Siglo XXI. Diario digital independiente, plural y abierto. Noticias y opinión
Viajes y Lugares Tienda Siglo XXI Grupo Siglo XXI
21º ANIVERSARIO
Fundado en noviembre de 2003
Libros
Etiquetas | Sabersinfin | Encuentro | Poesía | Agradecimiento | Poemas

¡Muchas gracias!

Quiero agradecer a todos los que hicieron posible que, del 21 al 23 de mayo, estuviéramos al cien por ciento inmersos en poesía
Abel Pérez Rojas
lunes, 2 de junio de 2025, 10:10 h (CET)

Con motivo del VII Encuentro Internacional de Poesía Sabersinfin, he tenido días intensos de actividades: de lidiar con las limitaciones propias, de no interrumpir la disciplina adquirida en los tiempos de calma, de confrontar mi ego y el de los demás; pero también, de ratificar que la poesía —la verdadera poesía— cura y sana, y que todos los días son propicios para enfrentarlos desde la vena creativa que todos llevamos dentro.


Pasado el vendaval de compromisos, la calma me recuerda que hay que mirar hacia el interior de uno mismo para no quedar cegado ante la información que deambula por doquier.


Desde la mirada que se observa a sí misma, quiero agradecer a todos los amigos, lectores, seguidores, participantes y funcionarios que hicieron posible que, del 21 al 23 de mayo, estuviéramos al cien por ciento inmersos en poesía.


Como una forma de agradecer desde dentro de mí a todos, les comparto dos de mis poemas:


Gratitud plena


Dije

gracias mil veces,

luego miles,

más veces,

muchas veces,

hasta que,

—como mantra—,

se convirtió

en una vibración.


La gratitud vive en mí

y yo en ella.

Somos uno.


¡Gracias, vida!

¡Gracias por todo!

¡Gracias!


APR. 28/XI/2019


Senda y claridad


Salí de la tristeza, parto forzado,

igual a quien deja una casa vacía,

con las paredes marcadas por el tiempo,

sin más equipaje que los recuerdos

y la esperanza de encontrar algo más allá.

Me adentré en caminos que no hablaban de promesas,

solo de un silencio lleno de bruma

que, paso a paso, fue dejando ver la luz.

La lluvia, rostro divino para la vida,

lavó las huellas del ayer,

y cuando el agua cesó, entendí

que lo que seguía aún podía ser vivido.


Cada paso creó la senda,

cada palabra, hilo invisible,

tejió el aire y la piel

que unió mi pasado con lo que soy.

Descubrí que la magia no está en los sueños

que se persiguen,

sino en las promesas cumplidas,

en las cicatrices que se transforman

en marcas de camino.

Usé de fulcro el borde del acantilado,

empecé a entender los murmullos

de las corrientes invisibles.


Las avenidas de viento y agua

fluían desde lo más profundo de mí.

Era como si el tiempo y la naturaleza

hubieran trazado un mapa en mi dermis,

marcando cada giro, cada curva

que antes no veía.

Miré lo cercano con otros ojos,

descubrí el detalle olvidado

del referente que siempre ha estado ahí.


El eco de los días vividos se repite,

mantra en cada rincón de mi ser,

recordándome que el verdadero viaje

no es el de los pasos,

sino el que hago al virar hacia mí.


Ahora sé que el ojo que todo lo ve,

no es más que el mío

reflejándose en un espejo que nunca supe que existía.

Es la vida misma,

una y otra vez,

mostrándome el camino

a través de las palabras,

los silencios y las corrientes invisibles

que me guían siempre al mismo lugar:

a mí mismo.


Entendí que lo de afuera solo es un reflejo,

una excusa del destino para mostrarme el adentro.


APR. 4/X/2024

Noticias relacionadas

La Guerra Civil anda aún por sus albores. Franco gira una visita de inspección al palacio episcopal de Salamanca, edificio en el que piensa instalar su cuartel general. Le acompaña el obispo Enrique Pla y Deniel. El general golpista se separa del grupo y se detiene ante un cuadro que cuelga sobre uno de los muros.

Es difícil conocer el número de los obras publicadas en el mundo sobre Lucio Anneo Séneca, (Córdoba, 1 a. d. C.- Roma, 65 d. C.) porque desde su muerte sigue siendo un referente moral de este pensador que nos habla en sus libros de la razón, de las pasiones, del consumismo, del dinero, de las desigualdades sociales, de la dignidad y la libertad en un mundo dominado por el deseo material de las riquezas mientras aboga por la necesidad de humanizar la política.

Julián viajó en tren de su pueblo al pueblo de EL CANDIL. Bajó del tren, y se enrumbó al destino prefijado, pasó por la calle de cristal en momentos que eran las cinco y cuarenta minutos de la tarde. Por supuesto, llegó al destino, a casa de Nora. Estando de visita, además de charlar, degustaban un café con un platillo de frijolitos fritos, tortilla y queso.

 
Quiénes somos  |   Sobre nosotros  |   Contacto  |   Aviso legal  |   Suscríbete a nuestra RSS Síguenos en Linkedin Síguenos en Facebook Síguenos en Twitter   |  
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto | Director: Guillermo Peris Peris
© 2025 Diario Siglo XXI. Periódico digital independiente, plural y abierto