Alessandra Giliani (1307 - 26 de marzo de 1326), llamada Giliani, Ziliani, Guilani, etc. La historia de una mujer en Historia ha sufrido mucho, tanto que generalmente se pensaba que el conocimiento y méritos que pudiera tener una mujer no era más que mito, leyenda, imaginación y, como ciudadanos de segunda categoría, pasaron a la Historia, -cuando pasaron-, en ese segundo puesto también, cuando se les asigna algún puesto, porque muchas mujeres de ciencia, considerando que las ciencias tienen su rama pura y humanística, ni pasaron siquiera a la Historia; y sus méritos han sido atribuidos a sus esposos, colaboradores, maestros, etc.
Detalle de miniatura en Lección de anatomía o Lección de anatomía del doctor Mondino de Luzzi, grabado realizado entre 1487 y 1493, autor desconocido. El grabado fue la portada de Anathomia corporis humani. Aparecen el cadáver, Alessandra Giliani y el médico profesor. Mondino sentado en un sillón de cátedra con un libro
Pero ella es reconocida como la primera mujer mencionada en registros históricos por su trabajo en anatomía, que hoy se podría definir como patología.
La patología es la rama de medicina y biología que se encarga del estudio de las enfermedades especialmente del estudio de los cambios estructurales bioquímicos y funcionales que que están presentes en la enfermedad de las células, tejidos y órganos. Usa herramientas inmunológicas, moleculares, microbiológicas y morfológicas para intentar de explicar la etiología y manifestaciones clínicas en su signo y síntomatología, que presentan los distintos pacientes, a la vez que propone bases racionales para su tratamiento y profilaxis. La patología se suele considera lazo de unión entre las ciencias básicas (investigación sin fines prácticos inmediatos, con la finalidad de incrementar el conocimiento de los fundamentales principios de la naturaleza, de la realidad en sí misma) y las clínicas (proceso indagatorio para el diagnóstico de una situación patológica o patología).
Alessandra nació en San Giovanni in Persiceto, en la región de Emilia-Romaña, Italia, una comunidad que hoy tiene unos 26.000 habitantes en la provincia de Bolonia; y murió a los 19 años, posiblemente debido a una infección séptica.
Se disfrazaba de hombre para evitar la mirada de los curiosos e intrigantes. Fue la primera mujer en ser registrada en documentos históricos como patóloga y anatomista. Fue conocida por su habilidad como prosector, es decir, preparadora de cadáveres para disección, conocedora de la técnica para el mantenimiento de los cuerpos muertos.
Ideó una metodología para poder drenar la sangre de los cadáveres y sustituirla por una sustancia que producía el efecto de endurecer los vasos sanguíneos, siendo cera líquida el fluido que utilizaba, cera líquida de colores. Gracias a su técnica, consigue dibujar el camino que hacía la sangre y así contribuyó a la comprensión, con más exactitud, del conocimiento de la circulación de la sangre del ser humano.
Habría tenido la tarea especial de la preparar disecciones para la demostración o explicación de estudios que se realizaba / za en las escuelas de medicina y hospitales, hoy universidades, sabiendo que muchos anatomistas importantes empezaron sus carreras de esta forma, como prosectores, trabajando para los profesores y los estudiantes de anatomía y patología.
Trabajó junto a Mondino de Luzzi, un renombrado profesor de la Universidad de Bolonia considerado el padre de la anatomía moderna. Participaba en las clases que daba de Luzzi. Mondino había estudiado en el Colegio de Médicos de Bolonia siendo alumno de Taddeo Alderotti, destacado profesor de la universidad; y se gradúa sobre 1290. Fue contratado como profesor de medicina y cirugía por la universidad de 1306 a 1324.
A Mondino de Luzzi se le tiene como el “restaurador de la anatomía” debido a sus importantes contribuciones en este campo al reintroducir la práctica de la disección pública de cuerpos humanos y por escribir el primer texto de anatomía moderno. Hay que tener en cuenta que con frecuencia los hombres que trabajan con mujeres, el trabajo de éstas, es considerado como trabajo de aquel varón que se beneficia de la inteligencia y artes de sus pupilas o de sus trabajadoras, pasando éstas desapercibidas a los ojos de los demás e incluso de la Historia. Habría sido también el caso de la esposa e hijas de Pitágoras.
Alessandra habría llegado hasta Lussi disfrazada de hombre y demostró sobradamente sus cualidades de forma que llega a ser la principal discípula de Mondino de Luzzi, después sería descubierta o ella misma confesó su realidad femenina hasta el punto de tener relación amorosa o noviazgo con su compañero Otto Angenius.
Aunque su trabajo se ha perdido, fue homenajeada por Otto Angenius, quien le dedicó una placa conmemorativa en San Pietro e Marcellino degli Spedolari di Santa Maria di Mareto, posiblemente por ser su prometido, era discípulo como ella misma de Luzzi. El texto de la lápida es el que sigue: Encerradas en esta urna las cenizas del cuerpo de Alessandra Giliani, doncella de Periceto, hábil con el pincel en las demostraciones anatómicas, y discípula, igualada por pocos, del muy notable médico, Mondino de Luzzi, esperan la resurrección. Vivió diecinueve años; murió consumida por sus trabajos el 26 de marzo de 1326. Otto Agenius Lustrulanus, privado por su pérdida de lo mejor de sí mismo, su excelente compañera merecedora de lo mejor, ha erigido esta lápida.
El legado de Giliani perduró en escritos posteriores, siendo mencionada por Michele Medici en el siglo XIX en su historia de la anatomía de la escuela boloñesa. Su vida inspiró la novela A Golden Web de Barbara Quick, publicada en 2010, que recrea de manera ficticia la época en que vivió Alessandra.
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