La Semana Santa de Málaga está repleta de momentos extraordinarios que consiguen transmitir a los espectadores una vivencia especial, casi milagrosa. Uno de ellos es el momento en que la imagen del Señor del Paso, delante de la tribuna principal, se vuelve hacia el pueblo y le bendice. Una bendición que hemos recibido desde hace más de 400 años los malagueños que nos hemos arracimado en la plaza central de nuestra ciudad. Dicho portento no se trata de un milagro. Se debe a un sistema de articulación mecánica que permite realizar el signo de la bendición al brazo derecho de la imagen. Todo ello en aras de transmitir una catequesis viva al pueblo. Este Jueves Santo pasado, desgraciadamente, la bendición no se ha realizado tras la tradicional lectura del poema y el toque de atención. Unos expertos en robótica habían mejorado el sistema el año pasado, pero inopinadamente este falló. En esos momentos mi mente calenturienta, no paró de fantasear historias. Pensé que el Señor se había negado a bendecirnos este año, cansado de tantas intrigas y peleas entre países y paisanos, entre creyentes y no creyentes, entre “buenos” y “malos”. Una especie de toque de atención. La buena noticia de hoy la achaco a que se trataba de una pequeña broma del Señor. Nos quiso llamar la atención. Tras el desconcierto momentáneo, en el que todo el mundo se miraba extrañado, pasados unos minutos, se produjo la bendición en dos ocasiones sin ser apenas percibida por los asistentes. Horas más tarde se repitió sin ningún problema ante la tribuna “de los pobres”. Jesús no se niega jamás a bendecirnos. Bendición viene de “bien decir”. No nos abandona nunca, por muy mal que lo hagamos. Para entender su mensaje hay que bajarse de la prepotencia y hacerse como niños. Siempre buscará la parte buena que hay en todos y cada uno de nosotros y que, a veces, nos cuesta mucho trabajo manifestar. La postura de la cruz es de brazos abiertos entre los que cabemos todos. La bendición de Jesús es un anticipo del abrazo. En eso consiste la Pascua, en asumir el cambio del hombre viejo al hombre nuevo cercano al Señor. En aceptar a Cristo Jesús Resucitado entre nosotros. Felices Pascuas a todos. Cristo ha resucitado. Aleluya. Si no hubiera habido resurrección, vana sería nuestra fe.
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