Me llevan los demonios la indignación infundada del todopoderoso Real Madrid con el colectivo arbitral cuando veo en TV (blancas todas, o casi todas) y leo la prensa deportiva madrileña (manejada sin límites por el Sr. Florentino Pérez) o cuando oigo alguna emisora de radio, en contadas ocasiones, igualmente adulterada (la Cope y Onda Cero, por ejemplo, son, increíblemente, una “basura” partidista inaguantable para los oídos de cualquiera que sólo quiera oír la retransmisión de un partido de fútbol).
No voy a ahondar en las consabidas miserias del Real Madrid durante el Régimen de Franco y los arbitrajes de Guruzeta y Sánchez Ibañez, por citar trencillas muy destacados, manifiestamente, “comprados” o simplemente “inducidos” por los gerifaltes del poder fascista de la época. Los partidos, tanto de liga como de copa, contra el Atlético de Madrid o el Barcelona eran, en su mayoría auténticos escándalos. Evitables sólo cuando la superioridad del rival era ostensiblemente muy superior.
Pero, para demostrar que esa indignación madridista está fuera de lugar, nada mejor que acudir a los datos desde que empezó esta pasión que se llama fútbol contabilizando las penas máximas que son la mayor expresión de favoritismo y castigo de este deporte ya universal. Si lo hacen comprobarán que el Real Madrid es el 1º con más penaltis a favor señalados en la historia y el 8º con más en contra. Con un porcentaje mucho mayor entre a favor y en contra que el Barça y el Atlético de Madrid. Como dato curioso, en la Champions también es el equipo con más penaltis a favor pitados.
Desde la introducción del VAR (2018-2019) el Real Madrid tiene una importante ventaja en penaltis, con un balance de +31, gracias a 51 penaltis a favor y 30 en contra. Así pues, más allá de clamores al cielo, hay un dato incontestable: el equipo con más penaltis a favor y menos en contra de todos los que forman parte de las grandes ligas de Europa es el Real Madrid. Al Barça (servidor simpatiza con el Atlético de Madrid, 3º en discordia) le han pitado menos penaltis a favor que al Real Madrid y más en contra en toda la historia de la liga. Y, para no alargarme mucho, conste que el Real Madrid, en la temporada 2022-23 le pitaron 12 penaltis a favor, mientras al Barça sólo dos y al Atlético ¡uno!; y en la actual el Real Madrid ya lleva 10 a favor y sólo dos en contra, mientras que el Barça lleva cuatro a favor y tres en contra y mi Atlético tres a favor y tres en contra. La cosa de la “arbitrariedad” está más que clara, y es muy triste que los madridistas se aparten de la razón por algo que no es tan grave (no hubo lesión importante ni nada) y constituye uno más de los lances del juego, a veces un tanto peligrosos, pero así es el deporte en general y el fútbol en particular. Sin contar que, como se puede ver, hay pisotones no pitados que pudieran haber constituido claras expulsiones.
No voy a entrar -por miedo a errar en algo- a abordar los manipulados calendarios como el de esta temporada 2024-2025 que es todo un cúmulo de desvergüenza en horarios y cruces, posiblemente, amañados. Y, ¿qué decir de sanciones de los jueces que, igualmente, constituyen auténticos actos de injusticia deplorable durante décadas? Cuando la falta ha sido la misma - ¡igualita o peor! - dos partidos (o uno) a los blancos, cuatro a los culés o a los atléticos. Sin contar expulsiones -recuerden la del portugués Pepe- que se quedaron en unos cuantos partidos cuando deberían haber sido a perpetuidad. Y como campaban a sus anchas sin tan siquiera amonestación los De Felipe, Benito, Camacho, Sanchís, Sergio Ramos (una auténtica “ametralladora” de dar patadas y codazos en los partidos) y no sé cuantos más; por cierto, como lo hace ahora el lesionado Carvajal (da más cozes que una mula falsa) sin que sea expulsado, o el alemán con nombre español Antonio Rudiger con sus típicos “arrollamientos” todos merecedores de tarjeta, en casos rojas.
Pienso que el todopoderoso Real Madrid debería hacer un acto de contrición y cerrar el pico mientras no cambien las cosas del arbitraje, que, digan lo que digan, está y siempre ha estado a su favor. Por cierto, a pesar de las “arbitrariedades” -que no han sido pocas, la última en la 1ª parte de la Liga actual- de los últimos 42 derbis entre Real Madrid y Atlético de Madrid, el Madrid ganó 13 y perdió 12, con 17 empates. Está muy igualaditas las cosas desde que llegó Simeone, y parece ser que al “campeonísimo” le ha salido un grano y cada día lo tiene más crudo. Que traducido al castellano, supone para el Madrid aumento exponencial de su aporofobia hacia el Atlético y hacia los demás clubes españoles.
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