En los últimos años, impulsados por una mayor conciencia sobre la salud, la nutrición y el bienestar, los consumidores están mostrando un creciente interés por la calidad y la composición de los alimentos que compran. Esta tendencia se refleja en un hábito cada vez más común: la revisión detallada del etiquetado de los productos alimenticios antes de incluirlos en la cesta de la compra. Así lo demuestran los datos recogidos en el VII Estudio de Salud y Vida de Aegon, que afirman que los alimentos con aditivos, conservantes, aceite de palma o los considerados como ultraprocesados son los primeros que los consumidores eliminan de su dieta (60,6%) y los alimentos calóricos y/o con mucho azúcar (59,4%). Ambos datos, han sufrido un pequeño descenso respecto al año anterior (63,8% y 59,9%).
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Con unos porcentajes inferiores, se encuentran el grupo de personas que evitan los alimentos cuya producción tenga un impacto negativo para el medio ambiente (22,8%), los que producen intolerancia o malestar como los que contienen gluten, lactosa o frutos secos (16,3%) o aquellos alimentos con lactosa (11%), datos que también han sufrido un pequeño descenso respecto al ejercicio pasado. Sin embargo, el grupo de consumidores que afirman no evitar comprar ningún tipo de alimento independientemente de su composición, suma un 17,1% del total (3,6 puntos porcentuales más que en el estudio anterior).
Existen otras variables como el hecho de tener hijos que marca una diferencia significativa a la hora de comprar estos productos: un mayor porcentaje de encuestados con familia evita adquirirlos. La proporción de mujeres que elude consumir ciertos productos menos saludables es mayor en todos los campos que el porcentaje de hombres que los evita.
Casi la mitad de la población mira los ingredientes antes de comprar
Un 40,6% de los encuestados dice que suele mirar las propiedades nutricionales de los alimentos al hacer su compra, mientras un 49,2% de los participantes asegura que mira los ingredientes y la composición de los productos que adquiere.
Por perfil, son las mujeres las que le dan más importancia tanto al aporte nutricional (43%, frente al 38,1% de los hombres) como a los ingredientes (54,5%, frente al 43,5% de los hombres).
Por grupo de edad, el que más importancia le da a la información nutricional de la comida es el colectivo que se encuentra entre 26 y 40 años (para el 46,6% es decisivo en su compra) y son los mayores de 65 los que menos importancia le dan (35,9%). Sin embargo, es este mismo grupo el que más tienen en cuenta los ingredientes y la composición de los alimentos al adquirirlos (el 51,9% observa esta información antes de decidirse a comprar).
La información del etiquetado para informarse de ambas áreas es especialmente relevante para las personas con hijos, para aquellos que han hecho dieta y para quienes afirman que llevan una alimentación equilibrada.
Asturias, Madrid y Cataluña, las comunidades que da más importancia tanto a la información nutricional como a la composición de los alimentos
Segmentando los datos por comunidades autónomas, es en Asturias, Comunidad de Madrid y Cataluña dónde la información nutricional es más importante, mientras que en el País Vasco donde menos (32,5%).
En Asturias también se encuentran los españoles que más importancia le da a la composición de los alimentos con un porcentaje que asciende hasta el 66,3% mientras que en Extremadura es importante solo para un 30,2% de los encuestados. En Navarra, por ejemplo, se encuentran datos significativamente bajos en ambas variables.
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