Con las migajas de Lula da Silva y el perdón de Alvaro Uribe, regresará al Paraguay el cura Fernando Lugo de su participación en la cumbre de Cancún, oneroso periplo turístico pagado con el dinero de sus empobrecidos compatriotas..En Cancún, Álvaro Uribe ratificó la ayuda de sus organismos de seguridad al gobierno actual de Paraguay, para combatir a las distintas expresiones de la insurgencia marxista.
Fernando Lugo también aprovechó el viaje para atraer la atención de la prensa visitando a la estrella de fútbol de la Selección Nacional paraguaya, Salvador Cabañas, en el hospital Ángeles del Distrito Federal Mexicano, donde éste se recupera de una herida de bala que recibió en la cabeza el pasado 25 de enero.
Al aterrizar de nuevo en Paraguay y en su realidad, también deberá responder sobre las acusaciones de haber entregado el 50 por ciento de la energía de Itaipú al Brasil, con el tratado firmado con Lula a mediados del año pasado.
EL PERDON DE ALVARO URIBE
Una de las cosas que quedó claras en la reciente cumbre de Cancún es que el gobierno de Fernando Lugo reconoce que, en el enfrentamiento entre Hugo Chavez y Bogotá, él se encuentra alineado con Uribe, con quien comparte el mismo objetivo, según palabras de una publicación colombiana. En prueba de su lealtad a la línea establecida por Uribe, en la reciente cumbre el cura incluso se disculpó con por las declaraciones de su ministro de Defensa, quien menospreció la colaboración colombiana con el gobierno paraguayo en materia de seguridad.
Lugo aprovechó el encuentro con Uribe en la Cumbre de presidentes latinoamericanos en Cancún (México) para desagraviarlo y exteriorizarle oficialmente el agradecimiento de la ayuda colombiana al Paraguay en materia de seguridad interna.
De esta manera, se consuma un ridículo más de los grupos que rodean a Lugo y pretenden aparecer como "bolivarianos", en búsqueda de destaque y respaldo internacional en los gobiernos de la región.
El gobierno de Lugo actualmente lleva adelante una caza de brujas en contra de organizaciones de izquierda, en el norte del país, con ayuda de represores proporcionados por el gobierno de Uribe.
LAS PROTESTAS EN PARAGUAY POR CAZA DE BRUJAS
Mientras Lugo disfrutaba de las playas de Cancún, una airada protesta se llevó a cabo por varias organizaciones de izquierda en el interior de Paraguay, para protestar en contra de la caza de brujas contra sus seguidores.
Actualmente asesores enviados por Uribe realizan sus tareas represivas en el norte del Paraguay, en contra de la guerrilla marxisto-bolivariana del EPP, acusada de "vincularse a las FARC" por el gobierno del cura y sus soportes mediáticos.
En un acto realizado ayer en la plaza José de Antequera y Castro de la ciudad de Horqueta, centenares de miembros del Frente Popular Norteño (FPN) pidieron la liberación de 9 detenidos por la ola represiva y dijeron que en el país está instalada una dictadura derechista encabezada por el cura Lugo.
Claudio Marín, dirigente campesino, sostuvo que, en los allanamientos, fiscales y policías se apropian de los bienes de las personas, llevando celulares, computadoras y hasta sumas de dinero que posteriormente no devuelven. Dijo que los allanamientos son una forma de saqueo o de rapiña a familias humildes que no recuperarán sus pertenencias llevadas por fiscales y policías.
POLÍTICA CLAUDICANTE EN EL TEMA DE ITAIPÚ
Otro tema que merece una explicación por parte del cura es la política claudicante en el tema de Itaipú, donde actuar con firmeza había sido una de sus promesas electorales.
Los futuros gobiernos de Brasil pueden utilizar la declaración presidencial del 25 de julio de 2009 para demostrar que Paraguay renunció al 50% que le pertenece en Itaipú, advirtió a través de la prensa el abogado Gustavo de Gásperi, ex consejero de Yacyretá.
Según un pronunciamiento del PT, "Una de las promesas centrales de Fernando Lugo durante su campaña electoral en busca de la presidencia fue el impulsar la renegociación del leonino tratado de Itaipú. Al embanderarse con esta reivindicación histórica e impostergable, la chapa Lugo-PLRA se granjeó la simpatía y apoyo de amplios sectores sociales y de izquierda".
