Los ciberataques a grandes compañías y administraciones públicas se han disparado en España en la última semana coincidiendo con el aumento de la tensión geopolítica en todo el continente. Según datos de HackManac, que recopila ciberataques en todo el mundo, el crecimiento ha sido de un 750% solo en la última semana. Además, coincide en que gran parte de estos acontecimientos los inician delincuentes rusos.
Entre las víctimas que ha anunciado el perfil están BarcelonaTaxi, CIMSA y administraciones públicas -que no han confirmado los incidentes- como el Ministerio del Interior, Ministerio de Justicia, el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática, el Constitucional y AECID. También compañías como la Fundación Down21 o la tecnológica vallisoletana Inemlatic Electronics.
Esta disparidad de sectores atacados refleja el comportamiento de los delincuentes en la actualidad. “Toda posibilidad de obtener datos, pedir rescates o venderlos en el mercado negro es una oportunidad para los ciberatacantes”, explica Sancho Lerena, CEO de la tecnológica española Pandora FMS y experto en seguridad y gestión IT.
Otro de los ataques más recientes fue el que recibió El Corte Inglés, afectando a la privacidad y protección de datos de los usuarios de la compañía. En este caso, el problema se produjo en uno de los proveedores de la compañía. “Es muy habitual que la protección de las empresas se produzca externamente con un equipo al que no se conoce. Nuestra posición es que hay sistemas y formaciones para que se tenga un equipo propio que se dedique a ello, sin tener que externalizar toda la protección”, destaca Lerena.
Sin embargo, estos son solo algunos de los casos más recientes. En 2024 hasta seis empresas del IBEX 35 hicieron público que habían recibido un ciberataque. A ello hay que sumar las decenas de ataques que se producen y que, por suerte, no acaban de manera exitosa. Según los datos analizados por Pandora FMS de datos de Incibe, en cuatro años la cifra de ciberataques a sectores estratégicos ha descendido casi un 80%.
Esto no implica que ahora sean menos graves o poderosos porque “sigue haciendo falta inversión y formación”, indica Sancho Lerena, CEO de Pandora FMS y experto en gestión IT y seguridad. Sobre todo en tiempos de digitalización y tensión geopolítica.
La conclusión que obtienen los especialistas es que los operadores estratégicos “están más amenazados que nunca”. La monitorización de los sistemas e infraestructuras IT de las compañías es más importante todavía. Y la inversión en este tipo de áreas también porque además de la ciberseguridad de cara al usuario también cobra relevancia la propia ciberseguridad de la información interna.
También destacan que monitorizar proactivamente infraestructuars críticas es clave para detectar y mitigar ataques DDoS en tiempo real, manteniendo la continuidad del servicio y reduciendo usuarios y clientes.
El consejo de los expertos no es otro que el de invertir en sistemas europeos y, muy importante, en personal cualificado. “En España existen soluciones lo suficientemente potentes como para reducir este tipo de agresiones”, subraya Lerena. “Falta invertir en sistemas que generen estabilidad en las infraestructuras y en personal cualificado”.
Según destaca, es habitual que las empresas cuenten con muchos sistemas anticuados que no crear el entorno seguro que se necesita. También que, al no tener los sistemas adecuados, la propia plantilla y el personal indicado acaban saturándose.
“Monitorizar los sistemas y tener una visión general de toda la infraestructura IT es fundamental. La tecnología permite ver si hay algún comportamiento inusual y así dar la oportunidad de anticiparse a un contagio masivo”, detalla Sancho Lerena.
Además, la incorporación reciente de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial mejoran aún más estos sistemas de control frente a ciberataques. “El ciberataque no sucede solo por un fallo de ciberseguridad, también por errores en la configuración o por propios huecos que deja la compañía en su infraestructura”.
Los ciberataques sufridos por las grandes empresas españolas confirman lo que vienen alertando: que el entorno económico nacional debe aumentar su inversión y preparación para estas situaciones. La gestión de datos irá a más y la tensión geopolítica aumentará el riesgo de recibir este tipo de agresiones.
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