El pasado 2 de marzo, el Centro de Historias se convirtió en el epicentro de una de las experiencias cinematográficas más impactantes del año con el preestreno de "Mentes", el cortometraje que, lejos de ser una simple representación artística, se erige como una denuncia social de calado profundo.

Joshua Navea, protagonista principal de esta obra, despliega su talento en un registro que estremece. Actor de una presencia arrolladora, pero también un artista integral—fotógrafo, poeta y diseñador—logra dotar a su personaje de una autenticidad brutal. Su interpretación no solo conmueve, sino que sumerge al espectador en un torbellino emocional, dejándolo anclado en su asiento, incapaz de apartar la mirada hasta el último segundo. "Mentes" no es una película cómoda; trata los problemas de salud mental con una crudeza necesaria, con una honestidad que golpea y, a la vez, despierta conciencia.

David Esperanza, director del cortometraje
La dirección de David Esperanza es, sin duda, otro de los puntos fuertes del corto. Con una visión clara y una narrativa que desafía lo convencional, logra que cada plano sea un reflejo fiel de la lucha silenciosa de tantas personas. Su trabajo en "Mentes" confirma el talento arrollador de El Conjuro Producciones, una joven productora que, a pesar de su corta trayectoria, está demostrando una capacidad inmensa para abordar historias necesarias con una calidad excepcional.
Lo mismo que el guion trabajado con una profesionalidad inmaculada por David Esperanza. En la historia del cine, ha habido guionistas destacados cuya importancia a menudo se subestima y sin embargo los directores se consagran.
Grandes guionistas han sido directores con un especial talento como Ben Hecht, David Lean o el mismo Robert Bolt, y me atrevería a decir que el caso de David Esperanza es uno de esos ejemplos a nivel nacional y que está comenzando con notables y destacadas obras y películas.
Pero "Mentes" no se conforma con ser un simple cortometraje de impacto. Es un llamado urgente a la acción, una reivindicación por la importancia de visibilizar y tratar la salud mental con la seriedad que merece. En una sociedad que aún relega este tema a un segundo plano, esta obra sacude conciencias y exige atención, respeto e involucración. Porque la salud mental no es un lujo ni un capricho; es una necesidad que, como "Mentes" deja claro, no puede seguir siendo ignorada.
Con una producción impecable, actuaciones memorables y una historia que resuena más allá de la pantalla, "Mentes" se postula como una de las grandes joyas del año. No sería descabellado vaticinar su triunfo en festivales y premios importantes, porque su mensaje es tan contundente como ineludible. Si aún no la has visto, prepárate. "Mentes" no es solo un cortometraje; es una experiencia que deja huella.
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