No era para menos. Según el Tratado de Itaipú, firmado en 1973 por los dictadores Alfredo Stroessner y Emilio Garrastazú Médici, a cada país le corresponde el 50 por ciento de la energía producida por la represa. El Paraguay utiliza solo el 5 por ciento de su parte y el Brasil el 95 por ciento. El “excedente” paraguayo es de 39 millones de megavatios hora y, de no modificarse el Tratado, nuestro país está obligado a cederlo exclusivamente al Brasil, que paga por la energía un precio irrisorio.
El Paraguay recibe aproximadamente 120 millones de dólares anuales por la cesión de su excedente energético al Brasil. Según un estudio de la ANDE, la compensación mínima que debe recibir el Paraguay, en base al precio de mercado (sin contar royalties, resarcimiento, gastos de explotación) es de 900 millones de dólares al año. En total, según declaraciones del propio Lugo durante su campaña electoral, el “precio justo” se traducía en 1.800 millones de dólares anuales.
Según el Partido de los Trabajadores, "El acuerdo firmado entre Lugo y Lula el pasado 25 de julio de 2009 está lejos reivindicar este “precio justo”. Mediante el documento, que aún no se aplica, se manifiesta la intención de aumentar la compensación de 120 millones de dólares que recibe el Paraguay actualmente a 360 millones de dólares. Se expresa también que se “estudiará” la posibilidad de una venta directa “gradual” de la energía paraguaya en el mercado brasileño".
El gobierno de Lugo-PLRA presenta este acuerdo como una “conquista histórica” cuando, en realidad y hasta ahora no pasa de una mera intención, y considerando las declaraciones de Gustavo Codas, es una migaja que larga Brasil para poder asegurarse el control del pan.
NO CAMBIAR LA LETRA ES NO CAMBIAR LA SUMISIÓN
Y esto fue justamente lo que consiguió el gobierno de Lula. A fines de enero, Lugo nombró como director paraguayo del ente “binacional” a Gustavo Codas, ex miembro de la dirección del PT brasileño donde se desempeñó como uno de los principales asesores políticos de Lula da Silva en sus campañas presidenciales. Lula tiene, a través de Lugo, dos directores en Itaipú.
Codas, el pasado 17 de febrero, en un insólito ataque de sinceridad, expuso la política del gobierno actual con relación a Itaipú. Afirmó: “Creo que a esta altura está bastante más claro que nos bastaría con colocar ambos tratados (Itaipú y Yacyreta) en un nuevo contexto”. El “nuevo contexto”, para el gobierno, es el acuerdo del 25 de Julio y no la renegociación del tratado. Esto lo dijo Codas muy claramente: “No considero que sea necesario cambiar la letra de lo que está escrito, sino el contexto, la interpretación y el rumbo de lo que se quiere hacer. Creo que la declaración del 25 de julio muestra eso” (ÚH, 20-02-10).
Lugo-PLRA se conforman con lograr “que se aplique” lo que hasta ahora es una simple declaración y que no atiende las principales reivindicaciones paraguayas, a saber: vender a precio de mercado la energía que le corresponde, la libre disponibilidad de comercializar a terceros (no solo al mercado brasileño) su excedente y la revisión de la deuda espuria de alrededor de 4 mil millones de dólares.
Esta política tiene un nombre: entreguismo. La administración de Lugo-PLRA renunció –si alguna vez la impulsó realmente- a la lucha histórica por la reivindicación de la soberanía energética y la renegociación del Tratado de Itaipú.
De esta manera Lugo y Gustavo Codas abandonan una bandera democrática elemental como es la bandera de la soberanía. Y no va a ser la primera vez que los tributarios de la socialdemocracia en su afán de encontrar balón de oxígeno o de “agradar” a ciertos mandantes de turno, ceden en aras del “realismo político”, al pragmatismo.
De ser Lugo, en fin, el tratado de Itaipú (tal como pretende la diplomacia brasileña) se mantendrá inalterado (sin “cambiar la letra de lo que está escrito”) hasta el 2023.
El Paraguay, una vez más, deberá conformarse con las migajas de Lula y el perdón de Uribe.
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