos competentes. La asociación no solo luchará por la defensa de los agricultores y empresas del sector, sino que también trabajará en la formación y divulgación de información veraz sobre los sistemas SPAG.
Uno de los pilares estratégicos de la asociación será la colaboración con centros universitarios y organismos investigadores para garantizar la máxima transparencia y seguir aportando evidencias científicas sobre la seguridad y eficacia de estos sistemas. “Queremos que la sociedad y las instituciones comprendan que los sistemas antigranizo no solo no causan daño, sino que son una solución real al problema del granizo en la agricultura”, subraya Collado.
España, a contracorriente de otros países
Mientras que en otros países la implementación de los sistemas antigranizo SPAG se está consolidando como una herramienta clave para proteger la agricultura, en España las barreras administrativas y la falta de soluciones alternativas están dejando a los agricultores en una posición de vulnerabilidad.
Cristina Collado es contundente al respecto: “Nuestra asociación no solo defiende los intereses de los agricultores y las empresas agrícolas, sino también el de más de 50.000 empleos directos que dependen de este sector, sin contar con todos los puestos indirectos que se ven afectados cuando el granizo arrasa los cultivos”. Esta falta de acción por parte de las administraciones pone en peligro la sostenibilidad del sector agrícola, así como la estabilidad económica de muchas familias en las zonas rurales.
ANSAS ya está en acción: reuniones con organismos y entidades clave
Desde su creación, ANSAS ha comenzado a trabajar activamente con organismos y entidades para esclarecer la situación y garantizar que la sociedad y las administraciones cuenten con información basada en hechos y datos científicos. “Nuestro objetivo es aportar luz a esta situación de confusión y dar total tranquilidad a la sociedad”, concluye Collado.
El nacimiento de ANSAS marca un punto de inflexión en la lucha contra la desinformación y las trabas injustificadas. Con el respaldo de miles de agricultores y empresas del sector, la asociación se posiciona como un actor clave en la defensa de una solución efectiva para la protección del campo español. En un contexto de crecientes desafíos para la agricultura, es imprescindible que el sector cuente con herramientas eficaces y el respaldo necesario para garantizar su viabilidad y sostenibilidad en el futuro.
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